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ESPACIO

Dos pequeñas misiones espaciales europeas se desarrollarán bajo responsabilidad española

Rajoy destaca el aumento de la inversión en la ESA hasta 152 millones de euros anuales

Ilustración de los dos satélites de la misión Proba 3.
Ilustración de los dos satélites de la misión Proba 3.ESA

Dos empresas españolas, por primera vez, asumen la responsabilidad de la construcción e integración, como contratistas principales, de dos misiones de la Agencia Europea del Espacio (ESA). Una es Proba 3, un proyecto de ensayo de tecnologías que constará de dos artefactos espaciales volando en formación, de la que se encargará la compañía Sener; la otra es Cheops, en manos de Casa Espacio (del grupo Airbus Defence and Space), un telescopio para detectar y caracterizar planetas extrasolares. Está previsto que ambas sean lanzadas en 2017.

Ilustración del telescopio espacial Cheops.
Ilustración del telescopio espacial Cheops.ESA

Son dos misiones pequeñas: la primera de 96,5 millones de euros y la segunda del tipo de hasta 150 millones (26 es la contratación española), frente entre 600 y más de mil millones de las grandes misiones espaciales europeas. Pero el hecho de que dos empresas españolas hayan sido elegidas como contratistas principales supone un importante reconocimiento para el sector. La firma formal de los contratos (acordados el pasado verano) se realizó hoy en un acto celebrado en el centro científico de la ESA, ESAC, en Madrid, en ocasión del 50 aniversario de las dos instituciones espaciales europeas (ELDO y ESRO) de las que nació la ESA, en 1973. Al acto asistieron el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, así como el director general de la ESA, Jean -Jacques Dordain, el ministro de Industria, José Manuel Soria, el astronauta Pedro Duque, directores de empresas y personalidades del sector.

Rajoy recordó que España dedicará 1.368 millones entre 2015 y 2022 a programas de ESA, unos 152 millones al año, tal y como se aprobó en julio pasado. Esto supone un importante respiro de financiación frente a los recortes de los últimos años: en la última reunión ministerial de la agencia, celebrada en Nápoles en 2012, la delegación española apenas suscribió nuevos proyectos, dejando a numerosas industrias del sector fuera de los contratos consiguientes. Por eso el compromiso de inversión para los próximos años fue una buena noticia entre los empresarios, aunque su cuantía está lejos de los 677 millones en tres años (unos 225 anuales) con los que se comprometió España en 2008, en la reunión ministerial de la ESA celebrada en La Haya, sin olvidar que, con los recortes de los años inmediatamente posteriores, esos compromisos se convirtieron, en gran medida, en deudas. En la  reunión de nivel ministerial de la ESA, que se celebra a principios de diciembre en Luxemburgo, la delegación española contará con 344 millones de euros para suscribir programas nuevos a desarrollar en los próximos años.

“La investigación científica crea bienestar y riqueza social y es un pilar fundamental de la competitividad”, declaró el presidente del Gobierno en su discurso. Resaltó que “España tiene vocación e inquietudes científicas” y apuntó que es la décima potencia mundial por producción científica (ocupaba el noveno lugar, en 2012). Rajoy destacó que el sector espacial es “estratégico”, con alta productividad y alto valor añadido. Dordain, por su parte, destacó que España “es uno los cinco países mayores contribuyentes de la ESA” y afirmó que su industria es “muy competitiva”, como demuestran los contratos firmados para Proba 3 y Cheops.

En Proba 3 la española Sener lidera un consorcio de empresas europeas de más de 10 países. Es trata de una misión de ensayo de tecnologías, aunque también realizará observaciones científicas con un coronógrafo a bordo para tomar datos de la corona del Sol. El objetivo es “ensayar maniobras en el espacio con dos satélites, separándose y acercándose entre sí siguiendo una órbita muy elíptica alrededor de la Tierra. Se tendrán que alejar hasta 150 metros, manteniendo su posición relativa con una precisión de un milímetro”, explicó Diego Rodríguez, director del Departamento de Espacio de Sener. El vuelo en formación permitirá en el futuro componer grandes telescopios espaciales con varios detectores separados que conserven su distancia relativa estable y así “evitar el desarrollo de pesadas y voluminosas estructuras desplegables con las que se penalizan económicamente los lanzamientos”, señala la empresa.

Cheops Forma parte del programa científico de la ESA y su objetivo es hacer el seguimiento del brillo de estrellas para ayudar a determinar el radio de planetas que tengan a su alrededor. En este tipo de pequeñas misiones de bajo coste, la ESA aporta hasta 50 millones de euros y el resto (hasta 150 como máximo) lo ponen los países que deciden implicarse en ellas. En este caso, la cámara la desarrolla Suiza y España aporta la plataforma, es decir, el satélite, así como la integración en ella del instrumento científico. España tendrá también el centro de control, que supondrá una inversión añadida de unos tres millones de euros, pero aún no se ha firmado el contrato, según fuentes del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). Antón Cuadrado, director de Casa Espacio, destacó la importancia de “las responsabilidades adquiridas como contratista principal e integración de satélites” que supone la misión Cheops. Llevará una plataforma que es una adaptación de la desarrollada para el satélite español Ingenio (cuyo lanzamiento, ya retrasado, se vislumbra ahora para 2017), “con las mismas prestaciones pero reduciendo el tamaño y masa”, comentó Cuadrado.

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