Enanismo empresarial: síntoma de la baja productividad en la región andina
Muchas firmas encuentran beneficioso permanecer con un bajo crecimiento porque así pueden minimizar los costes tributarios y laborales
Al igual que les sucede a los seres vivos, se dice que las empresas nacen, crecen y (a veces) mueren. Muchas de ellas también pueden padecer una anomalía típicamente humana: el enanismo, un trastorno del crecimiento que implica tener una talla inferior a la media. En efecto, la expresión “enanismo empresarial” describe con gran exactitud uno de los factores comunes asociados al retraso de la productividad que tanto perjudica a América Latina y el Caribe. La reciente publicación del BID, Creciendo con productividad: una agenda para la región andina, hace un amplio análisis sobre este problema que enfrenta el sector empresarial de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Una cuestión de productividad
En las economías de la región andina las microempresas y las pequeñas empresas son muy numerosas. Esto no debería llamar la atención, porque es común al resto del mundo. Pero lo que impacta en el caso andino es que dichas firmas emplean a un porcentaje enorme de la fuerza laboral (entre un 50% y un 80%, tasas que son las más elevadas en una muestra de países avanzados y de América Latina y el Caribe). Al mismo tiempo, el número de empresas grandes es relativamente escaso y, en general, la cantidad de empleados que hay en las firmas, cualquiera sea su tamaño, es inferior a lo esperado.
Las empresas referidas son poco productivas. Y es por ello por lo que adolecen de un alto grado de mortalidad. Además, las que sobreviven se ven precisamente aquejadas de enanismo, ya que su crecimiento es nulo o muy débil. En Ecuador y Perú, por ejemplo, la probabilidad que tiene una microempresa de desaparecer en los cinco años posteriores a su nacimiento asciende al 53% y al 45% respectivamente, mientras que en la OCDE dicha cifra se acerca al 34%. Por lo tanto, hay una intensa rotación empresarial. Como se señala en el libro, podría pensarse que esto evidencia un proceso de “destrucción creativa” por el cual las firmas menos productivas son desplazadas fuera del mercado en un contexto de progreso de la dinámica industrial. Pero no: lo único que refleja es la existencia de una elevada tasa de fracasos.
La productividad de las firmas pequeñas es muy inferior en comparación con la de las empresas más grandes. Y esta diferencia no se debe solo a la existencia de algunas firmas sumamente exitosas entre las grandes. Por ejemplo, en Ecuador y Perú las microempresas alcanzan una productividad laboral equivalente solo al 5%-6% del nivel de las empresas grandes, mientras que en economías avanzadas la razón llega al 57%. Los escasos logros de las empresas pequeñas de la región andina en materia de productividad pueden atribuirse a varios factores, entre ellos: falta de experiencia y capacitación de los dueños y de los trabajadores, escasa innovación y modernización del capital, problemas de acceso al crédito y condiciones laborales informales. Además, los salarios de las empresas grandes suelen duplicar o triplicar a los de las pequeñas.
Otro detalle que llama la atención es que muchas firmas encuentran beneficioso permanecer en esta situación de enanismo porque de esta manera pueden minimizar los costes tributarios y laborales que son relativamente elevados en la región. En el extremo, algunas firmas deciden optar por la informalidad y así quedarse al margen de estas regulaciones, obteniendo un beneficio económico sobre aquellas que cumplen con sus obligaciones. Esto les permite seguir operando en los mercados y desplazar a aquellos emprendimientos que tienen mayor valor agregado y potencial productivo y de crecimiento.
Causas, consecuencias y soluciones
El hecho de que el mercado empresarial y el empleo estén concentrados en firmas afectadas de enanismo quiere decir que los recursos productivos no están siendo asignados a sus usos más eficientes, lo que tiene implicancias negativas sobre la productividad agregada.
En esta publicación se analizan las políticas públicas que perpetúan o agravan el enanismo y otras causas de la baja productividad de los países andinos, como son la informalidad, el escaso desarrollo del sector exportador no tradicional y la baja profundización financiera, así como otros problemas. A partir de allí se proponen recomendaciones de corto y mediano plazo para eliminar las distorsiones, lograr ganancias de productividad y hacer más dinámico el proceso de desarrollo.
El enanismo empresarial tiene cura. Entre las medicinas disponibles se propone facilitar la creación de empleos formales más productivos; rediseñar los sistemas tributarios para que estimulen el crecimiento de las firmas pequeñas y combatan la evasión, en particular la estructura de los regímenes tributarios especiales para pequeñas empresas; mantener políticas que favorezcan el desarrollo del sector exportador no tradicional; revaluar las políticas que podrían restringir el acceso al crédito por parte de sectores productivos, y fomentar el rol de los bancos de desarrollo en el financiamiento empresarial.
Marta Ruiz-Arranz es asesora económica principal del departamento de países del Grupo Andino del BID
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