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La expansión del virus del ébola
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Todas las manos son pocas para parar el ébola

Oxfam Intermón reclama la intervención del Ejército español en África para frenar la expansión de la enfermedad

Sonia Mackay

En este momento no hay un rincón en España donde no se hable del ébola. Para nosotros, esta enfermedad tiene nombre y apellidos: Teresa Romero. Aunque es normal que reaccionemos ante un peligro cuando lo creemos cerca, tenemos que tener la mente clara para saber cómo combatirlo. El ébola se combate en África, es allí donde está el peligro. Se puede combatir y vencer pero hay que hacerlo ya y todas las manos son pocas para parar esta enfermedad.

Probablemente todos estemos oyendo las cifras del ébola en África, más de 8.000 personas afectadas y más de 4.000 muertos. Además, 2.000 niños se han quedado huérfanos y la Organización Mundial de la Salud prevé que en diciembre haya 10.000 casos por semana si no se ponen urgentemente todos los medios para pararlo. Hablamos de miles de Teresas Romero a la semana. ¿Somos capaces de hacernos una idea? Pero ellos no tienen ni el sistema de salud, ni las condiciones sanitarias y alimentarias que tenemos en España.

Por eso organizaciones como Oxfam Intermón levantan la voz para decir que todas las manos son pocas, que el ébola está en África y es allí donde hay que poner toda la atención y todos los recursos. Está en manos de todos con nuestras contribuciones pero, sobre todo, está en manos de gobiernos como el español.

Si se ponen todos los medios médicos, militares y económicos en África ahora, se puede contener la enfermedad en 60 días

España tiene la responsabilidad de contribuir en la lucha contra el ébola y para hacerlo tiene que poner más fondos —hasta el momento sólo ha invertido poco más de medio millón de euros—. Tiene que mandar equipos médicos y especialistas, tiene que poner al servicio de la ayuda internacional todos sus medios, incluyendo facilitar un puente aéreo en Canarias para el transporte de alimentos, herramientas y personal a la zona afectada. Y sí, también tiene que movilizar a los militares para contener la enfermedad en África.

No es común que organizaciones como Oxfam Intermón pidan que los soldados realicen tareas de ayuda humanitaria, pero sí lo hacemos cuando consideramos que son el último recurso, lo hacemos si la situación es extraordinaria. El ébola en África lo es y el Ejército tiene una capacidad de despliegue y unos recursos con los que no cuentan los civiles. El Gobierno siempre ha valorado el papel de los militares españoles en zonas de crisis, pues este es el momento de demostrar que realmente van donde se les necesita. Es importante que España envíe apoyo logístico y médico a los países afectados para frenar la transmisión de la enfermedad.

No podemos llegar a tener 10.000 Teresas Romero a la semana en el continente africano, como prevé la OMS

Pero cuando las organizaciones humanitarias piden que intervengan los soldados siempre lo hacen bajo unas condiciones innegociables. La intervención debe hacerse bajo coordinación de las instituciones de desarrollo, tanto en España como en la región. Debe asegurarse que los militares respetan los principios humanitarios de neutralidad, independencia e imparcialidad, distinguiéndose de las fuerzas de batalla y de seguridad. En ningún caso estamos pidiendo que España envíe al Ejército para garantizar la seguridad en los países afectados por el virus, esto es responsabilidad de las autoridades de Sierra Leona, Liberia y Guinea. Finalmente, la presencia militar debe estar muy acotada en el tiempo y tiene que haber una clara estrategia para traspasar sus funciones a los medios civiles cuando ese periodo termine.

Según Naciones Unidas, si se ponen todos los medios médicos, militares y económicos en África ahora, se podría contener la enfermedad en 60 días. Es responsabilidad de los gobiernos como el español conseguir que se logre. Tanto los poderes públicos como los mismos ciudadanos somos capaces de ver que no podemos llegar a tener 10.000 Teresas Romero a la semana en África.

Lara Contreras es responsable de relaciones institucionales de Oxfam Intermón.

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