Los poderes ocultos que han hecho que ahora nos guste el rosa
El 'Millenial Pink' ha colapsado Instagram pero, ¿por qué si antes odiábamos este color?
El autor del libro Teoría de los colores, Johann Wolfgang von Goethe, decía que “cada filósofo ve rojo cuando oye hablar de colores”. Claro, esto lo afirmaba alrededor del año 1800, porque si ahora estuviera entre nosotros tendría muy claro que la tonalidad en mente de todos sería el rosa.
La tendencia del ya famoso Millenial Pink ha colapsado Instagram de imágenes brillantes, empalagosas y, en definitiva, divertidas que están redefiniendo un gusto juvenil que apuesta por esta mezcla entre el blanco y el rojo pero, ¿a cuento de qué?
Un estudio reciente de YPulse —analistas de tendencias desde la página The Cut— aseguraba que el rosa ha perdido su connotación tradicionalmente femenina para representar lo andrógino. Así lo asegura, también, la psicóloga y sexóloga del centro El Prado Psicólogos, Irene Gómez Santos: "Cada vez más hombres asumen este color no solo en sus prendas de vestir sino también en la decoración de sus hogares. Se ha abierto un abanico que permite que el rosa se transforme, casi, en la representación de la androginia".
La luz y los colores entablan una relación bastante estrecha y ambos son fruto de la naturaleza que se descubre gracias al sentido de la vista y, por tanto, solo a través de nuestra experiencia. Es por esto que, queriéndolo o no, todos los colores han asumido un significado que se relaciona directamente con nuestras emociones y nuestros sentimientos. En esta línea, el rosa evoca sensibilidad, romanticismo, emociones suaves, dulzura y ternura, de hecho según Gómez Santos es "un color que en muchas ocasiones se utiliza para las terapias porque genera un efecto de cariño y ayuda a enfrentar conflictos".
Pero no es esta la única razón por la cual este equilibrio entre la pureza del blanco y la fuerza y pasión del rojo es el nuevo protagonista en restaurantes, diseños de elementos de moda como fundas de móvil o incluso comida (sí, la mermelada rosa existe).
Esto, claro está, no ha sido siempre así: "En los años 50 los estadounidenses entendían el rosa como el color que representaba a las mujeres heterosexuales. Carte Blanche, una tarjeta de crédito utilizada entre hombres de negocios, diseñó una de color rosa brillante para que estos hombres se las dieran especialmente a sus esposas y ellas pudieran utilizar todo el crédito que merecían", así lo relata S. Lochlann Jain, la ayudante del profesor de Antropología de la Universidad de Stanford (EE UU), en su libro Malignant: How Cancer Becomes Us.
Además, en el año 2005, Jesús del Olmo Barbero —profesor de Ciencias de la Comunicación y Sociología de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid— realizó una investigación con 91 mujeres y 39 hombres de entre 18 y 30 años para averiguar, entre otros puntos, qué color generaba más rechazo entre esta población. Así determinó que el color rosa —junto con el marrón y el amarillo— era el peor aceptado y su presencia provocaba un rechazo mayoritario entre los jóvenes.
Lochlann Jain pone un precedente en su libro para luego darle una respuesta: "Debido al uso icónico del color rosa para significar e incluso constituir la feminidad heterosexual, y tal vez también debido al uso del triángulo rosa para estigmatizar a hombres homosexuales en el Holocausto, el movimiento del orgullo gay, y particularmente los hombres homosexuales, han resucitado activamente este color y le han dado un nuevo significado".
El despertar del rosa universal
El nuevo significado y la actual manera de llevar el rosa nada tiene que ver con lo anteriormente expuesto. ¿Qué ha pasado en la útima década para que este color haya pasado de ser denostado a despertar furor? y es que, rodeados de un entorno abrumador —cargado de conflicto y crisis—, nace "la necesidad de llenar nuestra vida de un color fresco, juvenil, relajante, tranquilizador y hasta incluso seductor como es el rosa", explica Gómez Santos.
No es casualidad que en 2016 Pantone seleccionara el rosa cuarzo como el color tendencia del año: "Los consumidores buscan el bienestar como un antídoto contra las tensiones de hoy en día por eso damos la bienvenida a los colores que satisfacen psicológicamente nuestro anhelo de seguridad", aclara Leatrice Eiseman, directora ejecutiva del Instituto de Color Pantone y puntualiza: "El rosa cuarzo es cálido y evoca una sensación de orden y de paz. El enfoque más unilateral del color coincide con los movimientos sociales hacia la igualdad y la fluidez del género. El consumidor debe estar cómodo a la hora de utilizar el color como forma de expresión".
No es solo la idea de tranquilidad y orden lo que hace que el rosa esté presente con más frecuencia en el mundo actual, es que, además, este color también está relacionado con lo positivo, de ahí la frase de aquellos con actitud más optimista: "Ver la vida de color de rosa". Es un color alegre que, ya sea en su versión más clara o brillante, más apagada o llamativa, nos habla de encanto y vitalidad.
Según Margaret Welch, directora de la Asociación de Color de Estados Unidos, "el rosa afirma la vida. Existen estudios sobre su efecto calmante y sobre su poder a la hora de disminuir el estrés. El rosa pastel es un color conocido por ser saludable. De ahí que tengamos la expresión "to the pink" (recuperar la salud). No se puede decir nada malo sobre él".
Está claro que esta tonalidad está de moda por todo lo que significa, así que por eso hay que unirse al rosa. Muchos influencers lo tienen claro, entre ellos La vecina rubia que lo expresa así: "Si es rosa y brilla, lo quiero".
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