Ni Mark Zuckerberg consigue hacernos leer (de momento)
Year of Books, el club virtual de lectura creado por el director ejecutivo de Facebook, no ha tenido el éxito que esperaba
Una noche, en otoño de 2010, Adriano, un amigo italiano, me pidió que fuera a su casa de Palo Alto. Residía en la mansión de una rusa reconvertida en californiana cuyo patio colindaba con la casa de Mark Zuckerberg. Aparecí allí y me llevó al patio para que escuchara la conversación de sus vecinos –por entonces yo contaba en un blog la maravillosa vida de la gente del lugar–. Un coach –hay para todos los gustos en Silicon Valley– enseñaba al dueño de Facebook cómo matar animales sin hacerlos sufrir. Me pareció de un esnobismo gratuito hasta que, el 1 de enero, Mark anunció su propósito de año nuevo: comer únicamente la carne de los animales que él fuera capaz de matar con sus propias manos.
Desde entonces empecé a prestar atención a los propósitos de año nuevo de este prohombre. A saber: usar corbata, aprender chino mandarín… y el último, para 2015, leer un libro cada dos semanas. Así fue como el 5 de enero me apunté a Year of Books, el club virtual de lectura creado por Zuckerberg en Facebook para comentar los libros que él mismo escoge para su reto. Zuckerberg anunció que sacrificaría “su dieta de medios de comunicación” y dedicaría ese tiempo a leer libros porque le parecía que le ofrecían “un conocimiento más profundo”.
A la industria editorial se le pusieron los dientes largos cuando se comprobó el efecto Zuckerberg. Su primera elección, el libro de Moisés Naím El fin del poder vendió 13.000 ejemplares a partir de la noche del viernes en que Mark lo eligió. Había nacido un nuevo Mesías, capaz de crear un best seller en dos semanas. Todos esperábamos el día D. El creador de Facebook tiene casi 30 millones de amigos y la mayoría anunció que leería en 2015 junto a su guía espiritual.
El encuentro en cuestión solo dio para 240 comentarios. Muchos de ellos no habían pasado de la primera página
Pero, ¡ay!, a la cita en la que Mark apareció con el autor solo acudieron 137 almas y ni siquiera todas se habían leído el ensayo de 320 páginas sobre el poder. Un texto que para ser completado para la fecha del reto requería leer 23 páginas diarias. El encuentro en cuestión solo dio para 240 comentarios, muchos de ellos tan genéricos que revelaban que ni siquiera habían pasado de la primera página, otros simplemente se quejaban por la imposibilidad de encontrar un PDF gratuito (y pirata) del libro y no pocos solo perseguían conseguir una evidencia de contacto con Zuckerberg, aunque fuera en la leve virtualidad de su club de lectura.
Los más críticos dijeron que el propio informe de lectura de Zuckerberg parecía un “paper universitario poco inspirado” que revelaba que el chico no había sido nunca un gran lector. El diario The Washington Post opinó que el libro escogido no había sido muy apropiado por extenso y abstracto.
Pero Mark, haciendo gala de la buena relación que, según los mandamientos de Silicon Valley, tienen los líderes de Internet con el fracaso, continúa su reto de 2015 y para el próximo encuentro ha elegido un libro todavía más largo: 834 páginas. Se trata de Los ángeles que llevamos dentro (Paidós, 2012), de Steven Pinker. Lo elige porque dice que gente de su confianza le ha asegurado que es lo mejor que han leído. Eso sí, ha ampliado el plazo a un mes para terminarlo. A ver si ahora lo consigues, querido Mark.
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