El misterio de las 30 mujeres que colonizaron Madagascar
La isla africana fue ocupada hace tan solo 1.200 años por un grupo que recorrió más de 6.000 kilómetros para llegar
Madagascar es un país peculiar. No solo porque haya tenido un presidente que fue DJ o porque durante la pasada década se descubrieron 600 nuevas especies en su territorio. Esa isla gigantesca, del tamaño de la Península Ibérica, está a 416 kilómetros de África y, sin embargo, no fue colonizada hasta hace 12 siglos, y por indonesios, que tuvieron que recorrer más de 6.000 para alcanzarla. Prueba de aquella conquista improbable, además de su proximidad genética con malayos o polinesios, es el malgache, la lengua oficial del país, más parecida a las lenguas del sudeste asiático o de algunas islas del Pacífico que a cualquiera de las africanas.
Hace cuatro años, un grupo de investigadores de la Universidad Massey, en Nueva Zelanda, puso a prueba 40 millones de escenarios posibles en simulaciones informáticas para ver cuál explicaría mejor la composición genética de los habitantes de la isla en la actualidad. Investigaciones previas habían descubierto que el 30 % de los habitantes de la isla compartían la misma herencia mitocondrial, un tipo de ADN particular que solo se recibe de las madres. En una población normal, esa herencia compartida rondaría el 2%.
Una hipótesis plantea que se trataba de refugiados desviados de su ruta por una tormenta
Sus resultados, publicados en la revista Proceedings of the Royal Society, consideraban probable la llegada hace 1.200 años de un grupo de colonos entre los que habría 30 mujeres. Esta estimación coincidiría con cálculos previos que sugieren que la población malgache actual, de algo más de 22 millones de habitantes, surgió a partir de un grupo pequeño que se multiplicó con rapidez. Los autores también aventuraban que la ocupación indonesia de la isla no era parte de un gran plan de conquista sino que fue llevada a cabo por una pequeña partida humana, similar a la que durante la misma época colonizó Nueva Zelanda. Massey planteaba incluso que se tratase de un grupo de refugiados desviados de su ruta por una tormenta y llevados por las corrientes marinas hasta Madagascar. Eso explicaría la presencia de mujeres, normalmente ausentes en los barcos mercantes.
Esta semana, un equipo internacional de científicos ha anunciado el descubrimiento de nuevas evidencias con las que reconstruir la llegada de aquellos pueblos lejanos a Madagascar. En un artículo publicado en la revista PNAS, identifican restos de cultivos encontrados en yacimientos arqueológicos como arroz o un tipo de judías asiáticas. Estas serían, según los autores, las primeras pruebas de la colonización de la isla desde el sudeste asiático.
Su análisis, que incluyó casi 2.500 especies vegetales obtenidas en 18 yacimientos de Madagascar, sus islas vecinas y la costa este de África, trató de diferenciar si las plantas eran de origen africano o habían llegado de algún otro sitio, y observaron que la primera opción era más frecuente en terreno continental o en las islas cercanas. En Madagascar, sin embargo, se detectaron cultivos asiáticos que debieron ser introducidos entre hace 1.000 y 1.200 años. Ese alimento, que trajeron con ellos en aquel viaje, planificado o no, está ayudando a los científicos a reconstruir la odisea de las treinta mujeres que llegaron desde el este para colonizar (junto a los hombres que las acompañaron) la mayor isla de África.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.