Trump te mete la mano

Aunque menos que a los canadienses, coreanos y mexicanos, Donald Trump os mete la mano en el bolsillo, europeos todos, y se lleva una parte del mismo.

Incluidos vosotros, españoles. De entrada, y directamente, a los trabajadores de la veintena de plantas siderúrgicas extendidas, sobre todo, por la cornisa cantábrica y Cataluña, con extensiones en el centro y Andalucía.

Aunque nuestra industria del acero (la cuarta de Europa) no es capitana de la exportación, los rebotes de los aranceles prometidos por Trump para esta semana (25% en acero, 10% en aluminio, para empezar) impactarán en cascada a todos.

Lo peor de las guerras comerciales es que pasa como con la recogida de cerezas de un cesto, agarras una y esta engarza otra: una medida restrictiva desencadena una represalia, y esta, la contramedida. No se sabe cuánto duran, pero la historia demuestra que perjudican a todos los implicados.

En un mundo global, los implicados son absolutamente todos. Miente pues Trump al decir que “las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”. Ya Wall Street le ha advertido con una caída del mercado bolsístico. Cuando la economía mundial tira como una moto, cuando los emergentes han recuperado ritmo, cuando la eurozona vuelve a brillar y cuando EE  UU está que se sale...

... Y cuando todo ello redunda en un aumento del comercio mundial que realimenta la recuperación, inyectarle ideología proteccionista para obstaculizarlo y tratar de aumentar la parte propia del pastel no solo es injusto, sino estúpido.

La ofensiva trumpista es insidiosa. Apela a la seguridad nacional, por una cláusula que permite subir aranceles ¡en tiempos de guerra! Aparenta apuntar a China pero dispara contra Canadá, Brasil, Corea y Europa, “nuestros aliados clave”, lamenta el secretario de Defensa, Jim Mattis. Amenaza con una espiral acción/reacciones que puede acabar colapsando la OMC.

Las políticas de enriquecerse empobreciendo al vecino han dado un resultado trágico en la historia: acabaron en los fascismos y en la II Guerra Mundial. Aprendan, aunque sea tarde, los que con tanto ahínco atacaron los tratados de libre comercio europeos con Canadá y con... los EE UU de Barack Obama.