Cepyme cree que el recorte de jornada “empeoraría” la destrucción de empleo en las microempresas de industria y construcción

La resistencia que está demostrando el mercado laboral español ante las adversidades económicas, financieras y geopolíticas internacionales se mantendrá el próximo año. Así, las empresas de menos de 250 trabajadores, que se prevé que cierren 2023 habiendo creado poco más de 300.000 empleos, aún generarán unos 219.000 nuevos puestos de trabajo en 2024. De esta forma, el ritmo de creación de empleo de las medianas y pequeñas se desacelerará del 2,9% al 2%, lo que significa mantener el dinamismo del mercado. Hay un segmento empresarial, en cambio, que dará signos más evidentes de desaceleración e incluso destrucción de empleo: las microempresas (de menos de 10 trabajadores) de los sectores de la industria y la construcción recortarán alrededor de 10.000 puestos de trabajo el próximo año.

Este es el principal diagnóstico que se extrae del Boletín trimestral de empleo en las pymes elaborado por la principal patronal de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme junto a Randstad Research, con las predicciones presentadas proceden de un modelo específico desarrollado en colaboración con el Centro de Predicción Económica Ceprede vinculado a la Universidad Autónoma de Madrid. Pero estas proyecciones para el mercado laboral “empeorarían” si saliera adelante una de las principales medidas del acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Sumar, consistente en recortar la jornada laboral máxima legal de 40 a 37,5 horas semanales, ha opinado el director de Economía de Cepyme, Francisco Vidal, durante la presentación este miércoles de dicho informe. “Una reducción de jornada como esa, del 6%, ha añadido Vidal, tendría un impacto negativo en la productividad empresarial, por lo que cabría esperar que cualquier ajuste (de empleo) que sé dé podría ser más intenso de lo previsto”.

No obstante, pese a esta alerta puntual, los autores de este informe aseguran tener unas previsiones “optimistas” en materia de empleo. De hecho, explican que la desaceleración que prevén para el periodo comprendido entre el tercer trimestre de 2023 y el segundo de 2024, siendo prácticamente global, podría ser el preámbulo a un segundo semestre en el que se podría volver a crear empleo a ritmos superiores al 3% en todos los tamaños de empresa, salvo en las micropymes donde la desaceleración será mucho más evidente.

Así, este trabajo —prevé que las empresas de menos de diez trabajadores destruirán empleo en general a mediados del próximo año, pero cerrarán el ejercicio con crecimientos de la ocupación del entorno del 0,8%, concentrando los nuevos puestos en el sector servicios —sobre todo, en hostelería y actividades de ocio— que generarán unos 35.000 empleos en 2024, que compensarán la pérdida antes citada de 10.000 puestos en las micropymes de la industria y la construcción.

En cuanto al resto de pymes de mayores tamaños, la desaceleración que calculan estos analistas para 2024 es la siguiente: en las compañías pequeñas (de 10 a 49 empleados) la creación de empleo pasarán de crear empleo a un ritmo del 3,8% este año al 2,6% (unos 104.000 nuevos empleos); mientras que para las empresas medianas (de 50 a 249 trabajadores) el avance de la ocupación se recortará casi a la mitad, pasando del 4% con el que se prevé que cierren 2023 al 2,5% en 2024 (con 89.000 nuevos puestos frente a 140.000 del presente ejercicio). También en este tamaño de empresas, los empleos que se generen el próximo año se concentrarán masivamente, según estas estimaciones, en el sector servicios (74.000 puestos, en comparación con 7.000 para la industria y 6.600 para la construcción).

En cualquier caso, el responsable de Economía de Cepyme ha augurado una “clara desaceleración de la actividad”. Es más ha asegurado que “en un escenario (el del segundo trimestre de 2023) en el que la productividad por trabajador ha caído un 0,8% interanual y los costes laborales unitarios, que son los que importan al empresario, han subido un 6,2%, los costes financieros están golpeado especialmente a las pymes y las entidades financieras están endureciendo el crédito, nos preocupa que institucionalmente no tenemos un panorama que favorezca la actividad”, en una nítida referencia a la actual ausencia de Gobierno, casi tres meses después de haberse celebrado las elecciones generales.

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