La hora de las sombras
EL ENORME lago Lemán ha visto emerger a dos de las más recurrentes pesadillas de nuestro tiempo. Por culpa de un clima desapacible que obligó a Mary Shelley a recluirse en el refugio suizo de Lord Byron, quien retó a sus invitados a idear una historia de terror, allí nació en 1816 el engendro de Frankenstein. Presente en aquella reunión en Villa Diodati, John Polidori, el médico personal del poeta, pergeñó durante aquel mismo “año sin verano” otro espeluznante relato, El vampiro, en cuyos renglones duerme el origen del Drácula de Bram Stoker. Junto al mismo Lemán se levanta el Museo Rath de Ginebra, que entre el 2 de diciembre y el 19 de marzo acogerá la exposición El retorno de las tinieblas. El imaginario gótico desde Frankenstein. A través de obras que van desde el siglo XIX al XXI, la muestra escarba en el influjo de monstruos, cadáveres, ataúdes, crucifijos o afilados colmillos en el arte –y la sociedad– contemporáneo.
Otra apuesta segura de la semana:
- Bill Murray es una leyenda urbana: un libro recoge el surrealista anecdotario vital del actor.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.