El Gobierno negociará con Bruselas una nueva senda de déficit menos exigente

El Ejecutivo de Sánchez pretende flexibilizar el objetivo de déficit pactado con la Comisión Europea antes de presentar en el Congreso los nuevos Presupuestos para 2020 y dar carpetazo definitivo a la era de Mariano Rajoy. El objetivo es ganar más margen fiscal para financiar su proyecto de políticas sociales, deshacerse finalmente de las cuentas diseñadas por el anterior ministro del PP Cristóbal Montoro —con las que sigue trabajando tras más de un año prorrogadas— y actualizar la senda de estabilidad aprobada por el anterior Ejecutivo popular, que aún está en vigor.

El Gobierno de Rajoy se comprometió con Bruselas a bajar el déficit hasta el 1,3% del PIB para 2019 y al 0,5% este año. La inestabilidad política de los últimos meses ha retrasado el saneamiento de las cuentas públicas y ha alejado esas metas. El Ejecutivo socialista ya trató de aprobar, sin éxito, una nueva senda que fue tumbada en el Senado a finales de 2018.

El pasado abril, el Gobierno de Sánchez estimó en su Programa de Estabilidad que los números rojos del conjunto de las Administraciones públicas se situarían en el 2% del PIB en 2019 y en el 1,1% en 2020. Seis meses más tarde, en octubre, remitió a la Comisión una nueva previsión en su Plan Presupuestario para 2020, que retrasaba el ajuste, al dejar el desfase en el 1,7% para este año. Aun así, estas previsiones están lejos de los pronósticos de Bruselas, que calcula un agujero del 2,3% en 2019 y del 2% para 2020.

La tarea de negociar con Bruselas le corresponde al Ministerio de Economía de Nadia Calviño y podría alargar el proceso de aprobación de las cuentas públicas. Según fuentes de Hacienda, el nuevo techo de gasto —paso previo necesario— no se tramitará en el Congreso hasta febrero. Asimismo, no se presentarán los Presupuestos sin tener garantizados los apoyos necesarios para su aprobación en las Cortes.

Aun así, las mismas fuentes barajan que las nuevas cuentas podrían estar listas para el primer trimestre del año. También la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, confirmó este lunes en su “no toma de posesión” —ya que repite en el cargo— que estas se presentarán “a la mayor brevedad posible”. Asimismo, Montero hizo hincapié en la necesidad de avanzar en la “fiscalidad del siglo XXI” y en la reforma del modelo de financiación autonómica para cerrar “brechas”. Para ello, la ministra aseguró que es "fundamental tejer alianzas" con todos los agentes sociales y reiteró “que cada uno aporte en función de su capacidad y reciba en función de su necesidad”. “No va a ser una legislatura fácil, aunque desde que hemos llegado ninguna la ha sido”, bromeó.

Por su parte, José Luis Ábalos, que repite al frente de Fomento, ahora Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, destacó este lunes en su toma de posesión que quiere que su departamento deje de ser el ministerio de construcción de infraestructura para enfocarse más en las necesidades de las personas, informa Hugo Gutiérrez. “No vamos a comenzar la legislatura llenando mapas con promesas de más y más infraestructuras”, aseguró Ábalos. Pese a ello, añadió en una sala con presencia de las principales constructoras del país que estas inversiones seguirán teniendo protagonismo y recordó que todavía quedan corredores por completar (sobre todo en el ámbito ferroviario).