Andalucía y el Gobierno comprometen 200 millones para el proyecto de fusión nuclear en Granada
La candidatura española al IFMIF Dones, que compite con Croacia, forma parte de un programa que busca lo que la ciencia cree una fuente constante de energía limpia
Granada aspira a ser sede del proyecto IFMIF Dones, una de las patas de ITER, un programa mayor que aspira a construir reactores comerciales de fusión nuclear capaces de generar, de modo masivo y constante, lo que los científicos consideran una energía limpia y no contaminante. Tras un periodo inicial de titubeos por parte del gobierno, España ha sido capaz de presentar un proyecto potente y competitivo, aseguran sus impulsores. Será una inversión de 400 millones de euros en el que la Junta de Andalucía y el Gobierno central se han comprometido a invertir 200 millones. El resto será sufragado a partes iguales por la Unión Europea y otros países participantes en el proyecto.
La instalación que Granada espera conseguir es, básicamente, la que estará dedicada al estudio de los materiales que podrán ser usados en esos reactores. Llegar a producir la energía limpia que busca el proyecto requiere de temperaturas de centenares de millones de grados centígrados. Encontrar esos materiales tan sufridos será el objeto de estudio de una instalación que tiene prevista un periodo de vigencia de 40 años y que requerirá los citados 400 millones de construcción y 50 anuales de mantenimiento. Junta y gobierno también han comprometido hacerse cargo del 10% de esa cifra.
La competición por esta infraestructura está ahora, después del autodescarte de algunos países que anunciaron su intención de entrar en ella, limitada a solo dos jugadores: España y Croacia. Esta semana, una comisión técnica ha visitado la Granada para reunirse con los redactores del proyecto y comprobar su viabilidad. El optimismo es generalizado en la competencia técnica de la propuesta española. Carmen Vela, secretaria de Estado de I+D+i, ha estado este viernes en Granada para comentar el proyecto. “El gobierno considera esta candidatura muy sólida técnica, económica y socialmente” ha insistido. Por su parte, Antonio García de Arellano, consejero de Economía y conocimiento de la Junta de Andalucía, que ha recordado que este es un “proyecto de estado”, ha insistido en “la fuerte tradición de España en materia de fusión”. Otra de las fortalezas de la candidatura granadina, según todas las fuentes consultadas, es la mayor potencia investigadora española frente a la croata, tanto en personal como en infraestructura.
La decisión final sobre qué país albergará la sede se tomará, probablemente, a finales de año o principios de 2018
La decisión final sobre qué país albergará la sede se tomará, probablemente, a finales de año o principios de 2018. Con el informe técnico resultante de la visita de esta semana, 60 personas de 30 países tomarán la decisión final. Ahí es donde la diplomacia y los trabajos de “lobby” juegan su papel. La decisión final, como ocurre en todos estos grandes proyectos, no dependerá solo de contar con un proyecto más o menos perfecto técnicamente. La política también tiene su papel. Preguntada por este diario si el gobierno había comenzado también los trabajos de diplomacia y convencimiento necesarios para conseguir los votos, Carmen Vela ha incluido incluso a la casa real: “Ahí hay que incluir la visita de los Reyes a Japón el pasado mes de abril”. El responsable científico del proyecto es Carlos Alejaldre, el mayor experto en fusión nuclear de España. Su prestigio, añade Vela, también es relevante ya que “en esa diplomacia entran también los frecuentes viajes y gestiones de Alejaldre”. Finalmente Vela habla del trabajo de otros investigadores que andan por el mundo en grupos de investigación relacionado con este proyecto.
El proyecto al que aspira Granada es una de las fases necesarias para llegar al objetivo deseado. Todo comenzó con ITER, una infraestructura que actualmente se construye en Francia y que será capaz de, mediante la fusión nuclear, producir una gran cantidad de energía aunque en un tiempo limitado. Para conseguir un reactor que ofrezca mucha energía de modo constante, se ha diseñado el programa DONES, que debe concluir en ese reactor comercializable y reproducible capaz de ser una fuente ilimitada de energía limpia. Para llegar a ello DONES incluye varios subprogramas: el IFMIF, al que Granada aspira, que investiga los materiales aptos para ello, y el EVEDA, referido al apartado de ingeniería de estas instalaciones. Cuando se determina cómo y con qué, deberíamos estar ya ante DEMO, el primer ejemplo de reactor de fusión nuclear comercializable. Y de ahí surgirá, previsiblemente, una energía verde y constante que podría solucionar muchos problemas.
Físicos de la UGR
El proyecto al que aspira Granada quiere ser también un modelo de colaboración institucional. Y por ahora, sin duda los es. Junta de Andalucía, Gobierno central, empresarios, universidad,… se han unido para apostar por algo que podría generar una gran cantidad de puestos de trabajo, de circulación de dinero y de prestigio para Granada y Andalucía. Pilar Aranda, rectora de la Universidad de Granada (UGR), está convencida de que la potencia de la UGR en los estudios e investigaciones en el ámbito de la Física y la Ingeniería Informática es un punto fuerte para la candidatura y, además, será un elemento relevante en el éxito de la infraestructura.
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