_
_
_
_
OPINIÓN
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El tamaño sí que importa

Productividad y dimensión de las empresas españolas van por detrás de sus competidoras europeas

Xavier Vidal-Folch
Un obrero trasporta material en un carrillo de mano.
Un obrero trasporta material en un carrillo de mano.PACO PUENTES (EL PAIS)

El tamaño sí que importa. Tamaño de la empresa y productividad (producto bruto por hora trabajada) van asociados.

En ambos criterios España sale malparada de la comparación con países de su entorno como Francia, Italia o Alemania. Y ese es un mal crónico. Países con un tamaño medio de empresas el doble de las españolas tienen una productividad media del 22% al 43% superior.

Así lo concluye Tamaño y productividad de la empresa española, un sugerente trabajo de los profesores Emilio Huerta y Vicente Salas, para el think tank EuropeG, presentado este miércoles.

Más información
España recupera este mes el nivel de actividad previo a la crisis
El capital que menos importa: el humano
Microempresa y productividad: lecciones francesas

Dentro de un mismo país, las empresas más grandes son más productivas que las pequeñas (2,2 veces en España; 1,4 veces en Alemania), y es cosa sabida que exportan e innovan más. Y que pagan salarios más altos.

Ahora bien, ¿qué vino antes, el huevo o la gallina? ¿Es la productividad lo que provoca una mayor dimensión de la empresa? ¿O es el mayor tamaño lo que la convierte en más productiva? La relación, tendencial (mayor tamaño, mayor productividad), tampoco es exacta. Y genera sorpresas. Alemania tiene empresas más grandes: un 18% más de compañías con 10 o más empleados por encima del resto del cuarteto. Pero las francesas son más productivas, salvo las muy grandes.

Las españolas producen 40.000 euros de valor añadido por ocupado, para 58.500 euros las francesas, un 46,25% más; las italianas superan a las españolas en un 10% (Eurostat).

Y España es “el país con las empresas menos productivas de promedio, en todas las clases de tamaño” (de 0 a 9 empleados; a 19; al 49; a 249, y con más de 250), indica el informe. Más del 55% de las españolas no emplea a ningún asalariado (bares, minitiendas) y del resto, un 95% solo tiene entre uno y nueve.

La pregunta sigue en pie. ¿Qué va antes, el tamaño o la productividad? Muchos economistas defienden lo primero. Y recomiendan en consecuencia dar facilidades al salto de tamaño, a veces dificultado por razones laborales (más exigencias sindicales: comité de empresa) o fiscales (tipo teórico del impuesto de sociedades más alto).

Huerta y Salas se decantan por la productividad como causa. Que vendría favorecida por el “capital organizacional” de las compañías.

A saber, la inversión en formación específica (en España, 18 horas trabajador/año de promedio; en Alemania, 35), la profesionalización de los gestores, el gasto en I+D, la capacidad de delegar (labor de equipo frente a relación jerárquica). Así que una pátina democratista acaba siendo más productiva (y con propensión a mayor rentabilidad), sugieren.

Por tanto, la receta, más que estimular el tamaño, consistiría en favorecer el —llamémoslo— talento individual y orgánico en y de las empresas. En España no hay problema de emprendimiento (3,2 millones de sociedades, como en Alemania), sino de mortalidad empresarial, penuria tecnológica y escasas calidades (285.000 bares y restaurantes).

Y la formación es mediocre: el 50% de los empleadores españoles solo tienen formación obligatoria: el doble que sus colegas europeos. Mientras que el 70% de los directivos sí tienen educación superior. Hay que estudiar más.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_