Celaá: “En caso de rebrote, intentaremos aislar el grupo afectado sin cerrar toda la escuela”

La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha precisado mejor este lunes la función que cumplirán los grupos cerrados de alumnos que su departamento está diseñando con el Ministerio de Sanidad y con las comunidades autónomas para la vuelta a las aulas en septiembre. La idea es que cada clase forme un grupo estanco que no se mezcle con los demás a lo largo de la jornada, de modo que si se produce un rebrote dentro del centro educativo, pueda actuarse sobre él, mandando a los estudiantes a aislamiento, y, a ser posible, no tener que cerrar todo el colegio.

Esta fórmula de grupos, conocidos como burbujas, está prevista, en principio, para los cursos de infantil y, al menos, los cuatro primeros cursos de primaria. El Gobierno fijó en un borrador que podría utilizarse en estos cursos y estableció su número máximo en 20 alumnos que, a cambio de mantenerse incomunicados con los demás, no tendrán que guardar distancia interpersonal ni llevar mascarillas, si bien se mostró abierto a escuchar las propuestas de las comunidades. Estas prefieren elevar su tamaño a 25, coincidiendo con las ratios máximas que existen ahora.

“Intentaremos que no [se tengan que cerrar de nuevo los colegios]. Estamos mucho mejor informados ahora en relación a esa capacidad para detectar el rebrote. Y vamos a establecer un ordenamiento interno en los centros educativos que nos permita separar grupos para que, en el caso desafortunado de que se produjera un rebrote, podamos rápidamente perimetrar el grupo sin necesidad de cerrar la escuela”, ha afirmado Celaá en una entrevista en la radio RAC1.

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