La Universidad agoniza

Me pregunto si mi hijo de tres años tendrá la oportunidad de aprender cosas como las que yo aprendí en la Universidad: si le mostrarán la vital importancia de la lectura, si le enseñarán a ser crítico y a separar la paja del grano, la verdad de la mentira o el barro de la madera. Sé que al liberalismo atroz, al yugo del pensamiento único basado en el dinero, no le interesa formar gente capaz de pensar. Es mejor formar trabajadores que gasten el dinero en consumir sin más. Es mejor que no piensen y así teledirigir su opinión, como ocurre desde hace años en Telemadrid y ahora en RTVE.

Trabajo en una importante biblioteca privada y veo cada día profesores universitarios que vienen a buscar en nuestro fondo libros que su departamento no compra porque no tienen dinero ni para los folios.

La Universidad como yo la conocía, la pública, está dejando de existir. Algunos de aquellos profesores de la Facultad de Filosofía de la Complutense en los años noventa ya auguraban un futuro así. Decían que el pensamiento crítico terminaría por desaparecer y que un día usarían aquel edificio tal vez como almacén. Confieso que entonces no veía la amenaza. Ahora sé que la universidad agoniza y que si ella muere, todos moriremos un poco porque seremos menos libres.— Juan Carlos García Garrido.