El gasto en intereses de la deuda pública marcará un récord de casi 40.000 millones en 2024

La carga de la deuda marcará un récord de 39.078 millones de euros en 2024, reflejo de las sucesivas subidas de tipos aprobadas por el Banco Central Europeo (BCE) desde mediados del pasado año en su lucha contra la inflación. Es el nivel más alto jamás registrado: supone unos 3.500 millones más y un salto de casi un 10% con respecto a la previsión de cierre de este año, de 35.550 millones, según recoge el Plan Presupuestario que el Gobierno en funciones ha enviado a Bruselas. En tasa sobre el PIB, sin embargo, está lejos de los máximos marcados durante la crisis del euro, cuando la factura rebasó el 3,5%.

“El gasto en intereses para 2023 mantendrá, previsiblemente, el peso en el PIB del 2,4% con que cerró en 2022, aunque en niveles aumenta con respecto al ejercicio anterior. Para 2024 se prevé un aumento hasta el 2,5% del PIB, como consecuencia de la progresiva traslación a la deuda pública española de los mayores tipos de interés del Banco Central Europeo”, señala el documento.

La entidad presidida por Christine Lagarde ha elevado el precio del dinero durante 10 meses consecutivos hasta alcanzar al 4,5% en septiembre, el nivel más alto desde 2001. Efecto directo de esta política monetaria contractiva, que aún no ha devuelto la inflación al objetivo del 2% perseguido por el banco europeo —pero sí ha propiciado una desaceleración generalizada—, ha sido un encarecimiento de la financiación inédito en la última década.

El peso de los intereses de la deuda en España alcanzó en 2013 un máximo de 36.677 millones, equivalentes al 3,6% del PIB. Desde aquel año, gracias a la política monetaria expansiva impulsada por el entonces presidente del BCE, Mario Draghi, la carga fue bajando año tras año. La sucesiva política de tipos cero redujo la factura por debajo de los 30.000 millones antes del estallido de la covid, y permitió financiarse durante la crisis sanitaria sin enfrentarse a un coste inasumible. Pero la inflación galopante de la época pospandemia ha supuesto un cambio de rumbo.

De hecho, la subida de tipos podría complicar las previsiones de crecimiento. “La política monetaria está empezando a tener un impacto de bajada de inflación, pero también de ralentización de la demanda a nivel europeo”, reconoce el Gobierno en el Plan Presupuestario.

La tasa de deuda, por otra parte, continúa reduciéndose. Lleva ocho trimestres seguidos a la baja y ya es 14 puntos inferior al récord alcanzado en marzo de 2021 (125,2% del PIB). En el segundo trimestre de este año se situó en el 111,2%, posicionándose por detrás de Francia (111,8%) por primera vez desde 2012. En volumen, sin embargo, sigue disparada: en junio alcanzó un récord de 1,57 billones.

Las previsiones oficiales la sitúan en el 108,1% del PIB al cierre del año, y en el 106,3% en 2024. “La buena marcha de la economía permitirá anticipar el objetivo de deuda, situándola por debajo del 110% del PIB en 2023″, señala el Plan Presupuestario.

5.000 millones menos en emisiones

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha anunciado este lunes una reducción en 5.000 millones de euros en el objetivo de emisión de deuda de este año —de 70.000 millones a 65.000—. “La buena marcha de la economía española y el cumplimiento holgado de nuestros objetivos fiscales me permiten anunciar que vamos a reducir en 5.000 millones la emisión de deuda prevista para 2023″, dijo antes de participar en la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo), informa Manuel V. Gómez.

Calviño ha subrayado que este recorte pone al país en una posición de “resiliencia y fuerza en este contexto de tipos de interés al alza”, ya que las tasas han crecido en 450 puntos básicos y, “sin embargo, el coste medio de la deuda española solamente ha aumentado en el entorno de 40 puntos básicos gracias a la gestión de estos últimos años, que permite que las necesidades de refinanciación se reduzcan al 13% al año”.

En cuanto a las previsiones de crecimiento, la vicepresidenta primera ha destacado que la economía española, después de la “fuerte recuperación” de 2021 y 2022, sigue yendo “a buen rimo”. “España se consolida así como uno de los principales motores de crecimiento económico en Europa”, ha celebrado.

El Gobierno en funciones ha actualizado sus previsiones de crecimiento en el Plan Presupuestario. Ahora estima un mayor avance del PIB para este año comparado con los anteriores pronósticos —del 2,4%—, pero recorta en cuatro décimas el del próximo —hasta el 2%—. Aun así, la economía avanzará a un ritmo muy superior al de la zona euro, que se apuntará un 0,8% este ejercicio y un 1,3% el que viene, según calcula la Comisión Europea.

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