La incipiente FP dual ya marca una gran ventaja laboral, pero con brecha de género

Una de las grandes promesas de la FP dual —que combina desde el inicio formación en el centro formativo y en la empresa y que la nueva ley de Formación Profesional trata de fomentar— es una mejor inserción laboral de los titulados en esta modalidad. Y, de momento, cuando este modelo que ya lleva décadas consolidado en países como Alemania o Suiza apenas está empezando a extenderse en España —lo cursan actualmente algo menos del 5% de estudiantes de FP—, las estadísticas ya muestran esas ventajas, al menos para los hombres. Así, el 75% de los titulados en FP dual de grado medio (se accede después de la ESO) en el curso 2017-2018 tenía trabajo cuatro años después de graduarse, 10 puntos por encima de sus compañeras en esa misma modalidad y de los titulados hombres por el sistema tradicional (con prácticas al final del segundo curso). En el grado superior (para entrar hace falta un título de secundaria superior), la diferencia es ligeramente menor entre hombres y mujeres titulados en FP dual (81,7% y 72% de tasa media de afiliación, respectivamente) y mayor respecto a los hombres graduados por el sistema estándar (68%), según las cifras recientemente publicadas por el Ministerio de Educación.

El investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona y profesor de la Isabel I Daniel Barrientos Sánchez destaca estas diferencias, pero aporta una serie de cautelas a la hora de interpretar los datos, pues la empleabilidad tiene mucho que ver con el tamaño de la empresa donde se forman los estudiantes y el territorio: “La diferencia en las plazas ofertadas en las comunidades autónomas, los modelos de FP dual que se han permitido y el uso claramente distinto en la remuneración (FP dual no remunerada, becas de muy distintas características, y contratos) no permiten hablar de un único modelo de FP dual en España”, explica este especialista.

Además, añade, “cabe recordar que la modalidad dual se ofrece para un número significativamente bajo de personas respecto al total de plazas de FP y que los sistemas de selección de estudiantes para la modalidad dual varían incluso entre centros”. En Navarra, por ejemplo, en torno al 14% de los alumnos de FP están en la vía dual, y en Cataluña, algo más del 7%, mientras que en comunidades como Aragón, Asturias, Cantabria o Castilla y León, esta oferta en aún casi anecdótica.

No obstante, con todos esos matices, Barrientos recalca la relevancia de la información que aporta ya la estadística, por ejemplo, en cuanto a la desigualdad entre sexos. O la diferencia entre familias profesionales: “Los datos evidencian que hay mejores indicadores de inserción laboral en aquellas familias industriales y tecnológicas (Informática y comunicaciones, Instalación y mantenimiento, Transporte y mantenimiento de vehículo, Electricidad y electrónica), que además tienen mayores porcentajes de participación de hombres, que en familias del sector servicios (Sanidad, Servicios socioculturales y a la comunidad, Hostelería y turismo, Imagen personal), con más mujeres”.

En general, las ramas con mayores tasas de empleo cuatro años después de la graduación coinciden cuando se compara la FP dual y la FP a secas, tanto para los titulados en grado medio (Fabricación mecánica; Transporte y mantenimiento de Vehículos; Instalación y mantenimiento; y Electricidad y electrónica) como en grado superior (Instalación y mantenimiento; Informática y comunicaciones; Electricidad y electrónica; Fabricación mecánica). Pero con algunas diferencias llamativas, sobre todo en el grado medio: los ciclos de informática tienen una de las tasas de afiliación más altas en el sistema dual (73%) y más bajas en el ordinario (58,9%). En el caso de Sanidad (que engloba ciclos de técnico de farmacia o auxiliar de enfermería, entre otros), los que vienen de la dual tienen una tasa ligeramente menor (66,7%) que los del camino ordinario (67,2%).

Para Luis García Domínguez, director del instituto Puerta Bonita de Madrid y presidente de la asociación FPEmpresa, los datos de empleabilidad que muestra la estadística son buenos, pero muy mejorables, sobre todo si se consiguiera que los departamentos de recursos humanos de las compañías conocieran mejor la oferta de FP en cuanto a títulos, cualificaciones, capacitaciones.... “Creo que uno de los elementos clave pasa, como marca la nueva ley, por una mayor colaboración de las empresas en la formación. En el caso de la dual, se observa que aquellas que colaboran de manera más intensiva es porque necesitan reclutar personas cualificadas y entienden necesario intensificar su compromiso. El resultado es evidente”, señala. Y añade: “Hay que buscar fórmulas para atraer a más empresas a la FP dual”.

Seguridad y Química destacan en salarios

Otro asunto que también aborda la estadística son los salarios de los titulados. Así, los titulados de grado medio que más cobran cuatro años después son los de la familia de Seguridad y Medio Ambiente (con ciclos como el de técnico de Emergencias y Protección Civil) graduados por la vía convencional, con una base de cotización media de 26.116 euros al año (para estos títulos aún no había oferta dual en 2017). Le siguen los graduados en Fabricación mecánica (con 23.215 euros y 24.701 en dual) e Instalación y mantenimiento (con 23.274 y 24.619, respectivamente).

En grado superior, en la punta de la pirámide está Química en la vía dual (con una media de 33.000 euros), seguido las dos familias que más se repiten entre las que muestran mejores salidas laborales: Instalación y mantenimiento (con 29.450 euros en dual y 27.077 en la vía ordinaria) y Fabricación Mecánica (con 28.297 y 26.114, respectivamente). En la FP normal, asimismo, se cuela arriba del todo una familia distinta: la Marítimo-Pesquera (que incluye ciclos como técnico superior en Acuicultura, en Organización del Mantenimiento de Maquinaria de Buques y Embarcaciones y Transporte Marítimo y Pesca de Altura), con 27.412 euros.

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