Reny Picot da el salto a África
La láctea asturiana elige Marruecos como su puerta de entrada al continente
Con la excepción de la incursión de Puleva con una planta en el sur de Francia —posteriormente adquirida por Pascual y desmantelada— y una discreta presencia de Iparlat en Chile, Reny Picot, la marca comercial de Industrias Lácteas Asturianas, es hoy la única empresa española en el sector de la leche y de los productos lácteos que tiene en los mercados internacionales una salida clave para sus productos. A los continentes en los que ya está presente (Europa, América y Asia), el grupo asturiano va a sumar otro, África, al que entrará por Marruecos, como punto de partida para expandirse por todo el Sahel.
"Reny Picot", señala su presidente y propietario, Francisco Rodríguez, "tiene y ha tenido siempre vocación de producir en el exterior, de utilizar las posibilidades que puedan ofrecer cada uno de los países y, sobre todo, de operar con una filosofía global en todos los mercados con los productos que demandan. Tras las experiencias y los resultados obtenidos en Estados Unidos, México, China, Polonia o Francia, África es un continente que ofrece nuevas oportunidades".
El desembarco de la empresa asturiana en Marruecos se realizará inicialmente con una inversión relativamente discreta y con la producción y venta de queso fundido como el producto estrella, seguido de una buena oferta de leche en polvo. Aunque Reny Picot, con una facturación de casi 700 millones de euros, no es la empresa más importante del sector por ventas, sí lo es por su internacionalización, ya que el negocio exterior supone más del 40% de los ingresos.
Objetivo: la leche de Galicia
Asturiano de nacimiento y muy apegado a su tierra, Francisco Rodríguez tiene en Asturias la base de su negocio y prácticamente el total de las instalaciones del grupo. Sin embargo, ante la próxima liberalización de la producción láctea en la Unión Europea, está firmemente convencido de que Galicia será la gran región productora de leche de España, en condiciones similares a las que existen en zonas de otros países del norte de Europa.
En su opinión, en una buena parte de la región se están quedando sin cabañas ganaderas que utilicen sus pastos y clama por una "Galicia verde", con la mirada puesta en los mercados internacionales en forma de productos transformados y, muy especialmente, en leche en polvo.
De acuerdo con ese planteamiento, el empresario asturiano no dudará un momento en instalar una planta industrial en esa comunidad autónoma para la adquisición y la transformación de leche, sin límites de entregas.
En los últimos meses, con el aumento de la oferta de leche y la negativa de algunas empresas dedicadas a la venta de leche líquida a comprar el excedente, Reny Picot se ha beneficiado de la materia prima que otros rechazaron.
Rodríguez, tres décadas después del ingreso de España en la Unión Europea, sigue despotricando por las condiciones que el sector lechero tuvo que asumir tras la adhesión a Bruselas. Ante la liberalización de la producción de leche y la eliminación de las cuotas en 2015, es uno de los pocos industriales lácteos que aboga por aumentar al máximo la producción, no sólo pensando en el mercado nacional, sino por las posibilidades que ofrecen los mercados internacionales para productos como la leche en polvo y la mantequilla.
El presidente y fundador tuvo siempre dos ideas claras sobre su estrategia en el sector lácteo. La primera, que debía operar en los mercados exteriores como una parte más de su actividad, adecuando su oferta a las necesidades de los consumidores de cada país. La segunda, que la comercialización de leche fresca no debía ser el objetivo central de su negocio ni que debía competir con productos como el yogur, segmento dominado por los grandes grupos multinacionales como Danone.
Rodríguez, por el contrario, apostó por la fabricación de mantequilla, nata y, especialmente, todo tipo de leches en polvo para diferentes grupos de la población, productos que también constituyen su punta de lanza para competir en los mercados exteriores. La vocación exterior de Reny Picot ya estaba en la mente de Francisco Rodríguez desde el momento en que constituyó la empresa en 1959 y eligió un nombre que diera idea de tener origen francés para vender con mayor facilidad su queso tipo Camembert.
El empresario lácteo tenía muy clara la idea de que para vender un queso con nombre francés no lo podía hacer bajo una marca española como Industrias Lácteas Asturianas y se fue al registro de propiedad intelectual en su Vespa con el nombre de René Picot en su cartera. Se encontró con que alguien se le había adelantado y puso la "y" en vez de la "e" al final. Hoy, muchos piensan que Reny Picot es una empresa francesa.
En los ochenta, la empresa asturiana fue la primera en salir al exterior con su instalación en el Estado mexicano de Chihuahua y la constitución de la empresa Industrias Lácteas Chihuahuenses, dedicada fundamentalmente a la producción de leche en polvo. La factoría obtiene la materia prima en una colonia de menonitas, una rama del movimiento cristiano anabaptista originado en el siglo XVI, como expresión radical de la reforma protestante en Alemania.
Un segundo paso en la internacionalización de la empresa vino determinado por la adquisición de una pequeña empresa francesa, La Chevrefeuille, dedicada, sobre todo, a la elaboración de queso de cabra. Ya desde finales de los ochenta, Reny Picot cuenta con una empresa en el Estado norteamericano de Michigan, Old Europe Cheese, para la fabricación de mantequilla, leche en polvo y diferentes tipos de quesos.
A finales de los noventa puso en marcha en China la empresa Beijing Evergreen Dairy, inicialmente asociada a unas cooperativas a las que finalmente adquirió su participación. La planta está dedicada a la elaboración de mantequilla y de leche en polvo. Rodríguez reconoce que crecer con cierta rapidez en el mercado chino es a veces mucho más difícil que en otros destinos.
La presencia exterior del grupo se extiende finalmente a Polonia debido a que es un mercado con ingentes existencias de leches a buen precio. El objetivo de la filial polaca se concreta en abordar con mayor facilidad los mercados del Este europeo, pero también para tener una mayor capacidad para competir en el conjunto de los mercados comunitarios.
Reny Picot también intentó entrar en el mercado brasileño a través de la compra de una empresa local, pero el emprendimiento fracasó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.