Perdón extracontable
Importaba pronunciar esa oración; y se atendió tanto a tales términos que quizá se desvaneció la atención hacia los que venían después
Las palabras exactas que se eligen para pedir disculpas dicen mucho acerca de la sinceridad de quien las pronuncia y de la certeza que tiene de sus errores.
Por ejemplo, la conjugación en subjuntivo tiende a alejar la responsabilidad del sujeto hablante. No es lo mismo "pido perdón por los errores que haya podido cometer" (subjuntivo) que "pido perdón por los errores que he cometido" (indicativo). En el primer caso se duda de los errores, y en el segundo se asumen.
Otra manera de alejar gramatical y psicológicamente la acción sucedida de la acción representada en el lenguaje consiste en intercalar la preposición por y la conjunción condicional si.
La Generalitat de Cataluña ha pedido disculpas tras hacer pública la colaboración entre su instituto de Turismo y el Fútbol Club Barcelona. El lema de la campaña impulsada por ambas entidades decía: "Si sientes el Barcelona, sientes Catalunya". Esa identificación entre Cataluña y uno de sus clubes (incluir es siempre excluir) disgustó a otras entidades deportivas catalanas, como el Espanyol en fútbol y el Joventut en baloncesto. La Generalitat les respondió en un tuit: "Pedimos disculpas por si alguien se ha sentido afectado por la noticia de la colaboración entre el Barça y Turismo de Cataluña".
Para empezar, lo que puede haber causado malestar, según el minicomunicado, es "la noticia"; y no el acuerdo mismo que privilegia al Barcelona. Y para seguir, se piden disculpas por si alguien se ha sentido molesto, y no por haber molestado a alguien. De ese modo, se pone en duda que el convenio suscrito moleste objetivamente a otros clubes catalanes, y se reduce lo ocurrido a una cuestión subjetiva: ...si alguien se ha sentido molesto. Algo parecido a pisar a otro en la calle y pedir luego disculpas por si alguien se ha sentido pisado.
Un tercer aspecto de la petición sincera de perdón se refiere a los verbos y sustantivos que le siguen. "Pido perdón por...". ¿Para qué hechos concretos se solicita en cada caso el perdón?
Dolores de Cospedal pidió perdón el lunes 16 en el Congreso. Importaba mucho pronunciar esa oración ("pido perdón"), y se atendió tanto a tales términos (noticiosos, sin duda) que quizá se desvaneció la atención hacia los que venían después.
Cinco veces dijo "pido perdón", pero en ninguna de ellas le siguieron palabras como "por las negligencias y las mentiras en el accidente del Yak-42", o "por haber añadido dolor innecesario a los familiares"... No. Pidió perdón "por no haber reconocido con anterioridad esta responsabilidad patrimonial del Estado"; o "por los errores en la identificación de los cadáveres" (donde "errores" suplanta a "engaños deliberados"). Y aseveró De Cospedal: "La responsabilidad objetiva del Estado sobre el Yak es una cuestión importante de reconocimiento, de reparación moral, y no tengo ningún problema en pedir perdón en nombre del Estado por no haberlo reconocido antes". De ese modo, la "responsabilidad" (que no la culpa) se le endilga al "Estado" (que no a personas o partidos).
Eso es un avance, desde luego; pero aún queda camino. A partir de ahora, podría continuar la ministra y secretaria general con algunos otros asuntillos, entre ellos el de la contabilidad extracontable. Eso sí, llamando a las cosas por su nombre; para que, aunque se trate también de una tardía petición en diferido, no parezca además un perdón en b.
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