La odisea de los españoles que hicieron la Selectividad en EE UU: “El examen fue en la cafetería de Microsoft”
Una estudiante madrileña asegura haber gastado 3.000 euros en ir a Seattle y repetir las pruebas de la EVAU que la UNED canceló por “problemas técnicos”
La aventura de los 81 estudiantes españoles que deben repetir los exámenes de Selectividad que hicieron en Seattle no ha llegado a su fin. La decisión de la Universidad Nacional de Estudios a Distancia (UNED) de anular los exámenes que hicieron en la ciudad estadounidense entre el 7 y el 9 de junio por una “incidencia técnica” les obligaba a volver a presentarse para acceder a una carrera universitaria en España. Este es el caso de la madrileña Mencía Moreno, 18 años cumplidos, que ha cursado segundo de Bachillerato en California. Dice haber vivido una experiencia “surrealista” con la EVAU a 8.500 kilómetros de distancia de su casa. “El descontrol ha sido total, un cero en profesionalidad”, expone. Ella decidió volver a viajar la semana pasada a Seattle (en el Estado de Washington, en el noroeste del país) para examinarse por segunda vez: “Fuimos seis personas al examen y se hizo en una sala de la cafetería de [la sede de] Microsoft. Se oían los ruidos de la cafetería. El examinador era un trabajador de Microsoft y le ayudaba su hijo de 18 años. Un despropósito”, relata la estudiante en una conversación telefónica con EL PAÍS.
De los 81 alumnos, 24 ya se han examinado “exitosamente” los días 15 y 16 de junio, asegura la UNED a este diario. “No necesitaron volver a Seattle”, añade la institución académica, “ya que para evitar gastos en los desplazamientos se buscaron emplazamientos que estuvieran cerca de su residencia en ese momento”. Los 24 jóvenes que aceptaron repetir las pruebas en el extranjero lo hicieron en la misma sede de Seattle, Oregón, Los Ángeles, Vancouver (Canadá) y en Madrid y Valencia. El resto lo hará entre el 3 y el 5 de julio. La UNED tiene que citar a los 57 estudiantes restantes. Algunos no han recibido ninguna citación para esas fechas; otros ya han sido convocados, como Daniel, que se examinará en un centro de Portugalete (Bizkaia).
Mencía Moreno quiere estudiar el grado en inglés de Protocolo, organización de eventos y comunicación corporativa en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). Hizo la EVAU en la convocatoria abortada (del 7 al 9 de junio) y tuvo que volar de nuevo desde California para repetir la prueba los días 15 y 16 de junio en Seattle. Aún no sabe las notas definitivas. Ha solicitado la revisión de Matemáticas porque no le han corregido una parte del examen, lo que alarga el tiempo hasta saber la calificación definitiva y esto le acorta el plazo para inscribirse en la universidad. Mencía asegura que ha vivido “momentos de mucha tensión”, repasando apuntes en hoteles y aviones, que han “reducido el rendimiento” académico.
La odisea de Mencía comenzó el domingo 11 de junio, dos días después de tres jornadas de exámenes en Seattle. A las 6.00 (hora de California) recibió un correo en el que le comunicaban que las pruebas habían sido canceladas por problemas técnicos, sin más aclaración. “Se creó una situación de pánico, porque UNEDasiss [la entidad que examina a los aspirantes en el extranjero] no daba ninguna explicación de lo ocurrido y solo nos ofrecía volver a presentarnos en Estados Unidos en junio o en España en julio. Nos dijeron que ‘o volvéis a hacer los exámenes o no hay nota’. Yo quiero entrar en la universidad y no me quedaba otra”, explica la estudiante.
Mencía tomó un vuelo desde California el día 13 de junio ”sin saber con seguridad las fechas, los horarios y el lugar de los exámenes”. Pocas horas de subirse al avión, le comunicaron que podía examinarse en California, pero ya tenía la tarjeta de embarque y la reserva del hotel en Seattle. Cuenta que a una amiga que residía en Oregon “le pasó lo mismo estando ya en Seattle”. “Un descontrol total”, se queja.
Llegó el día del examen, 15 de junio: “Nos juntamos seis estudiantes. El examen se hizo en una sala de la cafetería de los edificios de Microsoft. Cero profesionalidad. Nuestro examinador era un trabajador de Microsoft que hablaba español y le ayudaba su hijo de 18 años. La puerta de la sala estaba abierta y se oían los ruidos de la cafetería. Mientras hacíamos el examen estaba en marcha una conexión mediante viodeollamada con otras sedes, donde también se estaban examinando otros compañeros”.
“Solo me han corregido medio examen”
A Mencía le aseguraron que el pasado miércoles se iban a dar a conocer las notas de la EVAU, pero ella no pudo acceder a las mismas “porque el sistema estaba colapsado, fue imposible”. Recibió los resultados a través de su agencia de estudios, no de UNEDasiss, afirma la joven. De las cuatro asignaturas que le correspondían, obtuvo las puntuaciones de tres. Faltaba la de Matemáticas. Después supo que no le corrigieron la parte teórica y le pusieron “un cero”: “Es algo indecente. Solo me han corregido medio examen. He pedido la revisión, pero la reclamación puede tardar varios días. Esto me está perjudicando porque se me termina el plazo para apuntarme en la universidad”.
A. M. (no quiere dar su nombre por “miedo a represalias contra mi hija en los exámenes en España”) dice estar “indignado” porque la UNED le ha informado de que uno de los exámenes realizado por su hija en Seattle (esta se examinó los días 8, 9 y 10 de junio) es “valido”. “No entiendo por qué el examen de Biología es válido y el resto no”, afirma este padre de Getafe. Su hija ha optado por examinarse de nuevo en España en la primera semana de julio, pero desconoce si tendrá que hacer de nuevo la prueba de Biología. “La situación es completamente desesperante”, sentencia.
La UNED sostiene que las pruebas se han desarrollado “con absoluta normalidad”, sin “ninguna incidencia, ni reclamaciones, ni quejas o problemas”. Con respecto a la videollamada realizada durante el examen en Seattle, precisa que “se trataba de la comunicación necesaria con el tribunal supervisor de Madrid que monitorizaba todas las pruebas para asegurar el estricto cumplimiento de la normativa y el rigor de las mismas”. Esta universidad asegura que las calificaciones se han dado en el plazo establecido, e insiste en que “comprende el malestar de los estudiantes” y está “tratando por todos los medios de minimizar el impacto que la repetición de estas pruebas pueda suponerles”.
Paralelamente, un grupo formado por 39 padres y madres interpuso un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) en el que solicitaban como medida cautelarísima la corrección de los primeros exámenes realizados por los 81 estudiantes españoles en Seattle. El tribunal ha dictado un auto que deniega la petición de los familiares. Estos desconocen quién se va a hacer cargo de los gastos extra que está conllevando la repetición de la selectividad, ni cómo se van a reparar los “daños psicológicos y emocionales” que han sufrido los estudiantes durante este trance. Mencía Moreno calcula que realizar en dos ocasiones las pruebas en Seattle le ha supuesto un desembolso de “unos 3.000 euros”.
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