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El tratamiento de la tuberculosis resistente se reducirá a la mitad

Una investigación logra una medicación que se toma nueve meses en vez de 20 y obtiene resultados positivos de un 80%, frente al 50% actual

Pablo Linde
Una enfermera de la clínica Lizo Nobanda en Ciudad del Cabo lleva comida a enfermos de tuberculosis.
Una enfermera de la clínica Lizo Nobanda en Ciudad del Cabo lleva comida a enfermos de tuberculosis.Alfredo Cáliz

La tuberculosis es la enfermedad infecciosa más mortal del planeta a pesar de que tiene cura en la inmensa mayoría de las ocasiones. En las últimas décadas, sin embargo, la bacteria desarrolló resistencia a los antibióticos que se usaban contra ella, lo que la convierte en un mal contra el que resulta muy difícil luchar. Los científicos llevan años probando combinaciones de fármacos para destruir a esta variante conocida como tuberculosis multirresistente (MDR-TB, por su abreviación en inglés), pero lo cierto es que lo mejor que han conseguido hasta la fecha dista de ser un remedio ideal: un tratamiento de 20 meses con dolorosas inyecciones y enormes efectos secundarios que solo es eficaz en alrededor de un 50% de los casos.

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Este jueves se ha presentado en la 46ª Conferencia sobre tuberculosis y salud pulmonar, que se está celebrando en Ciudad del Cabo, los resultados de una investigación que acorta el tratamiento a nueve meses con una efectividad del 80%, algo que puede revolucionar en los próximos años la medicación para esta variante de la tuberculosis que afectó a 480.000 personas el año pasado (un 5% de los casos).

El nuevo tratamiento, curiosamente, no aplica ninguno de los tres nuevos medicamentos que se han patentado en los últimos tres años para luchar contra la tuberculosis. Se trata de una combinación de algunos que se venían usando para frenar la enfermedad y otros que no estaban diseñados contra ella, pero que han resultado ser efectivos en este régimen.

La investigación se basó en una anterior que mostró este 80% de éxito en Bangladesh. A partir de ahí, The Unión (La Unión Internacional contra la Tuberculosis, organizadora del congreso) coordinó un estudio para comprobar estos resultados en nueve países de África central. Los resultados preliminares (habrá que esperar a los definitivos hasta junio de 2016, aunque no se esperan grandes variaciones) muestran que de los 507 participantes (el 21% también seropositivos), el 80,9% terminó con éxito el tratamiento, un 7,7% murió, se peridó la pista de un 6,5% y en un 4,9% hubo fallos en el procedimiento.

Los efectos más graves se han reducido con este nuevo tratamiento a un 2,7% de los casos

Arnaud Trébucq, investigador principal, se muestra muy satisfecho con los resultados del estudio y confía en que pronto pueda suponer un cambio en las recomendaciones internacionales para luchar contra la MDR-TB. Una de las ventajas, explica, es que los efectos secundarios "se reducen notablemente". Son un gran problema en este tratamiento, ya que con frecuencia causaban pérdida severa de audición, parálisis temporal, mareos, paranoias… Los efectos más graves se han reducido con este nuevo tratamiento a un 2,7% de los casos, aunque siguen siendo frecuentes vómitos y náuseas. “Lo preocupante es que esto puede provocar que los pacientes dejen de tomar algunas medicinas que les causan este malestar y el tratamiento deje de ser efectivo. En el estudio, los enfermos acudían cada mañana a una clínica a recibir los fármacos para asegurarnos de que lo seguían. La formación de los médicos y enfermeras es muy importante para concienciar a quienes siguen la terapia”, asegura Trébucq.

Esta investigación es un importante avance, pero sigue sin ser suficiente. Nueve meses sigue resultando un tratamiento largo, así que paralelamente se están desarrollando otros estudios destinados a rebajar aún más el tiempo de medicación para hacerla, al menos, equiparable a la que se aplica en la variante más extendida y básica de la enfermedad. Con este objetivo se están aplicando los nuevos fármacos que recientemente se han patentado. Quizás el más prometedor es el Pretomanid, que ya se está ensayando en varias combinaciones y eliminaría del cóctel de medicamentos las inyecciones, tremendamente dolorosas, según los pacientes que las reciben, y responsable de los efectos secundarios más graves, como la sordera.

Bandeja de medicamentos para el tratamiento de la tuberculosis extremadamente resistente.
Bandeja de medicamentos para el tratamiento de la tuberculosis extremadamente resistente.Alfredo Cáliz

En el nuevo tratamiento que se ha presentado en Ciudad del Cabo las inyecciones se reducen, pero se siguen usando durante cuatro dolorosos meses. I. D. Rusen, vicepresidente de The Union, explica que el mismo estudio en el que se basa (el que se hizo en Bangladesh) deja entrever la posibilidad de acortar el tratamiento de estos nueve a seis meses y prescindir de las inyecciones gracias al Pretomanid.

“A principios de 2016 comenzaremos a buscar candidatos en 10 países para conocer si realmente esto puede ser una realidad mediante un estudio con un millar de personas”, asegura Rusen. Tendrán que pasar casi dos años para conocer si realmente un tratamiento de estas características funciona, pero antes de eso es posible que el de nueve meses sea una realidad para quienes sufren la variante resistente de la enfermedad infecciosa más letal del mundo.

Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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