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La empresa española indemnizada por Hamburgo: “Nadie nos compraba nada, estuvimos a punto de cerrar”

Alivio en la distribuidora que recibirá del Gobierno de la ciudad alemana una compensación por las acusaciones falsas de la crisis de los pepinos de 2011

Producción de pepinos entre los invernaderos de El Ejido en 2011, cuando estalló la crisis en Alemania.
Producción de pepinos entre los invernaderos de El Ejido en 2011, cuando estalló la crisis en Alemania.JULIÁN ROJAS

“Tuvimos unas pérdidas tremendas, se nos paró la actividad y nadie nos compraba nada. Eso duró unos cuantos meses. Pasamos una primavera-verano tremendos. Muy mal. Estuvimos a punto incluso de cerrar”. Quien habla es Antonio Lavao, gerente de la empresa malagueña Frunet, cuyos pepinos fueron señalados por el Gobierno de Hamburgo (Alemania) en mayo de 2011 como los culpables de la mortal epidemia de E.coli que ocasionó 56 muertes en ese país. No era cierto. Y la responsable alemana de Sanidad que hizo la acusación se retractó cinco días después. Pero Frunet acudió a los tribunales para limpiar su nombre y obtuvo una sentencia favorable en octubre de 2015, recurrida por la otra parte. Ahora, casi dos años después, se ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno por el que la empresa malagueña recibirá una indemnización. Se acabaron los pleitos. Además de Frunet, otra empresa de Almería también ha ganado el pulso a Hamburgo.

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Lavao no revela la compensación económica otorgada a Frunet. Inicialmente, cuando presentó la demanda judicial por daños y perjuicios, reclamó 2,2 millones de euros. El fallo judicial les otorgó el derecho a una indemnización, pero sin fijar ninguna cantidad. El acuerdo es global, según el gerente, e incluye a la otra empresa española, la hortofrutícola Costa de Almería. “Claro que hay alivio”, responde Lavao, “más que nada por terminar un capítulo, porque aunque esto ya no estaba en el día a día, había una batalla judicial. Esta es la manera de poner punto final”.

La responsable de Sanidad de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storck, desató la peor crisis del sector agrícola español con sus declaraciones. “Cuando nos acusaron directamente, toda la mercancía que estaba en todos los países de Europa, más la que estaba de camino y la que permanecía aquí, se nos bloqueó, la tuvimos que destruir”, rememora Lavao. Esto ocurrió en mayo de 2011 y la empresa perdió “muchísima” facturación en los meses siguientes. Fue en ese periodo cuando se plantearon echar el cierre. “En otoño empezamos a remontar poco a poco”, añade.

Frunet, con sede en Algarrobo, municipio de la Axarquía malagueña, tiene su principal línea de negocio en la producción ecológica y comercialización de hortalizas (tomates, pepinos, pimientos, calabacines, berenjenas…). Tiene algo de mango, papaya y piña, pero su nicho principal son las hortalizas ecológicas. Exporta prácticamente todo el producto a clientes europeos. “En España se vende aún poco de ecológico. Va creciendo, pero es un mercado aún pequeño”, ilustra el gerente.

Una vez pasada la crisis del pepino de 2011, tras aproximadamente ocho meses aciagos, la empresa siguió adelante con más fuerza y ahora tiene unas dimensiones mayores que entonces. Se acerca a los 40 millones de euros de facturación y ronda los 150 empleados. “Al final, lo que no mata engorda”, ironiza Lavao. “Remontamos, recuperamos nuestros clientes, nuestros mercados y seguimos trabajando”, subraya.

El acuerdo con el Gobierno de Hamburgo supone, sobre todo, un “gran alivio”. “No se trata de si teníamos la razón o no, eso ya sabíamos que lo teníamos. Pero se acabó todo, se pone punto final”, concluye Lavao.

El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha felicitado por carta a las dos sociedades andaluzas. “Más allá de la indemnización, [supone] un reconocimiento y una satisfacción, ya que se trató de una acusación infundada e injusta”, subraya. Para el consejero, el cierre de este capítulo no solo “limpia el buen nombre de estas dos empresas, sino de todo el sector productor andaluz”.

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