Cómo hacer que los frutos rojos duren 10 días sin estropearse
Disfrute del fresón, la grosella, la frambuesa, la mora, la fresa y los arándanos, en estado natural o en recetas dulces o saladas
Caben en la palma de la mano, pero en la boca se hacen grandes, con un sabor entre dulzón y ácido muy grato y delicioso al paladar. Uno de ellos, el fresón, se encuentra ahora en pleno auge, un híbrido que nació en Europa durante el siglo XVIII a partir del cruce de dos tipos de Fragaria (el género al que pertenece) llevado a cabo por botánicos franceses, en concreto de Brest, en 1776. A partir de ahí, “casi todos los fresones que se consumen en el mundo provienen de esa mezcla de variedades, como los que se cultivan en Huelva, la mayor zona de producción en España (y que se exportan a media Europa)”, aseguran desde Carrefour. Esta fruta de un apasionante color rojo por fuera y por dentro, posee un alto valor nutricional, es muy rica en vitamina C y es baja en calorías.
La fresa, que también comienza su temporada, es hermana del fresón, pero no es lo mismo… Su tamaño es más pequeño, por fuera también es de un rojo apabullante, pero por dentro su carne es blanquecina y su sabor es más punzante que el del fresón. Es muy agradecida en vitamina C y minerales y unos 200 gramos aportan apenas 66 calorías. Lo mejor (como pasa con la mayoría de las frutas) es zampárselas así, al natural, y disfrutar de su sabor al cien por cien. Pero también puede degustarlas en gazpacho (sustituyendo a los tomates), con bacalao ahumado o, sí, un clásico: con chocolate negro.
Las minúsculas y tersas bolitas rojas o negras (incluso las hay blancas) responden al nombre de grosellas y en su interior abundan la fibra, el potasio y el calcio. Al igual que el resto de frutas del bosque, conviene no lavarlas hasta el momento de ser consumidas y lo idóneo es hacerlo en tres partes de agua y una de vinagre. Luego toca secarlas, hasta la extenuación con papel absorbente, y guardarlas en la nevera con papel secante en una tarrina, dejando una pequeña esquina abierta.
Así los frutos rojos pueden durar hasta unos diez días en perfectas condiciones, pero eso sí, de vez en cuando conviene echarles un vistazo. Las moras, frambuesas y arándanos también abundan en vitamina C, son muy bajas en calorías (cómo no) y todo un lujo campestre cogerlas directamente de las plantas y comérselas al momento. Pero, para disfrutar de ellas, “aún faltan unos meses, no sea impaciente”, recuerdan desde Carrefour.
Fresones con rúcula y parmesano
Sí, lo repetimos, solos, al natural, están deliciosos, pero ahí va una receta ingeniosa, muy fácil de preparar y que resulta un primer plato saludable: en lasaña con rúcula y parmesano. Hidrate las placas de lasaña y luego, entre ellas, disponga las frutas cortadas finamente, la rúcula y pequeñas muescas de parmesano. Lo aliña todo con una suave vinagreta, y a la boca.
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