El Gobierno permite que los cazadores maten "perros errantes"

El presidente de la Sociedad de Cazadores de Morata de Tajuña admitió ayer que el permiso para cazar perros "errantes", que les ha concedido la Consejería de Medio Ambiente, es "una burrada". La Sociedad Protectora de Animales de Madrid se queja de que esta situación va en contra de la Ley de Protección de Animales Domésticos, pero la consejería asegura que no se incumple ninguna normativa.

En tres bares del centro de Morata de Tajuña (5.600 habitantes), se podía contemplar hasta ayer un cartel de la Sociedad de Cazadores de dicho municipio que decía: "Tenemos permiso para matar perros errantes con armas de fuego". Los cazadores morateños han dispuesto hasta ayer de 10 permisos de la Consejería de Medio Ambiente para cazar perros asilvestrados, es decir, salvajes y vagabundos, en el coto de caza existente en este municipio, situado a 38 kilómetros al sureste de Madrid.

Según el presidente de la sociedad, no se ha llegado a entregar ninguno de los permisos y asegura que no han actuado "de mala fe" ni han cometido "ningún delito", pero admite que el poder matar perros de esta manera "es una burrada". Sin embargo, fue la propia sociedad la que pidió, como cada año, el permiso."Tenemos que pedirlos todos, porque si no el año que viene no nos los darán", indican. La autorización, que entró en vigor el pasado lunes, sólo servía dentro del coto de caza, aunque no se especificaba en el cartel.

Arancha Sanz, portavoz de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, calificó el asunto como "una salvajada". "Rompe la Ley de Protección de Animales domésticos de la Comunidad de Madrid, ya que a un perro se le debe recoger y llevar a un veterinario para que certifique si tiene dueño o no y, en caso de que hubiera que sacrificarlo, debe hacerse en condiciones adecuadas para que el animal sufra lo menos posible", añade.

Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente explicó que estos permisos están dentro de la Ley de Caza y Cotos de Madrid, y que no entran en conflicto con la de Protección de Animales, ya que los perros errantes o asilvestrados, afirman, son salvajes. "Se trata precisamente de proteger a los otros animales y a la flora de la zona, ya que estos perros están incontrolados y los perjudican", afirman fuentes de la consejería.

Recogerlos, no matarlos

La diferencia entre los perros asilvestrados y los que se hayan podido perder la tienen que juzgar los propios cazadores. Aunque éstos afirman reconocer perfectamente a cada uno, en caso de error no habría manera de poder solucionarl

o.

En el pueblo, muchos vecinos se muestran sorprendidos. "Imagina que se me escapa el perro y me lo matan", señala una vecina de Morata. La alcaldesa en funciones, Ana Isabel Yanguas, también está muy sorprendida. "Vamos a mandar un escrito a la Consejería de Medio Ambiente, porque nos parece que no se puede dar este tipo de permisos a la ligera. No creo que en este pueblo haya un problema tan grave como para tomar esta solución". Medio Ambiente replica que este permiso se circunscribe únicamente al coto de caza y que "siempre se hace un estudio para ver si existe ese problema".

Pero la mayoría de los morateños está de acuerdo en que no hay tantos perros como para llegar a matarlos, ni siquiera en el campo. Todos coinciden en que lo que hay que hacer es recogerlos, pero insisten en las deficiencias de la entidad encargada de hacerlo, la Fundación Arca de Noé.

Jesús es un morateño de 60 años, cazador "desde siempre". Dice que en la fundación le pidieron dinero por dejar a un perro que encontró. La alcaldesa en funciones reconoce que recibe muchas quejas. La fundación se comprometió hace más de 10 años a recoger los animales perdidos a cambio de los terrenos para instalarse. "Cuando les llaman de la Policía Municipal, no hay ningún problema, pero, al parecer, la encargada del centro se queja de que algunos vecinos, cuando se cansan de sus animales, intentan deshacerse de ellos dejándolos allí, y ésta se niega a acogerlos", según la alcaldesa en funciones.