Prohibido alimentar a animales vagabundos en la calle

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado esta mañana un proyecto de ley que endurece la legislación de protección animal vigente, sin actualizar desde 1990. La nueva normativa regional, que será remitida a la Asamblea para su aprobación, eleva las sanciones, que oscilarán entre los 300 y los 30.000 euros, e incluye nuevas infracciones para mejorar la protección animal.

Alimentar animales vagabundos o salvajes (como las palomas de los parques), ejercer la mendicidad con ellos y no informar sobre su pérdida o muerte será considerado una falta leve y estará multado con desde 300 hasta 1.500 euros (hasta ahora eran entre 30 y 1.200 euros). Los dueños tendrán tres días para comunicar a la administración el extravío, muerte o cambio de titularidad de su mascota y el mismo plazo para recogerlos en los centros de acogida si se han perdido, abonando los gastos causados por su recogida, estancia y cuidados veterinarios.

Se introduce la falta muy grave

Falta grave será fomentar comportamientos agresivos en los animales, mantenerlos en condiciones que supongan sufrimiento para el animal o no proporcionarles los tratamientos veterinarios necesarios. Además, pasa a considerarse infracción grave (antes leve) no identificar correctamente a los animales. La sanción en estos casos pasa de los 1.201-2.400 euros actuales hasta los 1.501-6.000 euros de la nueva normativa. La grabación de imágenes de contenido cruel o que supongan maltrato animal será falta muy grave y estará castigada con hasta 30.000 euros (frente al máximo de 15.000 euros actuales).

El objetivo, según ha explicado en rueda de prensa la consejera de Medio Ambiente, María Isabel Mariño, es regular la proliferación de especies exóticas y mejorar el tratamiento a los animales domésticos y a los abandonados. A juicio de Mariño, se trata de actualizar una norma "un poco anticuada y un poco obsoleta".

"Está ley se ajusta a la nueva realidad social", ha explicado Mariño, quien ha insistido que se castigará el abandono y se vigilará la proliferación de animales exóticos que en muchas ocasiones han cruzado la frontera de forma ilegal. "Recordar el caso del hombre que fue mordido por una gran serpiente", ha manifestado Mariño. Así, entre las prohibiciones expresas se incluyen las relacionadas con "animales potencialmente peligrosos", como algunas serpientes o víboras, que "no se van a poder tener". Además, se amplían los casos en los que se puede ordenar la retirada cautelar de un animal. "Habrá que vigilar a los que tienen víboras o animales peligrosos", ha agregado la consejera que en un momento de la explicación ha llamado a los animales "bichos".

La nueva legislación también impedirá la exhibición de animales en escaparates de las tiendas y fomentará la adopción de mascotas. Además, la ley prohíbe la entrada de animales en zonas destinadas a juegos infantiles y solo será posible vender cachorros cuando éstos tengan dos meses de edad. Los comercios deberán entregar al comprador toda la información necesaria sobre origen, características, manejo, posibilidad de transmisión de enfermedades y tamaño alcanzado en estado adulto.

En la región hay 400.000 propietarios de animales y más de dos millones de personas tienen trato directo con mascotas. Según Mariño, el volumen de gasto que conlleva este sector en la región asciende a 144 millones de euros anuales. Tan sólo los gastos derivados del abandono de animales desde 2006 han supuesto para las arcas regionales 15,6 millones de euros.