El beneficio del Sabadell sube un 62% impulsado por los ajustes de personal, TSB y el alza de tipos
La entidad gana 859 millones, su segundo mejor resultado histórico, y eleva al 50% de las ganancias la retribución al accionista
El Banco Sabadell cerró el ejercicio 2022 con un beneficio neto de 859 millones. Ese resultado supone un salto del 61,9% y se explica, en parte, por la reducción de costes y la aportación de TSB. Se trata de su segundo mejor resultado histórico, solo por debajo de los 900 millones de 2006, y llega dos años después de que estuviera en conversaciones con BBVA para ser absorbido. El encarecimiento del dinero el pasado año propugnado por los bancos centrales para atajar la inflación ha tenido también su impacto, aunque todavía pequeño, según el banco, al no haberse reflejado aún por completo en toda su cartera hipotecaria. Esta evolución positiva permitió al grupo vallesano que su negocio recurrente, el puramente bancario, creciera a un ritmo interanual del 26,3%. La entidad se ha disparado en Bolsa después de anunciar las cifras este jueves: al cierre subió casi el 11%.
El margen de intereses creció a un ritmo del 10,5% y se situó en los 3.799 millones, mientras que las comisiones netas alcanzaron los 1.490 millones, un 1,5% más. Ese aumento se ve a la vez beneficiado por una reducción del 12,8% de los costes, una vez recortada la plantilla con las regulaciones de empleo cerradas en los dos ejercicios previos. En el último año se han cerrado 130 oficinas y han salido del grupo 1.185 trabajadores.
La mejora del margen de intereses se explica en buena parte por el repunte de los tipos de interés, que se han empezado a aplicar en las renovaciones de las hipotecas a partir del verano. “Este año hemos empezado a repreciar”, ha señalado el director financiero, Leopoldo Alvear. En los dos últimos trimestres del año el margen de intereses, coincidiendo con la subida de tipos, ha ingresado unos 130 millones de euros adicionales. Aunque el mayor impacto será este año, cuando se espera que ese ratio que expresa el negocio bancario puro ingrese hasta 750 millones de euros. “El pico está en el 2023 y en 2024 habrá una curva a la baja”, ha dicho Alvear.
El margen de intereses y las comisiones netas son, precisamente las dos métricas que gravará el impuesto extraordinario al sector. Aunque el tipo impositivo solo se aplicará sobre los números del negocio bancario en España. Así, tras registrar un margen de intereses en el país de 2.499 millones y unas comisiones netas de 1.344 millones, el grupo tendría que afrontar un pago de casi 185 millones por la nueva tasa, aunque el consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, aseguró en rueda de prensa que la cifra final rondará los 170 millones. Esto es, se comerá la mitad de los 328 millones de las ganancias nuevas anotadas en el país (pasa de un beneficio de 412 millones a 740 millones).
El Gobierno impulsa este gravamen temporal, solo en dos ejercicios en principio, para sufragar parte de las medidas antinflación con lo que considera ingresos extraordinarios por la subida de tipos. Eso sí, según ha asegurado Leopoldo Alvear, director financiero del grupo, este impulso todavía no se ha reflejado por completo: “Prevemos un crecimiento material en 2023 del margen de intereses, entre el 15% y el 20%. Esto se explica porque hay una buena parte de la cartera hipotecaria que aún no se ha repreciado [con el impacto de la subida del euríbor]”.
De vuelta a los resultados del grupo, otra palanca del crecimiento de la rentabilidad ha sido la mejora experimentada por el banco británico TSB, para el que 2022 fue el mejor año en términos de beneficios antes de impuestos desde su integración en el Sabadell, con 102 millones de libras. Esto le ha permitido aportar al grupo 87 millones de euros de ganancias.
En esa cantidad ya está descontada la multa pactada el pasado mes de diciembre con la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido y la Autoridad de Regulación Prudencial del país para el archivo de las investigaciones por la crisis de la migración tecnológica de los datos de los clientes y el pago de una multa de 48,65 millones de libras (55,6 millones de euros). Aunque en realidad el impacto será de alrededor de la mitad, ya que la otra parte queda cubierta por las pólizas de seguro.
La reducción de las provisiones, que caen un 15% en términos relativos y 193 millones en cifras absolutas, es otro de los elementos que contribuyen a la mejora de los resultados y que permitieron que el beneficio antes de impuestos se duplicara, hasta los 1.243 millones.
Recompra de acciones
El banco, tal y como ya hicieron el año pasado los grandes bancos españoles, acordó en su consejo de administración celebrado este miércoles la recompra de acciones del Sabadell por un importe de 204 millones de euros. Esos títulos serán amortizados y la operación persigue dar más valor al accionista por sus títulos. La medida trata de aprovechar que sigue cotizando por debajo del valor en libros. Entre el dividendo distribuido y el programa de recompra, se calcula que la retribución al accionista alcanzará un 50% del beneficio del grupo.
Esa decisión es una muestra de la confianza que ha ganado el banco en los últimos años, después de que su acción se haya recuperado de los mínimos históricos que hicieron plantear a su anterior dirección ser absorbidos por BBVA. De los 26 céntimos a los que llegó a cotizar por título entonces se ha pasado a un euro (al cierre de este miércoles).
La mejora de la actividad supuso una mejora del 0,8% del crédito vivo (156.130 millones de euros) con una mejora sobre todo de la concesión de la cartera hipotecaria, que creció un 1,4% y representa 39.027 millones de euros. Los préstamos a empresas, por un importe de 43.409 millones, aumentaron un 0,4%. La partida que más creció fue la del crédito al consumo, un 14% más (1.683 millones).
Los recursos de clientes en balance totalizan 167.140 millones, una mejora del 1,3%. Los depósitos a plazo, pese a que el alza de los tipos de interés no se han trasladado en su totalidad a la remuneración al ahorrador, crecieron un 9%. De hecho, el consejero delegado ha avanzado que la entidad se centrará más en los fondos garantizados (vinculados a deuda soberana): “Son más atractivos que los depósitos a plazos”. Los recursos fuera de balance suponen 38.492 millones, un 7,6% más.
El banco ha logrado mejorar su capitalización en dos puntos y su ratio CET1 fully loaded se sitúa en el 12,66% (muy por encima del 8,65% que le exige el BCE). Pese a los temores de principios del año por el impacto de la guerra de Ucrania y el deterioro de la economía, la ratio de morosidad se ha reducido al 3,41% (24 puntos básicos menos que un año antes). El banco espera un aumento pero sin alcanzar el 4%, ya que prevén balancear ese riesgo con la venta de carteras de adjudicados.
Los activos problemáticos ascienden a 6.971 millones. Pese a ello, el sector pactó con el Gobierno la ampliación del Código de Buenas Prácticas para auxiliar a los hogares en apuros, aunque por el momento el número de solicitudes está siendo bajo, según ha asegurado González-Bueno. Un plan preventivo, ya que los datos agregados muestran que la tasa de impagos sigue en niveles históricamente bajos, por debajo del 4%.
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