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Dakar promueve la justicia climática

Una plataforma ciudadana senegalesa crea SunuVillage, un festival que ofrece alternativas locales al desafío del calentamiento global

Taller creativo con residuos de plástico en el festival SunuVillage de Dakar.
Taller creativo con residuos de plástico en el festival SunuVillage de Dakar.Marta Moreiras
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No es una novedad. En Senegal el mar crece sin descanso y devora parte de la costa desde hace años. Además, cada vez hay menos peces, al menos eso aseguran los pescadores locales. El plástico y la basura están por todas partes. En el norte, las grandes sequías están desertificando las regiones del Sahel, cada vez más áridas. Las altas temperaturas y la escasez de agua complican cada vez más la situación y es necesario pasar a la acción. Ante este panorama, no sorprende que Alternatiba Dakar, un movimiento ciudadano que ofrece soluciones concretas contra el calentamiento global, haya nacido y esté cobrando fuerza en la sociedad senegalesa. Inspirados en Alternativa, una iniciativa de movilización social nacida en Bayona en el 2013 y que ha cosechado un gran éxito en Francia, aterriza en Senegal para unirse a la batalla global contra el cambio climático.

El 1 y 2 de Octubre se reunieron en Dakar decenas de asociaciones, ecologistas, activistas y ONG’s en defensa del medio ambiente con el fin de debatir la situación y ganar más presencia social entre los ciudadanos de Dakar para combatir el desafío climático. Bajo el lema “cambiemos el sistema, no el clima” nació SunuVillage, una aldea que ofrece numerosas alternativas al cambio climático. La iniciativa está coordinada por decenas de voluntarios que organizaron la primera feria callejera contra el calentamiento global en un país muy afectado por este fenómeno que deteriora a gran velocidad costas, bosques, reservas naturales y espacios urbanos.

SunuVillage, organizada en decenas de stands en la céntrica plaza del obelisco, ofreció durante todo el fin de semana debates, talleres, proyecciones y una gran variedad de alternativas al público senegalés. El festival persigue movilizar a la ciudadanía contra el calentamiento global, promover buenas prácticas que protejan el medio ambiente y que los ciudadanos descubran numerosas iniciativas “limpias, sostenibles y solidarias”.

“Hay una evolución natural del clima, siempre la ha habido. Pero el cambio climático que vivimos en nuestra era deriva de la actividad humana” asegura Mariama Diallo, antropóloga y coordinadora de SunuVillage “estamos aquí porque creemos que es importante promover un consumo responsable y una vida sostenible entre los ciudadanos. Es necesario que la gente conozca que existen alternativas y entienda que es tarea de todos luchar contra el calentamiento global”.

Los stands ofrecen propuestas de lo más variadas e innovadoras, como el uso de biogas que promueve Thecogas Senegal, una sociedad que produce biogas para uso industrial a partir de residuos. “Hemos construido una sociedad que consume de forma desmedida y el consumo genera muchos desechos. Vivimos rodeados de desechos, en el hogar, en las industrias, en la calle, y todo eso no se está aprovechando” declara Lamine Ndiaye, director de la compañía. “Nosotros proponemos una solución tecnológica que permite transformar los desechos en electricidad o en energía de forma general" El biogas es una energía limpia que respeta el medioambiente y reduce la cantidad de basura al utilizarla como materia prima para la elaboración del producto.

2.000 toneladas de residuos salen de Dakar cada día. El 30% son biodegradables y el otro 70% es reciclable

Según la Unidad de Coordinación de Desechos de Dakar, 2.000 toneladas de residuos salen de Dakar cada día. El 30% de éstos son biodegradables y el otro 70% es reciclable, es decir, prácticamente toda la basura que genera la ciudad es reutilizable, aunque la mayoría de veces se desaprovecha. “Todo aquello que sea biodegradable en el hogar, todo aquello que pueda aprovecharse, debemos reutilizarlo. Por eso estamos aquí, para contárselo a la gente, ya que mucha no lo sabe”, asegura Fatoumata Faye Camara, directora del programa agrícola de Thecogas. Está en SunuVillage junto a un colectivo de mujeres mostrando las ventajas de utilizar biogas en un horno industrial. Entre todas han instalado uno del que salen 640 piezas de pan y bollería en pocos minutos. “La puerta de entrada para un país en emergencia es a través de las energías renovables y la valorización de los desechos”, afirma Fatoumata con convicción.

Con el fin de aprovechar el plástico desechado, también han organizado varios talleres como el de reciclaje, creación y arte o el de transformación de desechos de plástico, con Mounganga Boulingui y con la artista Haby Diallo. Tanto niños como adultos han aprendido a reutilizar el plástico de una forma creativa y responsable.

Entre las propuestas energéticas también está presente ENDA Energie, una ONG que lucha contra la pobreza y promueve las renovables como base de un desarrollo social y económico sostenibles. Presente en África, en América Latina y en Europa, la ONG lucha contra la degradación social y medioambiental poniendo en valor las iniciativas locales. Entre los numerosos proyectos que desarrolla en Senegal, destaca Progres-Lait, la construcción de cien mini-plataformas solares en las zonas silvopastorales del norte y en la región de Kolda al sur de las que se benefician más de 2.000 pequeños productores. “La población estaba obligada a desechar la leche porque no tenía manera de conservarla debido al calor. Hoy pueden almacenar, conservar y transformarla en otros productos lácteos gracias a las plataformas solares. Además hemos formado a las mujeres en emprendimiento y comercio para que puedan desarrollar su actividad económica a partir de sus productos” afirma Ibrahima Seck, periodista y responsable del departamento de comunicación de ENDA Energie.

Fatoumata Diop, coordinadora de actividades de Nebeday, una de las asociaciones más reconocidas y comprometidas con el medio ambiente en Senegal, tampoco pasa desapercibida. Viene a presentar un nuevo producto que despierta mucho interés: el bio-carbón o carbón de paja. “La deforestación es hoy el principal factor del cambio climático y por eso hemos desarrollado esta alternativa. Además de ser respetuoso con el medio ambiente, el bio-carbón es más barato que el carbón vegetal, muy eficiente y, además, ayuda a evitar los incendios forestales” asegura Fatoumata. Nebeday es una asociación de gestión participativa de los recursos naturales con base en Toubacouta. Además de investigar alternativas contra la deforestación, organizan cada verano campañas de reforestación con la ayuda de la población local en la región de Fatick. “Este año hemos plantado más de 100.000 árboles. Y como sigue lloviendo, vamos a continuar mientras podamos". Plantan distintas especies como anacardos, ceibas o moringas. La moringa es otro de los productos que transforman y comercializan para recaudar fondos y financiar sus proyectos. “Tanto en hoja, como en polvo, la moringa tiene unas propiedades nutritivas excelentes, además de propiedades medicinales para el tratamiento de la diabetes y la hipertensión”.

Creemos que es importante promover un consumo responsable y una vida sostenible entre los ciudadanos

Mariama Diallo, coordinadora de SunuVillage

El programa del festival está cargado de contenidos de gran interés para el público senegalés, pero también sirve como punto de encuentro para quienes trabajan en proyectos energéticos, sociales y medioambientales en Senegal. En las conferencias y mesas redondas destacan temas como la gestión del bien común o el turismo solidario en Casamance; la economía social y solidaria o los acuerdos de partenariado económico UE-África, ¿un peligro económico y climático?; y una mesa de ciudadanía, democracia y libertad de expresión en la que se han tratado temas como el compromiso ciudadano, la juventud y el militantismo, los blogs y el periodismo ciudadano como una alternativa para la democracia, o la nueva ciudadanía en el “nuevo espacio social” propulsado por la revolución digital, conducido por Cheikh Fall de Africtivistes.

SunuVillage demuestra que Senegal no es una excepción y que los habitantes de Dakar están tan actualizados como preocupados por el devenir de nuestras acciones y las incongruencias de nuestro sistema, insostenible desde la base. Dakar es la primera ciudad en movilizarse por la justicia climática en África, y no será la última. El continente africano sufre las peores consecuencias del calentamiento global y, sin embargo, es de los menos responsables del desastre climático. Esta propuesta de alternativas supone un gran paso hacia la movilización y concienciación de la sociedad, y recuerda que todas las grandes transformaciones sociales y económicas pasan necesariamente por la implicación y la voluntad de todos.

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