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500.000 de sus células han muerto mientras lee esto (y otros 44 datos rápidos y sorprendentes del cuerpo)

¿Sabía que hay personas que tienen más huesos que otras?

En un día puede llegar a realizar 100.000 movimientos con los músculos de sus ojos, o perder entre 100 y 150 pelos. Un beso apasionado puede significar para nuestro cuerpo que la otra persona nos pase hasta 80 millones de bacterias de 700 tipos diferentes, o que nuestro cerebro experimente las mismas reacciones químicas que disparar un arma. Estos y otros datos le asombrarán sobre lo que puede llegar a realizar su cuerpo.

Bacterias, células y virus

1) Solo el 1% de las bacterias hacen que nuestro cuerpo enferme.

“El 99% son microorganismos inocuos y muchos de ellos necesarios para gozar de buena salud, por ejemplo, porque producen vitaminas, ayudan a hacer la digestión, modulan el sistema inmune, mantienen a raya a los patógenos e incluso contribuyen a regular la tensión sanguínea”, explica Álex Mira, director del laboratorio de Microbioma Humano en el Área Genómica y Salud de la Fundación FISABIO. “Es probable que de las más de 15.000 especies bacterianas descritas, haya 500 que puedan causar enfermedad como patógenos verdaderos o como patógenos oportunistas (en pacientes con inmunodeficiencia grave)”, añade Guillermo Quindós, catedrático de Microbiología de la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) y miembro del Círculo Escéptico.

2) El peso total de las bacterias en el cuerpo humano es de dos kilogramos.

El peso total del microbioma intestinal se ha estimado que oscila entre 1,5 y 2,5 kilos según el peso y el tamaño de cada persona. La mayoría de este peso corporal estaría asociado a la población microbiana presente en el aparato digestivo. Sin embargo, una estimación reciente reduce este peso a 0,2 Kg. en una persona de un peso de 70 Kg. y una altura de 1,70 metros”, señala Quindós.

3) Una persona pasa más de 700 tipos diferentes de bacterias a otra persona al besarse. Afortunadamente, el 95% de ellas no son dañinas.

“El número de tipos bacterianos que se pueden intercambiar en un beso mantenido durante más de 10 segundos, con contacto de labios, lengua y saliva, puede ser superior a los 700. En este estudio publicado en Microbiome en 2014, se habla de una transferencia de unos 80 millones de células bacterianas por beso. Una mínima parte de la población microbiana que se transmite con los besos es potencialmente patógena si ambas personas no están enfermas. La población microbiana es patógena entre el 1 y el 5%”, describe Quindós.

4) Somos, por lo menos la mitad, microbianos.

“La mitad de las células de nuestro cuerpo son bacterias. Una revisión reciente en PLOS Biology parece contradecir el mito existente desde 1972 de la relación de 10 bacterias por cada célula humana. Se estima que el número total de bacterias en el cuerpo humano es de 3,8 x 1013. Las células humanas serían 3 x 1013, de las que predominan las de la línea hematopoyética (glóbulos rojos). La proporción 1,3 a 1 es más habitual en los varones, mientras que casi se duplica en mujeres y en niños pequeños. Esta estimación no tiene en cuenta que existen otros componentes de la microbiota que no son bacterias, pero parece ajustarse más a la realidad”, detalla Quindós.

5) Hay más de 100 virus diferentes que causan un resfriado.

“Rhinovirus y enterovirus son los virus más comunes que se asocian a estos cuadros, pero existen otros implicados como los adenovirus o los coronavirus. Dentro de los rhinovirus, hay una gran diversidad de genotipos que hacen que suframos repetidos resfriados causados por cada uno de estos genotipos diferentes”, aclara este microbiólogo.

6) Hay unos 100 millones de bacterias por centímetro cúbico de saliva humana.

Diversos estudios hablan de la presencia de 100 millones de células bacterianas por centímetro cúbico de saliva, sin embargo, estos datos son variables según los estudios y las poblaciones humanas estudiadas porque influyen diversos factores ambientales, culturales, dietéticos, de hábitos y conductas, y genéticos. Algunas bacterias orales son características y muy diferentes a las bacterias encontradas en otros nichos ecológicos, como la denominada TM7x que parasita a Actinomyces odontolyticus, asociada a la enfermedad periodontal, una enfermedad bucal muy frecuente que afecta a las encías y los dientes”, indica Quindós.Los antibióticos matan a las bacterias y por tanto no son efectivos contra los resfriados causados por virus, que se pueden transmitir por contacto y también en pequeñas microgotas por el aire, a través de la boca, ojos o nariz”, matiza Mira.

7) Hay virus que no causan enfermedades e incluso ayudan a prevenirlas o curarlas.

Hay virus que proporcionan potenciales beneficios al ser humano. El virus GBV-C parece ser uno de estos. Aunque se relacionó con el virus de la hepatitis C, en realidad dificulta la acción del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida. Algunos virus pueden ayudar al desarrollo de nuestro intestino o del sistema nervioso. Alrededor del 8% de nuestro ADN son retrovirus, antiguos virus que perdieron su potencial infeccioso y se alojaron en nuestro ADN. "Otros virus beneficiosos son los denominados oncolíticos, virus modificados para que solo ataquen a las células tumorales”, explica este catedrático de microbiología.

8) Al menos 500.000 células en su cuerpo murieron y fueron reemplazadas por otras nuevas mientras leía esta frase.

“A éstas habría que añadir un número todavía mayor de glóbulos rojos que mueren cada segundo. Estos números varían con la edad y son estimaciones indirectas, pero muestran la gran tasa de reemplazamiento de nuestro cuerpo, donde gran parte de las células mueren por procesos de apoptosis o muerte celular programada de forma continua. Otras, como las neuronas, no pueden dividirse en la edad adulta”, señala Mira.

9) El 99% del calcio contenido en el cuerpo humano está en los dientes y en los huesos, donde proporciona soporte estructural.

El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo humano. Un adulto tiene alrededor de un kilogramo, cuyo 99% está en el esqueleto en forma de cristales de hidroxiapatita. “Además se encuentra en otras partes del cuerpo, donde contribuye a transmitir los impulsos nerviosos, ayuda a los vasos sanguíneos y los músculos a funcionar con normalidad y regula ciertas hormonas y enzimas”, añade este microbiólogo.

10) Las células más pequeñas en el cuerpo de un hombre son los espermatozoides.

Miden entre 50 y 60 micras de longitud (0,055 milímetro). “Los óvulos femeninos, por el contrario, son enormes, y se podrían ver incluso sin necesidad de microscopio. Un óvulo humano es unas 4 veces más grande que una célula de la piel, 25 veces más grande que un glóbulo rojo y 16 veces más grande que un espermatozoide”, anota el investigador Mira.

11) Hay cerca de 1.000 especies distintas de bacterias en la boca humana.

“Unas viven en la lengua y pueden causar mal aliento al producir compuestos de azufre que son volátiles. Otras viven en el diente y pueden causar caries, y otras en la encía y causar gingivitis. En una gota de saliva de un mililitro hay aproximadamente 5.000 millones de bacterias, es decir, más o menos la población mundial”, destaca Mira.

12) La feniletilamina está cuando te enamoras y en el chocolate.

“Es un compuesto químico que en el cuerpo actúa como neurotransmisor y que podría ser en parte responsable de las sensaciones y cambios fisiológicos que experimentamos cuando ocurre el enamoramiento, como la excitación, taquicardia, o insomnio. También se encuentra en varios alimentos como el chocolate, pero es rápidamente metabolizada, por lo que se estima que no llega al cerebro en concentraciones significativas”, describe Mira.

Huesos, piel y pelo

13) Un bebé al nacer tiene 300 huesos y un adulto unos 206.

“Eso se debe a que los bebés poseen huesos en 'bisagra', en el sentido de que están preparados para pasar por el canal del parto y se puedan superponer. Por ejemplo, el fémur se puede considerar por fragmentos, la parte superior de la cadera, la intermedia y la inferior”, explica Maria Eugènia Miranda, especialista en cirugía ortopédica y traumatología en Hospital de Sant Pau i Santa Tecla de Tarragona.

14) Pero el número de huesos puede variar de una persona a otra.

“Hay gente que tiene huesos accesorios y otras no. Esos huesos tienen en tamaño entre una lenteja y un botón, y están presentes en manos, pies, rótula o tobillo. Por ejemplo, la sesamoiditis, habitual en algunos corredores, consiste en la inflamación de unos huesos muy pequeños en la parte inferior del pie. Hay gente que tiene dos, y hay quien tiene tres o cuatro. Otro caso es que en el dedo pulgar de la mano hay quien posee un hueso pequeño del tamaño de una lenteja. También hay gente que tiene la rodilla partida, la rótula bipartita”, enumera Miranda.

15) En caso de trauma, perdemos las uñas para evitar las amputaciones de los dedos.

“Las uñas tienen una función importante de protección de las falanges (las puntas óseas) de los dedos, por lo que hay mucha gente que pierde las uñas pero no la punta del dedo”, observa esta traumatóloga.

16) Los huesos, como los intestinos, también padecen infartos.

“La isquemia la producen los mismos factores que provocan esas enfermedades en el corazón o en el cerebro: tensión alta, colesterol, triglicéridos, fumar, vida sedentaria u obesidad. El infarto consiste en que la sangre deja de llegar y los tejidos se mueren porque no tienen oxígeno”, señala Miranda.

17) Los huesos también se estresan. Si sufre una fractura, puede ser por estrés.

Ante un movimiento repetitivo extremo o un esfuerzo por encima de sus condiciones, un hueso puede romperse sin necesidad de que se haya producido un golpe. “La fractura por estrés fue descrita por primera vez en la Primera Guerra Mundial por un médico alemán y fue llamada la fractura de Deutschländer. Los soldados llevan zapatos con suelas tan duras hasta el punto de provocar la rotura del segundo o tercero metacarpiano del pie. También se puede padecer en las vértebras, por ejemplo en el caso de los corredores, y en la pelvis.”, describe Miranda.

18) Los humanos tenemos “colita”.

Se llama cóccix, o hueso de la rabadilla. Es el souvenir de nuestros ancestros.

19) Los niños se curan antes de una fractura ósea que los adultos.

“Por ejemplo, en el caso de una fractura de tibia, un niño tarda en recuperarse entre tres y cuatro semanas y un adulto no baja de los tres meses, si es tratada con yeso”, anota Miranda.

20) Poseer unos músculos glúteos potentes como Kim Kardashian o Jennifer López evita la aparición de cojera.

“Cuando se sufre una artrosis muy avanzada de cadera, el músculo no tiene bastante tensión. Es como si se acortara la distancia entre dos puntos de una goma para el pelo. La tensión muscular también depende de la masa muscular que se tenga, por lo que aquellos que carecen de la masa muscular suficiente tienen más riesgo de padecer la marcha de Trendelenburg, la parálisis de los glúteos medios que produce un movimiento basculante de la pelvis. Es la misma que tenía el político Manuel Fraga, que le hacía caminar de un lado a otro. Pero los culos prominentes tienen más posibilidades de no tener esta cojera. Por eso los pacientes operados de prótesis de cadera, por ejemplo, deben hacer ejercicios para aumentar el glúteo”, describe Miranda.

21) Los hombres son oficialmente clasificados como enanos si su altura es inferior a 1,3 metros, mientras que para las mujeres la medida es de 1,2 metros.

“La acondroplasia está tipificada por las autoridades sanitarias, ya que alguien que que mida más de 1,50 metros y desee someterse a una cirugía, no se lo financiará la Seguridad Social. En ese caso sería bajito, pero no enano”, recuerda José Miguel Guijarro, traumatólogo del Hospital La Luz (Madrid).

22) Durante la vida de una persona, el intestino delgado mide 2,5 metros de media. Al morir, su longitud aumenta a 6 metros.

Eso se debe a la hipotonía o reducción de la tensión muscular de las paredes del intestino.

23) Los huesos pueden ser más fuertes que el acero.

“Pero depende del tipo de fuerza. Eso es posible solo cuando la fuerza es longitudinal o transversal, pero no cuando es rotatoria, debido a la estructura del hueso, que está formado por celdillas que crean la amortiguación del peso”, indica Guijarro.

24) Por la mañana, una persona es 8 milímetros más alta que por la noche.

“Se debe a que los cartílagos de la columna vertebral tienen más agua y por la mañana miden un poco más. Se produce en gente joven. Depende de la edad y la estatura de cada persona. Cuanto más alta es la persona, la distancia entre los discos intervertebrales es mayor y se puede crecer un centímetro o 1,12 centímetros”, observa este traumatólogo.

25) Cada pelo tiene un ciclo capilar de entre unos dos y ocho años.

Aunque se estima que la velocidad de crecimiento es de 1,25 centímetros al mes, es decir, unos 15 centímetros al año —aunque sensiblemente menor en personas mayores—, existe un ciclo capilar para cada pelo, finalizado el cual ese pelo se va a desprender y no va a volver a crecer, aunque lo harán otros”, subraya Rosa Taberner, especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología, que trabaja como adjunta en el Servicio de Dermatología del Hospital Son Llàtzer de Palma de Mallorca.

26) Cada día perdemos entre 100 y 150 pelos.

“Un mismo pelo no crece a lo largo de toda la vida, de modo que en el mejor de los casos puede llegar a una longitud de un metro aproximadamente, dependiendo de la localización y otros factores”, explica Taberner.

27) La piel humana es completamente reemplazada alrededor de mil veces durante la vida de una persona.

“El ciclo de renovación epidérmica es de unos 28 días aproximadamente, por lo que si vivimos unos 80 años se puede estimar que ese número es bastante acertado”, suscribe esta dermatóloga.

28) Perdemos 35.000 células epidérmicas cada minuto.

Si se extrapola a las 24 horas del día, llegamos a desprendernos de unos 50 millones al día.

29) Las uñas de las manos crecen cuatro veces más rápido que las uñas de los pies.

“También crecen más rápido en los niños, e incluso se han establecido diferencias entre la parte derecha e izquierda. Todo ello se ha observado en ausencia de enfermedad”, indica Taberner.

30) Las uñas encarnadas son hereditarias.

“Es un problema frecuente que puede obedecer a múltiples causas. Existen factores hereditarios que pueden explicar algunos casos, pero también la forma de cortarse las uñas o ciertos medicamentos pueden inducir este problema”, señala la dermatóloga Taberner.

Cerebro, memoria y sueño

31) El cerebro humano tiene una capacidad de memoria que puede llegar a ser equivalente a más un petabyte de datos.

Esto significa que puede llegar a un almacenaje similar a 1.000.000.000.000.000 de bytes.

32) Los impulsos nerviosos pueden sobrepasar los 300 kilómetros por hora.

“Los impulsos nerviosos enviados desde el cerebro se mueven a una velocidad variable dependiendo de sus funciones y características, pero si están recubiertos de mielina, que facilita la rapidez de la transmisión, pueden sobrepasar esa velocidad”, apunta el neurólogo Azuquahe Pérez, del Hospital General de La Palma (Santa Cruz de Tenerife).

33) Se estima que la superficie total que ocupa la corteza cerebral es de unos 2.360 centímetros cuadrados.

“Tiene un grosor de unos 3 milímetros. Los pliegues que presenta el cerebro (circunvoluciones, surcos y cisuras) permiten que alcance estas dimensiones”, explica este neurólogo.

34) El cerebro humano contiene aproximadamente cien mil millones de neuronas interconectadas por más de cien mil kilómetros de axones.

“Si contáramos las neuronas de la corteza cerebral que hay en un milímetro cúbico de sustancia gris, llegaríamos a las cincuenta mil”, observa Pérez.

35) Los adultos podemos producir neuronas nuevas. Ese proceso recibe el nombre de neurogénesis.

“En el cerebro adulto se pueden producir neuronas nuevas en dos localizaciones: el bulbo olfatorio y el hipocampo”, explica el neurólogo Pérez.

36) Al envejecer, perdemos la capacidad para retener nueva información, aunque seamos capaces de recordar con detalle sucesos pasados.

“Se cree que esto se debe a que las memorias más antiguas las almacenamos en la neocorteza, mientras que su formación y consolidación requiere de otra estructura, el hipocampo, que sufre una degeneración importante con la edad”, describe Pérez.

37) Después de usar durante varios días unas gafas que invierten los campos visuales, el cerebro la adapta y la vuelve a invertir para darle sentido.

“El cerebro modifica la forma en la que interpreta los estímulos que recibe en base a la experiencia”, añade el neurólogo Pérez.

38) En el 90% de los diestros, las áreas del lenguaje se distribuyen por el hemisferio izquierdo.

En el caso de los zurdos, que representan el 10% de la población mundial, la cifra se reduce hasta el 60%.

39) Cuando el médico golpea con el martillo en la rodilla, evoca un reflejo nervioso automático en respuesta al alargamiento de las fibras musculares.

“Las neuronas sensitivas recogen ese estiramiento, y la respuesta de las neuronas motoras es contraer el músculo, moviendo la pierna”, especifica Pérez.

40) Por suerte, las partes del cerebro no se activan todas a la vez.

“Para mover un brazo, por ejemplo, necesitamos que unos músculos se activen y que otros se relajen, de lo contrario, no lo podríamos mover. Lo más parecido a usar el 100% de nuestro cerebro en un momento determinado es una crisis epiléptica”, recuerda Pérez.

41) El flujo sanguíneo a una zona determinada del cerebro depende de su actividad en cada momento.

“Por ejemplo, solo cerrando los ojos se pueden ver cambios en el mismo cuando se estudian las arterias que irrigan los centros de la visión”, explica este neurólogo.

42) Un solo cerebro humano genera más impulsos eléctricos en un día que todos los teléfonos del mundo combinados.

“Todavía no está del todo claro cuántas neuronas tenemos, pero hay estudios que estiman que el número de neuronas se sitúa entre los 86.000 y 100.000 millones. Teniendo en cuenta que tienen unas grandes interconexiones entre sí, la comparación puede ser real”, explica el neurólogo Pablo Irimia, vocal del Área de Comunicación de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

43) Cada persona olvida, de media, el 90% de sus sueños.

“Hay que tener en cuenta que pasamos por distintas fases de sueño. Si una persona se despierta justo en la fase REM, es probable que recuerde lo soñado”, señala Irimia.

44) Un beso apasionado provoca las mismas reacciones químicas en el cerebro que el paracaidismo y disparar un arma.

“La liberación de neurotransmisores como la dopamina o la adrenalina en el cerebro es común para muchas reacciones distintas. Los neurotransmisores tienen un efecto activador, de forma que todas las actividades que supongan una sensación de euforia están mediadas por esos neurotransmisores, aunque sea en circunstancias muy distintas, ya que el cerebro funciona a través de mediadores químicos”, explica este neurólogo.

45) Cada segundo se producen 100.000 reacciones químicas en el cerebro humano.

“No está establecido en ningún estudio, pero teniendo en cuenta que tenemos un número altísimo de neuronas, cuyos estímulos se expresan a través de mediadores químicos, es lógico pensar que se produzca una reacción química en cada transmisión de información”, indica Irimia.

¿Se ha quedado con ganas de más? Hacemos 23.000 inhalaciones y exhalaciones todos los días. Los hombres producen cien millones de espermatozoides cada 24 horas, y cuando besamos, se nos acelera el pulso a más de 100 latidos por minuto. En la seguna parte de este artículo, repasaremos los datos más curiosos del corazón, los pulmones, la boca, los ojos, los genitales, el embarazo y la vida sexual. Muy pronto, en BUENAVIDA.

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