Montero quiere que las grandes empresas contribuyan a pagar la subida de las pensiones
El Gobierno trabaja en una reforma fiscal para aumentar la recaudación y actualizar el sistema tributario al siglo XXI
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, está preparando un ambicioso plan tributario. El objetivo es aumentar la recaudación de forma sostenible para sufragar el incremento de las pensiones, atajar el déficit de la Seguridad Social y buscar margen para deshacer algunos de los recortes sociales del PP. Hacienda quiere que las grandes empresas paguen más a través del impuesto de sociedades. La ministra estudia limitar las deducciones de los créditos fiscales que benefician sobre todo a los bancos y grandes corporaciones. Además, estudia elevar los impuestos sobre el diésel e impulsar la fiscalidad verde.
"El Gobierno estará en sintonía con la nueva fiscalidad que se plantea desde Europa y, fundamentalmente, dando respuesta a una fiscalidad propia del siglo XXI, en materia tecnológica, medioambiental o de aquellas cuestiones que, hoy por hoy, la fiscalidad no recoge esa actividad o no se graven esos servicios". De esta forma, la ministra de Hacienda anunciaba ayer en el Congreso su intención de actualizar el sistema tributario español. Su intención es aumentar paulatinamente la presión fiscal para ayudar a financiar el incremento de las pensiones y otros gastos de carácter social que el Gobierno ya ha avanzado que abordará en cuanto encuentre margen presupuestario, como el fin del copago farmacéutico para los pensionistas.
Aunque aún no hay ninguna decisión tomada —"Hace apenas 20 días que estamos en el Gobierno y estamos revisando el conjunto de fiscalidad para adaptarla al siglo XXI. Es prematuro trasladar ninguna decisión, pues todavía no se ha adoptado ninguna medida"— lo cierto es que Montero está buscando nuevos espacios tributarios y revisando deducciones y regímenes especiales de los principales impuestos.
Sobre la mesa de la ministra hay un aumento de la fiscalidad a las grandes empresas. Hacienda analiza el impacto que tendría limitar las deducciones de los activos fiscales diferidos (DTA, en sus siglas en inglés) que se aplican las grandes corporaciones para reducir el impuesto de sociedades.
Un mínimo del 15%
Las empresas del Ibex 35 acumulan más de 100.000 millones de euros en estos activos fiscales diferidos. Los bancos y las grandes corporaciones energéticas y telefónicas son las que más créditos fiscales acumulan. Resulta difícil valorar el ahorro que obtienen estas empresas por estos créditos fiscales, muchos de ellos proceden de las pérdidas registradas en años anteriores y de los saneamientos realizados en la crisis. La legislación permite deducirse fiscalmente esas pérdidas en el impuesto de sociedades en los años en que obtienen beneficios. El hecho es que el Ejecutivo quiere que las grandes empresas tributen un 15% como mínimo.
Esta es sólo una más de las opciones que baraja Hacienda para aumentar la recaudación. También revisa la fiscalidad medioambiental. De hecho, entre sus propuestas figura un aumento de los impuestos sobre el diésel para asimilarlo a la gasolina. "Estamos trabajando en una fiscalidad medioambiental, a propuesta del Ministerio de Transición Ecológica. En ese tipo de fiscalidad, en Europa no se busca tanto una capacidad recaudatoria, sino que las empresas eviten comportamientos que fueran agresivos con el medio ambiente", avanzó la ministra.
Más impuestos verdes
Hace poco más de un mes el grupo socialista en el Congreso presentó una batería de enmiendas a los Presupuestos de 2018, elaborados por el PP. Entre las enmiendas destaca el establecimiento de un "tipo mínimo del 15% en el impuesto de sociedades, la revisión de incentivos y regímenes especiales" para recaudar unos 4.000 millones más. Además, proponía "una equiparación progresiva del diésel y la gasolina" para recaudar unos 600 millones. Montero también analiza la tasa Google, el tributo sobre las operaciones de las tecnológicas que el PP quería usar para financiar el incremento de las pensiones de este año y el próximo. Y con el que esperaba ingresar unos 2.100 millones hasta 2019.
Pero el Ejecutivo de Sánchez ha asumido ahora los Presupuestos del PP y apenas podrá hacer cambios. Los dejará para las cuentas del próximo año sobre las que ya está con los trabajos previos. Y es ahí donde se recogerá el impacto de la reforma fiscal. El Ejecutivo, no obstante, no descarta tener que adelantar alguna de las medidas de incremento tributario si el déficit público se desboca.
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