_
_
_
_
ESPECIAL CASA

En el hogar del diseñador Aldo Cibic

Situada en el corazón de Vicenza, en ella el trabajo se confunde con la vida doméstica El arquitecto ha conseguido que su casa sea reflejo de su máxima: decir mucho con poco

Anatxu Zabalbeascoa
Mads Mogensen

Ian, el hijo de Aldo Cibic, ha cumplido 14 años. Y la familia ha abandonado su casa de campo, en el Veneto, y se ha mudado a vivir al centro de Vicenza. “Yo era feliz en el campo, pero él ha decidido por nosotros”. No bromea Cibic. Su mujer, Cynthia, es estadounidense, y durante años el niño quiso vivir en San Francisco con sus primos. Sin embargo, llegado el momento de partir, decidió que prefería quedarse en Italia, “porque aquí está la ciudad vieja”. Instalados en el centro histórico, hoy tienen “todo lo que necesitamos en un radio de 50 metros”, explican.

 “Hemos perdido espacio y ganado cercanía”. También han perdido el jardín, “pero utilizamos la ciudad para pasear”, asegura Cibic. Cuenta que muchas mañanas se baja a los bancos del parque a leer el periódico al sol. Esa ha sido la clave de la mudanza: cinco minutos para el colegio o la posibilidad de ir a tomar un helado con amigos.

Hemos perdido espacio y ganado cercanía". la calve de la mudanza: el colegio a cinco minutos

Dentro de la casa, el arquitecto ha hecho buena su máxima de decir mucho con poco. Explica que buscó un buen pintor y arañó de las paredes “décadas de pintura y papel pintado para encontrar el alma de la casa”. También que les gusta mezclar lo viejo con lo nuevo. Ahí están los prototipos de los taburetes rojos que ideó para Serralunga o las lámparas y las mesas diseñadas para Paola C.

La casa es decadente, pero acogedora, y ahora, tras la sesión de desconchado, también luminosa. Él insiste: “Adoro que no haya barreras entre mi vida y mi trabajo. Me podría pasar toda la vida en el salón de mi casa. Creo que las casas del futuro serán pequeñas, pero llenas de estímulos. Que los grandes espacios serán públicos, que se podrán compartir”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_