Brasil mantiene los tipos y confía en la reactivación económica de finales de año
El Gobierno prevé cerrar 2012 con un crecimiento de hasta el 2% y duplicar esta tasa en 2013 Mantega sostiene que el bajo precio del dinero da el margen necesario para recortar impuestos
Brasil ha optado por mantener los tipos de interés en su mínimo histórico, el 7,25%, para dar alas a su economía y lograr nuevas tasas de alto crecimiento después del parón de 2011, cuando el PIB de la mayor potencia latinoamericana tan solo avanzó un 2,5%. Para este 2012, sn embargo, confía en un avance de entre el 1,5% y el 2% del PIB. Si se atiende solo al tercer trimestre, el ministro de Economía, Guido Mantega, calcula un crecimiento de entre el 1% y el 1,3% intertrimestral y una tasa anualizada del 4% que, según sus pronósticos, se mantendrá hasta finales del año.
“La economía se está acelerando, todos los sectores crecen y la confianza del consumidor y del empresario están mejorando”, señaló Mantega en un encuentro en Brasilia al que fueron invitados por la entidad público privada Brain varios medios de comunicación europeos, entre ellos, EL PAÍS.
El Gobierno cree que el país crecerá en 2013 el doble que este año, con un 4%, una prevesión solo una décima superior al del sondeo de los economistas que elabora Reuters. Pero detrás deja un periodo muy poco brillante: el PIB brasileño registrará un crecimiento medio del 2,23% anual en el periodo 2011-2012, de acuerdo con el pronóstico medio publicado por el banco central esta semana, lo que constituye el promedio más bajo para un periodo de dos años desde el 1,91% del 2002-2003.
El gobernador del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, ha dejado entrever este jueves en otro encuentro con periodistas europeos que el órgano mantendrá su política monetaria en los próximo meses. Es decir, seguirá con un precio del dinero llamativamente bajo para la trayectoria del país ya que la inflación no enciende ninguna alarma en este momento: después de alcanzar un pico del 7,3% en septiembre, acabó bajando al 4,9% en junio de este año. “Y ahora estamos cerca del objetivo (del 4,5%)”, recuerda.
“Ahora el Gobierno debe prestar atención a la oferta que tiene Brasil. Tenemos una buena demanda interna, de acuerdo, pero la agenda ahora debe centrarse en las infraestructuras y en la reducción de costes de energía y de producción”, opina Tombini.
Un gran pero de Brasil es que más de la mitad de su economía depende de la demanda interna y aún tiene mucho recorrido en exportaciones. Para el ministro Mantenga, esto no es un riesgo de momento ya que “la masa salarial crece entre el 4% y el 4,5% cada año y hay potencial demanda”. Brasil se está convirtiendo en un país de clases medias, ese es el lema que no deja repetirse entre políticos y empresarios del país ante cualquier visitante extranjero. Pero también que la carga fiscal es muy elevada y que el déficit en infraestructuras es preocupante.
Mantega se defiende de esto: “Hemos reducido los impuestos y esta misma semana vamos a presentar un nuevo proyecto de rebaja y de simplificación, tenemos una buena situación fiscal para hacerlo”. La deuda pública no pasa del 35% del PIB y el país está cumpliendo sus objetivos presupuestarios, insiste el ministro, que no ha cargado las tintas en esta ocasión respecto a los movimientos de devaluación de divisas de los que en otras ocasiones se ha quejado.
Hay una cifra clave en la que Brasil confía y son los entre 40.000 y 50.000 millones de reales brasileños en los que se calcula el impacto de la rebaja de tipos y que da margen para recortes fiscales. Mantega pone toda la confianza en los planes de estímulo en marcha y previstos para los próximos años: grandes inversiones en infraestructuras, la tan reclamada rebaja de impuestos y proyectos en educación.
Pero esa rebaja de tipos de interés también busca otro efecto, el de desviar la liquidez de los bancos a las inversiones productivas con vistas a lograr una mejora de la oferta y convertir a Brasil en un país exportador. Los resultados, coinciden fuentes del Gobierno y del tejido económico del país, empezarán a notarse en 2013.
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