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Columna
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“He sido un bocazas”

Con O’Leary solo había dos caminos: el provocador de siempre o un descubrimiento tras esa fachada

Cuando vi que El País Semanal entrevistaba a Michael O’Leary (9-2-2013), solo cabían dos opciones: que la entrevista fuese por el camino que emplea O’Leary cuando suele aparecer en público (provocación, bufonadas…) o que demostrase que detrás de la fachada hay cosas que a simple vista no vemos y donde debamos entender el éxito de su modelo de negocio. Al final, el entrevistador con acierto nos llevó a la segunda opción y nos trajo un personaje distinto y con mensajes más que interesantes (algo, más bien mucho, tendrá que ver en el éxito de su compañía que todos critican, pero en la que muchos hemos volado). Me quedo con dos frases que dan que pensar: “No, trabajé duro, pero también comprobé que cuanto más duro trabajaba, más suerte tenía” y “No siempre uno consigue lo que quiere”. Muchas gracias, señor Ruiz Mantilla, de nuevo por sacar del entrevistado lo máximo posible y sorprendernos con las aristas que cada personaje puede mostrar con las preguntas y un planteamiento apropiado.

Billy el Niño

Por Maite Vela, (correo electrónico).

Como cada domingo, lo primero ha sido buscar el artículo-imagen de Juan José Millás en el suplemento El País Semanal, en esta ocasión sobre ese personaje apodado Billy el Niño (16-2-2014) en el que empieza diciendo que parece un atracador de gasolineras. A primera vista podría ser, pero si nos fijamos en los detalles, veremos que este tipo lleva una gorra de lana muy británica, un buen abrigo de espiga y una corbata que hace intuir un traje y camisa. ¿Un atracador de gasolineras? No creo, es algo peor. Tengo dos dudas: ¿la pistola que dice que conserva es suya o es de la policía? ¿Cobra un sueldo o una pensión del Estado pagada por todos nosotros incluidas sus víctimas? La vida es muy dura.

Engaño intencionado

Por Adolfo García Parra, (Madrid).

Leía con detenimiento el artículo Juro no decir nunca la verdad, de Javier Marías (El País Semanal, 9-2-2014), y me decía para mí: este es un gran título para cualquier novela, obra o película a la que acudan más de dos personas. Mayo está a la vuelta y también las elecciones europeas…

Si una mentira es una declaración realizada por alguien que tiene la convicción de que es falsa en todo o en parte, esperando que los oyentes le crean, ya entiendo la importancia de que en los mítines las plazas de toros, los campos de futbol, etcétera, estén siempre llenos. Mentir implica un engaño consciente. Además demuestra inmadurez en ciertas circunstancias. Según diversos estudios, los mentirosos patológicos tienen en torno a un 14% menos de materia gris, y por ello son menos propensos a preocuparse por asuntos morales. Si esto es verdad, decididamente voy a pensar a cuántas elecciones o mítines asistiré.

Claridad de pensamiento

Por Miguel Rodríguez, (Carranque, Toledo).

Leo con frecuencia opiniones acerca de las certeras palabras de Javier Marías sobre la situación actual del país y los sinsentidos por parte de algunos políticos. Sus artículos, de algún modo, deben aliviar la indignación y desesperación de parte de la población. Pero ya no son suficientes sus palabras. Por ello le pido que él y otras mentes de equivalente lucidez se unan y lideren un plan con el objetivo de conseguir el cese de gobernantes cuyo único afán es la avaricia. Solo personas con su claridad de pensamientos pueden conseguirlo.

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