El Gobierno fue el menos acertado en las previsiones económicas de 2013
El INE confirma que el PIB cayó un 1,2%, tras repuntar en el último trimestre
La economía española se alejó en los últimos meses de 2013 de la recesión, la más larga de la democracia, que la atenazó en buena parte del año. El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer lo que ya habían anticipado el Banco de España y el propio Gobierno: tras abandonar territorio negativo en verano, el PIB avanzó un 0,3% en el último trimestre, lo que dejó el balance de 2013 en un retroceso del 1,2% respecto al ejercicio anterior.
Las previsiones de abril del Gobierno fueron las que más se acercaron a la evolución real del PIB
El ritmo de avance del PIB en los últimos meses de 2013, el más elevado entre los pocos trimestres con crecimiento en seis años de crisis, y la mejora en la percepción de los mercados financieros sobre las perspectivas españolas, han llevado al Gobierno a vaticinar un arranque de la recuperación algo más sólido de lo previsto. El Ejecutivo de Mariano Rajoy elaboró en septiembre pasado los Presupuestos con un pronóstico de crecimiento del 0,7% para 2014 y una mínima creación de empleo al final del año. Ahora, el ministro de Economía, Luis de Guindos, cree que el avance del PIB puede llegar al 1% y que la ocupación aumentará ya este semestre. Analistas privados y organismos internacionales coinciden en que el pronóstico inicial puede haberse quedado corto, justo lo contrario de lo que ocurrió con las previsiones de 2013.
Porque los últimos datos corroboran que las cuentas que hizo el Gobierno para anticipar lo que sucedería el año pasado pecaron de exceso de optimismo. En otoño de 2012, el Ejecutivo diseñó los Presupuestos a partir de una estimación (un descenso del 0,5% en 2013, una tasa de paro que descendía al 24,3%), que contrastaban de forma notoria con las elaboradas por los servicios de estudios privados españoles o por los técnicos de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Según los datos recopilados por la Fundación de las Cajas de Ahorros, solo los expertos de Analistas Financieros Internacionales, Cemex o Intermoney se desviaron algo más que el Gobierno —en este caso, por ser demasiado pesimistas— al vaticinar la variación del PIB de 2013, que finalmente descendió un 1,2%. Y ninguno de los 19 servicios de estudios consultados pronosticaba, como sí hacía el Gobierno, que la tasa de paro fuese a bajar. En promedio, los analistas privados anticipaban que el desempleo escalaría en 2013 hasta el 26,1%, mucho más cerca del resultado final (26,4%) que la estimación oficial (24,3%).
El Ejecutivo elaboró en septiembre pasado los Presupuestos con un crecimiento del 0,7% para 2014
Ante la evidencia del deterioro económico, el Gobierno tuvo que rectificar sobre la marcha. A finales de abril del año pasado, y en el contexto de las negociaciones con Bruselas para suavizar el ajuste presupuestario, Economía asumió que el retroceso del PIB sería mayor (hasta el -1,3%) y que la tasa de paro aumentaría en 2013 hasta el 27,1%. Una rectificación que implicaba asumir que las cuentas públicas no arrojarían el resultado esperado. En el Presupuesto se esperaba dejar el déficit público en el 4,5%; tras reconocer el impacto económico de los ajustes presupuestarios, Madrid y Bruselas pactaron ampliarlo al 6,5%.
La modificación del pronóstico sí resultó certera. Las previsiones de abril del Gobierno fueron las que más se acercaron a la evolución real del PIB. Y el abrupto descenso de la población activa explica que la tasa de paro de 2013 fuera algo inferior al último pronóstico oficial.
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