7 fotosTú lleva las uvas y yo el ibuprofeno: la Navidad dispara las jaquecasTiempo de paz, amor… y migrañas. Siete cosas que producen dolor de cabeza en estas fiestas y cómo protegerse de ellasBuenaVida21 dic 2016 - 12:51CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceDe vacaciones, nada. Es tiempo de responsabilidades extra: comprar regalos, preparar cenas y comidas, llevar la vida social de un diplomático... No se sorprenda si al final de la jornada siente que la cabeza le va a estallar. Estudios como el de la Universidad de Duisburg-Essen (Alemania) confirman que hay una asociación entre el estrés y el dolor de cabeza. Contra eso, nada mejor que intentar relajarse. “Lo básico es aceptar que no tenemos superpoderes y que siempre habrá cosas que nos quedarán atrás”, aconseja la psicóloga Jara Pérez.Comer ligero en Navidad es algo que, probablemente, ni pueda ni quiera hacer. Sin embargo, alimentos como el queso curado, el marisco, la carne de cerdo, el chocolate y bebidas como las alcohólicas y el café se encuentran entre las desencadenantes más comunes de migrañas, según el Servicio Nacional de Salud de Estados Unidos. El magnesio, de acuerdo con un estudio del Headache Center de Nueva York (EE UU), contribuye a aliviarlas. Alimentos ricos en magnesio: espinacas, tofu, almendras, nueces, avellanas, aceite de oliva y pipas de girasol.Algunas llevan encendidas desde noviembre, anticipando la que se nos viene encima. Lo cual no es lo más recomendable para aquellos que sufren de migrañas. Como certifica el Servicio Nacional de Salud de Estados Unidos, para muchos de los que padecen estos dolores la sensibilidad a la luz está íntimamente relacionada con su problema. De hecho, la luz brillante puede contribuir a desencadenar un ataque de migraña. Si es su caso, evite en la medida de lo posible admirar obnubilado la decoración luminosa de calles y escaparates.Después de una noche bebiendo cerveza, vino, champán y licores, se despertará con la sensación de que alguien le taladra el cerebro. “No hay soluciones mágicas, más allá de mantenerse hidratado bebiendo mucha agua”, resume Lucía Martínez, dietista-nutricionista en Dime Qué Comes. Para los fuertes dolores de cabeza, mejor ibuprofeno que paracetamol. También existen algunos alimentos que ayudarán a sobrellevar la aciaga jornada. Y, en el horizonte, una esperanza: si hasta ahora la única vía eficaz de esquivar la resaca era no beber alcohol, unos investigadores han vaticinado que las bebidas sintéticas harán que para 2050 la resaca será cosa del pasado.Cuando la imagina, la estampa navideña le resulta entrañable, pero al cabo de un rato la actuación en vivo y en directo puede resultar insoportable para sus oídos… y su cabeza. Según un estudio de la Universidad Ludwig-Maximilians (Alemania), escuchar una o dos horas de música al día está asociado con el dolor de cabeza. Contra eso, Jara Pérez sostiene que “es recomendable buscar refugios, ya sean reales o simbólicos y tener algún amigo al que llamar para tomar algo cuando uno está muy saturado. Incluso inventar alguna excusa para poder ir a la habitación a leer un rato y desconectar”.Aunque la rutina sea la causante de algunos males modernos, tener un cierto control sobre las actividades diarias es beneficioso. “Algunas personas encuentran que los cambios en sus rutinas contribuyen a padecer migraña. Por ejemplo, cambios en sus patrones de sueño o causados por largos viajes pueden preceder un ataque. Incluso cambios placenteros como unas vacaciones pueden influir”, señala un documento del Centro Nacional para la Migraña del Reino Unido. “Lo mejor es marcarse un mínimo de horas de sueño al día e intentar cumplirlo. Si no puede hacerlo durante la noche, intente distribuir las horas a lo largo del día echándose alguna siesta”, aconseja Pérez.Cuando ya se haya acostumbrado a lidiar con las complicaciones navideñas, tendrá que enfrentarse con la abrupta reincorporación a la vida cotidiana. Enero es el mes en el que se producen más ataques de migraña, según un estudio de la Charité-Universitätsmedizin (Alemania), mientras que agosto es el mes con menor índice. Y cabe recordar que durante la primera semana de enero aún estamos en fiestas. Si al término de estas se siente más cansado que antes de las vacaciones, es normal: la ciencia le confirma que su cuerpo necesita otras vacaciones.