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Ana Botín: “Soy una optimista que se preocupa mucho y estoy más preocupada de lo normal”

La presidenta del Santander ve venir una recesión, pero sostiene que a los bancos les irá mejor con tipos más altos

Ana Botín, durante su intervención en el evento del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), en Washington.
Ana Botín, durante su intervención en el evento del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), en Washington.Ting Shen (Bloomberg)
Miguel Jiménez

Ana Botín está más preocupada de lo normal. La presidenta del Banco Santander da por hecho que viene una recesión, pero asegura que la banca está preparada. Destaca las grandes incertidumbres que afectan a la economía mundial y ponen en apuros a muchos de sus clientes. “Me suelo describir como un optimista que se preocupa mucho. Y ahora estoy un poco más preocupada de lo habitual”, ha dicho en un acto, celebrado en Washington, en el que ha destacado como prioritaria la lucha contra la inflación y ha reconocido que a los bancos les irá mejor con tipos de interés más altos.

Botín ha estrenado este jueves su cargo como nueva presidenta del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) en un evento organizado por la propia patronal bancaria en paralelo a la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. En estos días se ha reunido con responsables económicos y políticos y comparte el diagnóstico de que lo más urgente es domar las subidas de precios.

“Soy muy partidaria del planteamiento de que tenemos que atajar la inflación. Todo lo demás es complicado, pero si no abordamos la inflación va a ser mucho más difícil en el futuro. Tras muchos años de experiencia en países con alta inflación, creo que la determinación está ahí, pero no podemos flaquear en eso porque ese es el primer paso esencial si queremos volver a la senda del crecimiento sostenible”, ha dicho en una entrevista en directo durante el acto, en la que ha reclamado políticas macroeconómicas estables a los Gobiernos.

“Tenemos que entender que hay más incertidumbre y que es más difícil planificar y tenemos que estar cerca de nuestros clientes”, ha señalado Botín, que ha puesto como ejemplos la preocupación de los clientes particulares por sus hipotecas, de las empresas por la subida de sus costes energéticos y, en general, todas las complicaciones geopolíticas, en referencia a la guerra de Ucrania. “Yo diría que hay bastante ansiedad. Hay mucha incertidumbre. (...) Nuestro trabajo como bancos es ayudarles a gestionar estos tiempos, tratar de asesorarlos de la mejor manera posible y asegurarnos de que podemos financiarles y estar con ellos”, ha añadido.

La recesión

Botín ha defendido que la banca está mucho más fuerte en cantidad y capital de capital. “Como sector, estamos en una posición muy fuerte ante lo que viene. Es muy difícil saber lo malo que va a ser, pero todos sabemos que en algún momento va a haber una recesión y estamos preparados. Lo que queremos es continuar apoyando a nuestros clientes como hemos hecho durante la covid. En este momento no necesitamos seguir aumentando capital, no es algo que pensemos que tenga sentido para la economía. Estamos bien capitalizados y con balances fuertes”.

La lucha contra la inflación en forma de subidas de los tipos de interés trae beneficios a la banca. “Como sector, hemos estado durante siete años en Europa con tipos de interés negativos, y con eso el negocio no es fácil. Y la mayor defensa contra la recesión es el beneficio antes de provisiones. Y claramente los bancos lo harán mejor. Es una normalización de lo que era habitual para el sector financiero. Si los tipos se van al 3%, al 4% o al 5%, todavía no son históricamente tipos muy altos, pero para el sector financiero le proporciona un colchón, que es realmente importante cuando uno piensa lo que puede venir”, ha explicado.

Cuando le han preguntado por cuál de los mercados en que opera el Santander veía en mejor forma, Botín ha destacado a Latinoamérica en general y a México en particular. “Creo que esta vez en Latinoamérica es diferente. Han hecho sus deberes, se han adelantado a los acontecimientos. Entienden que la inflación es el enemigo número uno, número dos, número tres... porque realmente perjudica a las familias y empresas vulnerables”

Uno de los países que ha hecho los deberes es México, ha asegurado. “Tiene unas finanzas públicas muy sólidas. Se puede ver en la moneda. Se adelantaron a la curva, subieron los tipos antes que la Fed. Y ahora, parecen más cerca de controlar la inflación. México es además muy atractivo por muchas otras razones: la cadena de suministro, la geopolítica, está al lado de Estados Unidos, tiene una población muy bien educada y una gran ética de trabajo”. “Los mercados más grandes van a tener cadenas de suministro más cercanas y eso convierte a México en un claro ganador”, ha añadido. Pese a todas esas flores, Santander, presente en México, anunció hace unos meses que se retiraba de la puja para comprar la filial de Citigroup en el país. Botín también ha alabado la política monetaria de Brasil, que ha subido agresivamente los tipos para combatir la inflación.

Transición energética

La presidenta del Santander también ha subrayado los esfuerzos de la banca por financiar la transición energética y ha pedido “datos coordinados, consistentes y robustos” para poder medir la huella de carbono de las entidades y de sus clientes. “La clave aquí es cómo ayudamos a nuestros clientes en la transición. Porque no se trata solo de marrón o verde. Se trata de cómo pasar de lo marrón a lo verde. Y eso requiere financiación y planes, y ahí es donde realmente estamos trabajando los bancos”, ha asegurado.

La guerra de Ucrania, sostiene Botín, ha sido una enorme llamada de atención sobre que la necesidad de energía fiable. Ha defendido que la energía debe ser a la vez renovable, fiable y asequible. “Tenemos que conseguir el equilibrio adecuado entre esas tres cosas. Así que queremos invertir más en energías renovables, pero, paradójicamente, lo que nos encontramos es que vamos a tener que invertir más en combustibles fósiles a corto plazo”, ha dicho.

Una competencia justa

La presidenta del Santander también ha tenido críticas para el entorno regulatorio. “Una economía fuerte necesita un sector bancario que sea vibrante, innovador y preparado para lo que venga. Tenemos que ser capaces de innovar y ofrecer productos y servicios a nuestros clientes, que lo quieren todo más barato, más rápido y con mejor servicio. La innovación es clave y no podemos quedarnos atrás, pero nos hemos enfrentado y nos seguimos enfrentando a reglas muy diferentes”, ha denunciado.

Ha puesto como ejemplo principal el ámbito de los pagos, pero también otros. Los bancos aceptamos depósitos y concedemos préstamos, pero también ayudamos con los pagos y otros servicios. En Europa, existe una normativa para los proveedores de servicios de pago diferente a la de los bancos que prestan exactamente el mismo servicio, con los mismos riesgos operativos, etcétera. El otro gran ejemplo es el de los datos. Y esto se aplica a los impuestos también”, ha dicho para reclamar después competencia justa y transparencia. “La competencia justa no se da porque los límites entre sectores han desaparecido. Necesitamos un marco que sea robusto, que sea consistente y que sea proporcionado”, ha añadido.

Empleados felices y contentos

A Ana Botín le han preguntado algo así como si sus empleados están "felices y contentos" y ella ha asegurado que sí. “Los tratamos bien. Creo que hemos tratado de construir una cultura que describimos en tres palabras: simple, personal y justa”, ha dicho. “Creo que la gente trabaja con un propósito. Una de las cosas que tenemos que conseguir, y por supuesto, es un reto, en una entidad altamente regulada, es que seamos capaces de ser más ágiles. (...) La confianza es lo más importante que tenemos como banco y como sistema financiero, pero creemos que podemos ser más ágiles, y esto es lo que realmente nos va a ayudar a atraer y retener a los mejores talentos”, ha añadido.

Botín ha respondido también a preguntas sobre el modo en que el banco gestionó la covid y el teletrabajo con sus 190.000 empleados. La presidenta del banco ha recordado que las oficinas se mantuvieron abiertas como servicio esencial durante el confinamiento y que el teletrabajo se aplicó en gran parte de la plantilla. Una vez pasado lo peor de la pandemia, es partidaria de la vuelta a la oficina, aunque sea con flexibilidad. “Mi filosofía, aunque no es exactamente la misma en todos los países, es que tenemos que seguir dando flexibilidad. Yo creo mucho en el equilibrio de la vida laboral y personal, pero también creo que es esencial que estamos de vuelta en la oficina porque la forma en que diseñamos una solución, la forma en que resolvemos los problemas y, muy importante, la cultura de la organización, eso no se consigue por zoom”, ha sentenciado.
 


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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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