_
_
_
_
MIRADOR
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Tolerar lo ilegal

El diseño de nuestra economía ha sido masacrado por los abusos

David Trueba

Los españoles cometemos un pecado sectorial, entre algunos otros más veniales. Solemos mirar con desprecio los problemas de profesiones ajenas a la propia y así las reivindicaciones laborales solo nos parecen justas cuando son las nuestras. En la reciente guerra de los precios de la leche, muchos españoles se han encogido de hombros ante las angustias de nuestros vaqueros y han mirado hacia otro lado. La leche ha sido uno de esos productos que han completado un panorama perfecto de cómo funciona la economía irracional en la que estamos enfangados. Mientras nuestros medios de comunicación se rinden admirativos ante las grandes corporaciones que manejan el comercio en la Red, sin reparar en sus trampas fiscales y el daño irremediable a la creación de empleo, la batalla de la leche sonaba a antiguo. La denuncia de los productores, acosados por unos precios de adquisición intolerables, sonaba solo a reclamación de mayores subvenciones.

Por eso quizá sea bueno detenerse un instante en el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia en el que se avala la práctica comercial de la venta a pérdida en el sector alimentario. Según el organismo supervisor, en determinadas ocasiones esta práctica apoya la competitividad. La venta a pérdidas es un mecanismo para reventar a la competencia y su única estrategia se cifra en el tiempo. Quien es poderoso puede soportar un periodo de pérdidas si el beneficio de esta acción se resume en hacer descarrilar al vecino. Se trata de generar una presión comercial de tal calibre que la única perspectiva del rival sea aguantar también las pérdidas o finalmente cerrar por fuga de clientela. Porque hay clientes que prefieren pagar más por un producto en razón de la fidelidad a un local e incluso hay algunos que ante una mercancía puesta a disposición gratis siguen insistiendo en comprarla a su proveedor habitual, pero van quedando pocos.

Gracias a esa venta a pérdidas hemos visto cerrar pequeñas tiendas de fabricación cuidadosa y someter al campo a una ley salvaje donde solo se podía sobrevivir con trampas. El comercio particular ha sido incapaz de soportar la presión de los gigantes de la distribución. El diseño de nuestra economía ha sido masacrado por los abusos y frente a los países que mejor disciplinan el libre mercado con las regulaciones imprescindibles para que sea de verdad libre, nosotros hemos sido unos alumnos vagos y corruptos, convencidos de que la protección es un delirio antimoderno y que cualquier sector profesional distinto al nuestro no merece ni un guiño de solidaridad.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_