El turismo roza el lleno total en Semana Santa a pesar de la escalada récord de precios

La Semana Santa se ha cerrado con cifras muy altas de demanda turística, sobre todo en las islas, las zonas costeras y las ciudades más vinculadas a las procesiones, a pesar de la escalada de precios del último año. La ocupación hotelera se ha situado por encima del 90% en la mayoría de los principales destinos, según las primeras estimaciones de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que hace unos días preveía una ocupación media en el conjunto de España del 80%. “Se ha mejorado muchísimo nuestra previsión oficial”, afirma su presidente, Jorge Marichal. “Todos los indicadores nos llevan a concluir que la actividad se ha recuperado en su totalidad, superando incluso la facturación anterior a la pandemia”, coincide José Manuel Lastra, vicepresidente ejecutivo de la patronal de agencias de viajes CEAV.

Todavía faltan datos más completos para confirmar que se han superado los niveles de 2019, advierten en el sector. Pero todo apunta a que, si en la media española no se ha batido el récord de hace cuatro años, se ha estado a punto de hacerlo, y en algunos destinos concretos se ha conseguido. Todo ello pese al alza considerable de los precios de los billetes de avión, la gasolina o los alojamientos. Los precios de los hoteles, por ejemplo, subieron en el conjunto de 2022 un 17% de media, según el INE, el mayor incremento desde 2010, que el sector atribuye a los mayores costes, al tirón de la demanda y a la mejor calidad de la oferta. “Pese a que las previsiones siguen siendo muy positivas, se ve un cierto tope en el volumen de compra, de la capacidad adquisitiva de los viajeros; la inflación está afectando a los bolsillos de los consumidores y también a la cuenta de resultados de los hoteles, donde todavía nos queda un buen trecho para llegar a los resultados de 2019″, añade Marichal.

La buena marcha del turismo en Semana Santa anticipa un verano excelente. “Las cifras para verano son muy positivas: ya vamos un 6% por encima de las reservas que llevábamos en 2019 a estas alturas del año para verano”, explican Beatriz Oficialdegui, directora de Marketing y Comunicación de la agencia online Destinia. Para Semana Santa, la empresa ha registrado un 8% más de reservas que en 2022 y un 23% más que en 2019.

Madrid, “la mejor Semana Santa en años”

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, no ha dudado en afirmar que esta ha sido “la mejor Semana Santa en muchos años”, con una ocupación hotelera por encima del 90%, además de una evolución positiva en la facturación de restaurantes y bares. En una parada del autobús turístico que recorre la ciudad, Cristina Gisbert y su familia disfrutan de sus últimas horas de vacaciones antes de volver a Valencia, donde este lunes todavía era festivo. “Hay muchísima gente; en el mercado de San Miguel ni hemos podido entrar”, explica. Han venido en coche y han reservado en un hotel de un barrio menos céntrico y con mejores precios. Cerca de la misma parada esperan a un taxi Rangashri Vijayaraghavan y dos amigas, todas ellas ciudadanas indias que trabajan como informáticas en Finlandia. “En cuatro días hemos estado en Alicante, Valencia, Ibiza y Madrid”, explica. “Los precios nos parecen bajos, comparados con Finlandia”, asegura.

Colas kilométricas en Cataluña

En Cataluña, la autopista AP7 acostumbra a ser un termómetro fiable para medir la actividad en cada parón vacacional. Tanto en la operación salida del jueves como en el retorno de este lunes, las colas fueron kilométricas. El Servicio Catalán del Tráfico calculó en 600.000 los vehículos que partieron de Barcelona y su área metropolitana. “Son días de turismo catalán y de gente que llega de otros puntos de España, pero los extranjeros son minoría”, apunta Xavier Guardià, portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT). Un dominio del turismo nacional que se repite también en la Costa Brava, y que apenas queda alterado por un incremento de la presencia de los visitantes franceses. En Barcelona, el mosaico es distinto y el turista extranjero sí ha tenido un papel protagonista estos días. El Gremio de Hoteles de Barcelona ha barajado ocupaciones de hasta el 90%.

“En la Costa Daurada la ocupación ha sido de entre el 90% y el 95%”, celebra la FEHT. El triángulo que configuran Salou, Cambrils y la Pineda concentra la mayoría de visitantes en las playas de Tarragona. “Ha sido una Semana Santa mejor que la del año pasado, sin duda”, afirma Juan Carlos Espinosa, quien gestiona tres heladerías y una tienda de nutrición en Salou y la Pineda. “El tiempo no ha sido el mejor”, opina Daniel, empleado municipal encargado de controlar la zona azul del paseo marítimo de Salou. Y señala hacia la zona de baño. Este lunes, último día de vacaciones, las nubes dominaban el cielo y se veía más gente paseando en manga larga que chapoteando en el agua. Una constante durante todos los días de fiesta, pero que no ha emborronado las buenas cifras del primer tirón turístico en Cataluña. “Ahora hace falta esperar a ver como se comporta la touroperación británica”, explica Xavier Guardià.

Más turismo nacional en Baleares

La ocupación hotelera en Mallorca ha rondado el 70%, con picos que han alcanzado el 80% en zonas como Palmanova y Magaluf. Buenas cifras para una planta hotelera que ha tenido el 78% de sus establecimientos operativos, tres puntos por encima del año pasado y casi 11 con respecto a 2019. Los principales mercados emisores han vuelto a ser el alemán y el británico, seguido en tercer lugar del turista nacional que consolida la posición que tiene desde hace un tiempo “y el interés por conocer las islas fuera de la temporada alta”, según afirma la vicepresidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, María José Aguiló.

Desde la federación reconocen que la industria está sufriendo las consecuencias del incremento de los costes y Aguiló señala que lo único que pueden hacer las empresas es intentar ser “lo más eficientes posibles”. “Es difícil que con los crecimientos exponenciales que ha habido se puedan repercutir los costes”. En el resto de islas, estos días festivos han discurrido con buenas cifras de ocupación. En Ibiza se ha alcanzado el 80% mientras que en Menorca ha variado entre el 60% y el 80% dependiendo de la zona, según las asociaciones hoteleras de ambas islas. En el sector de la restauración el balance también es positivo, según la patronal CAEB.

Récord en Andalucía

“Espero poder confirmar en un par de días que la Semana Santa de 2023 ha sido la mejor de la historia”. Este es el balance turístico que ha realizado este lunes en Granada el consejero andaluz de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal. El buen tiempo y las procesiones han servido de imán para los visitantes. Ese optimismo también es generalizado en el sector hotelero y de la hostelería, pero es mucho más contenido que el del responsable del Gobierno regional porque, coinciden, aunque la facturación ha sido superior a la de 2022, y en el caso de los hoteles se confirma una recuperación de la demanda respecto de 2019, con un incremento de 4,59 puntos, aún se está lejos de recuperar los niveles de rentabilidad prepandémica.

“Tenemos que darnos un baño de realidad porque los costes de producción y la inflación han condicionado el rendimiento económico”, advierte Rafael Barba, secretario de la Federación de Hoteles de Andalucía (FAHAT). La ocupación media en la comunidad ha sido del 83,89% a lo largo de toda la Semana Santa, superior a las previsiones iniciales del 73%. “Se ha empezado a vislumbrar una reducción del gasto medio por turista, que ha retrocedido un 9,5%”, según indica Barba.

En Sevilla ha habido días en los que por sus calles han transitado hasta 400.000 personas, lo que ha disparado la facturación de los restaurantes y bares hasta un 10% en relación con 2022, aunque sin llegar a las cifras prepandémicas, como advierte la Asociación de Hostelería de Sevilla y Provincia. Y es que la incertidumbre económica también lastra las expectativas de la hostelería andaluza, que aún así parece que camina por la senda hacia la recuperación. “Vamos en una inercia positiva”, señala Javier Frutos, presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) y máximo responsable andaluz de la hostelería, que explica que en toda la comunidad se ha facturado alrededor de un 8% más que en 2022.

La capital andaluza ha recuperado e incluso superado las cifras de visitantes anteriores a la pandemia, por encima del 12% respecto de 2019. “Ha habido mucho turismo nacional y personas que tienen aquí su segunda residencia”, confirma Sergio García, presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Andalucía. Es el caso de Granada. “Ha estado llena, con más gente que nunca”, señala Gregorio García, presidente de la Asociación de Hostelería de Granada.

Crecimiento en Canarias

“Para Canarias, la Semana Santa es diferente: para nosotros es el final de la fiesta”, puntualiza el presidente de la patronal hotelera de la provincia de Las Palmas (Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote) y propietario del hotel Gloria Palace en Gran Canaria, José María Mañaricúa. “Y no es igual de significativa que para la Península porque nosotros abrimos todo el año”. Dicho esto, el hotelero explica que “está siendo un buen año, con crecimientos de ocupación acumulada en los primeros meses respecto a 2019 en islas como Tenerife y Fuerteventura, y estabilidad en Gran Canaria”. A falta de los datos definitivos de lo que sucedió la semana pasada, el sector apunta a que las ocupaciones han rondado una media del 80% en Gran Canaria y Lanzarote, y se dispara a un 90% en el caso de Fuerteventura. En Tenerife se espera una ocupación superior al 80%, y del 90% en el caso de La Gomera y La Palma (que, por el contrario, cuentan con muchas menos camas turísticas).

“Tenemos los precios más altos, cierto. Pero los costes también lo son. Tendremos que ver el balance final a finales de año”, sentencia Mañaricúa. Los hoteleros han constatado la fortaleza del turismo británico y una cierta recuperación de alemán, que compensa el retroceso escandinavo. “Ha sido una Semana Santa fantástica”, admite al otro lado del teléfono Felipe Rodríguez, camarero de restaurante en Playa del Inglés (sur de Gran Canaria). La Semana Santa ha concluido con ocupaciones notables en todo el archipiélago.

Previsiones desbordadas en la Comunidad Valenciana

En la Comunidad Valenciana las previsiones se han desbordado. Tanto Fede Fuster, presidente de la patronal hotelera Hosbec, como el secretario autonómico de turismo, Francesc Colomer, han asegurado que los pronósticos de ocupación se han superado. Mientras que la previsión adelantada de Hosbec situaba las reservas en torno al 80%, los índices ya se elevaron el Jueves Santo a entre el 85 y el 90%. El responsable de la Agencia Valenciana de Turismo también ha asegurado que las previsiones han superado este porcentaje debido al buen tiempo, a que el territorio presenta un producto competitivo, sin mucha repercusión en los precios pese a la inflación, y a que la oferta y la demanda han estado “sincronizadas”. Además, las visitas se han repartido tanto en el interior como en la costa y el turismo internacional ha adquirido relevancia en un periodo en el que el mercado nacional está muy por encima de las visitas desde el extranjero.

Aun así, Benidorm ha percibido un descenso en el turismo británico, pero según el número de vuelos esta bajada se ha equilibrado con la llegada, por ejemplo, de muchos franceses a otros puntos de la comunidad. Además, el Bono Viaje, un programa de la Generalitat valenciana que subvenciona parte del viaje a cualquier punto de las tres provincias, ha generado 6.000 reservas de ocupación durante esta Semana Santa y Pascua, lo que supone 2.000 reservas más que las registradas en el mismo periodo de 2022, “con lo que el mercado doméstico también ha respondido”, tal como ha señalado Francesc Colomer.

En Galicia baja el consumo diario

En las zonas más turísticas de Galicia, la Semana Santa ha consagrado la recuperación del sector, pero con matices. La ocupación hotelera en las Rías Baixas, por ejemplo, ha llegado al 85% entre el jueves y el domingo, una cifra similar a 2019, pero la rentabilidad no ha sido la misma. “Ni los salarios ni los costes son como en 2019 y el consumo diario de la gente ha bajado”, explica Beatriz Carballido, gerente de la Federación de Hostelería de Pontevedra.

Esta contención en el gasto por parte de los visitantes se ha notado especialmente en la restauración, incluida la de los hoteles. En estos establecimientos no ha habido masificación, señalan los hosteleros de Pontevedra. Los empresarios han visto cómo cenas de restaurante eran sustituidas por “sándwiches y bocadillos” y se pasaba de un menú “de dos platos a solo uno”, abunda Carballido. Tampoco ha sido el mismo que antes de la pandemia el origen de los turistas que se han paseado por las Rías Baixas, con una presencia muy mayoritaria de españoles y menos extranjeros. A falta de datos definitivos, el Clúster de Turismo de Galicia estima la media de ocupación en todo el territorio gallego entre el 75% y el 80%, frente al 85% de 2019. Han superado esa cifra Ferrol y Viveiro, los municipios con más tradición en el turismo de procesiones.

Con información de Lucía Bohórquez (Palma de Mallorca), María Fabra (Valencia), Eva Saiz (Sevilla), Nacho Sánchez (Málaga), Javier Arroyo (Granada), Guillermo Vega (Las Palmas de Gran Canaria) y Sonia Vizoso (A Coruña).

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