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Mas pone en marcha su segundo gran ajuste con una dura subida de tasas

El Gobierno impone un impuesto turístico y el copago farmacéutico - La deuda y las obligaciones de años anteriores lastran los presupuestos

Tras haber realizado el mayor recorte presupuestario de la Administración catalana en 2011, con un tijeretazo del 10%, el Gobierno de Artur Mas ha decidido emplear un arsenal de tasas e impuestos para drenar el déficit el año que viene. Entre otras medidas, el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, anunció ayer que a partir del año que viene los catalanes deberán abonar un euro por receta farmacéutica, una suerte de copago que permitirá recaudar hasta 102 millones de euros. En contra de su programa electoral, los presupuestos prevén una multitud de tasas, además de la venta de patrimonio público para ingresar 1.608 millones de euros. La meta es cumplir a toda costa el objetivo de déficit del 1,3% del producto interior bruto (PIB) catalán.

El proyecto de cuentas públicas catalanas que presentó ayer Mas-Colell tiene dos grandes lastres. El primero, el "insostenible" volumen de deuda, que el año que viene alcanzará los 41.676 millones de euros, lo que equivale al 19,8% del PIB. Solo a atender los intereses de la deuda contraída deberán destinarse 1.999,9 millones de euros, lo que la convierte en la tercera gran partida de gasto de la Generalitat, por detrás de las de sanidad y educación. "No hace falta que nos lo digan desde Alemania, la curva de deuda no es sostenible", insistió Mas-Colell. El segundo obstáculo lo conforman varios pagos de obra pública que se financiaron de forma diferida -es decir, a plazo- y cuyo importe para 2012 es de más de 1.000 millones.

El crecimiento de ambas partidas -cerca de 500 millones cada una respecto a 2011- implica que el gasto global de los presupuestos, que asciende a 23.941 millones, bajará solo el 0,7%. Sin embargo, Mas-Colell explicó que para alcanzar esa "contención" compensará estas subidas con varios recortes, que van desde la bajada del sueldo de los empleados públicos hasta la reducción del presupuesto para la televisión pública. Por ello, en realidad el dinero que se destinará para que las consejerías desarrollen sus políticas caerá el 3,8%. La tijera pasará por todos los departamentos, salvo el de Territorio y Sostenibilidad. En el caso de los de Salud y Enseñanza, los recortes se situarán alrededor del 5%. Mas-Colell insistió en que los grandes recortes ya se han realizado en 2011 y los de este año "no afectarán a los servicios sociales".

De cualquier modo, los presupuestos ponen el acento en la búsqueda de nuevos ingresos con la creación y subida de impuestos y tasas, con lo que se acercan a los planteamientos del PSC y ERC, que requerían más equidad en los ajustes. Cataluña, además, resucitará la tasa turística, que implantó Baleares en 2002 y enterró en 2003, a pesar del rechazo de un sector de los hoteleros; asimismo acepta recuperar el impuesto de patrimonio y sube el céntimo sanitario, que grava la gasolina.Ahora falta ver quién apoyará los presupuestos de CiU. El matrimonio de conveniencia que los nacionalistas y el Partido Popular han mantenido el último año sufrió ayer un nuevo bache con la negativa de CiU a apoyar la investidura de Mariano Rajoy. El PP no escondió su malestar con la actitud de Josep Antoni Duran Lleida y le acusó de estar "perjudicando a Cataluña", insinuando que el nuevo Gobierno podría tener a partir de ahora una actitud hostil hacia esta comunidad. Antes de un mes se sabrá si el enfado del PP catalán es real o simple gesticulación.

Los presupuestos que ayer presentó la Generalitat para 2012 tendrán la primera votación en la Cámara catalana el próximo 18 de enero, y hasta ahora todos daban por hecha la abstención del PP, lo que permitía sacar las cuentas adelante.

El portavoz del PP de Cataluña, Enric Millo, fue el encargado de ponerle cara al enfado de su partido, aunque en ningún momento dio por rota la posibilidad de entendimiento con CiU. Dijo ver con "perplejidad, sorpresa e incomprensión" el voto negativo de CiU a la investidura de Rajoy y concluyó que "los ganadores de las elecciones en Cataluña hoy se alinean con los perdedores de las elecciones en España", en alusión a la coincidencia de CiU y el PSOE en oponerse a la investidura del líder del PP.

Pero el tono de Millo cambió al preguntársele si el PP piensa tumbar las cuentas de Artur Mas como represalia. "La política catalana tiene vida propia", dijo, y se arrogó la actitud "responsable" que dice echar en falta en Convergència i Unió. Millo dijo que su partido hoy por hoy "no descarta" una enmienda a la totalidad a los presupuestos y que "de entrada" el PP catalán no comparte la medida de cobrar un euro por receta médica, porque ello "supone un agravio comparativo entre los catalanes y el resto de los españoles".

El dirigente popular aseguró que su partido solo comenzará a negociar con CiU los presupuestos para 2012 cuando considere que se cumplen los compromisos que el Gobierno autónomo alcanzó con su partido a cambio de la abstención de los populares a las cuentas de 2011.

Más dispuestos al pacto o como mínimo a hablar se mostraron socialistas y republicanos. En un intento de poner de relieve los cambios que se han producido en el PSC tras su congreso, la nueva responsable económica del partido, Rocío Martínez-Sampere aseguró que las cuentas son "muy mejorables" y "no son útiles" para salir de la crisis porque no contienen "ninguna" propuesta para reactivar la economía, informa Ivanna Vallespín. Con todo, reiteró que el PSC tenderá la mano al Gobierno. El presidente del grupo de ERC en el Parlament, Joan Puigcercós, expresó la "coincidencia" de su partido en determinados aspectos de los presupuestos y mostró su predisposición a apoyarlos si se introduce progresividad en los impuestos y las tasas que se incrementan. Iniciativa sí descartó cualquier apoyo.

Las medidas de ajuste

- Copago farmacéutico (102 millones). Los usuarios deberán pagar un euro por receta o fármaco.

- Impuesto sobre patrimonio (240 millones). Se recupera para las fortunas de más de 700.000 euros.

- Tasa turística (100 millones). Los viajeros abonarán entre uno y tres euros por pernoctación.

- 'Céntimo sanitario' (130 millones). Se subirá este gravamen a la gasolina en 0,024 euros por litro.

- Impuesto sobre actos jurídicos documentados (72,5 millones). Se subirá y se modificará para favorecer las daciones en pago.

- Venta de patrimonio público (888,2 millones). Se seguirán vendiendo edificios y empresas de la Generalitat.

- Reducción salarial de los empleados públicos (625 millones). Se rebajarán los sueldos y beneficios sociales de los funcionarios.

- Reducción de gasto del 3,8% en las consejerías.

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