Muerte del último dictador estalinista
Kim Jong-il, el llamado Querido Líder, ha muerto. El enigmático dictador norcoreano -venerado y temido dentro de su país y vilipendiado fuera de él- falleció el sábado pasado de un ataque al corazón, según anunció ayer la televisión nacional. Tenía 69 años.
GEORGINA HIGUERAS | Madrid
El misterio rodea al tercer hijo del dictador muerto, alejado del poder hasta 2010
J. REINOSO | Pekín
Kim Jong-il destinó al Ejército lo mejor de los escasos recursos del país
Estados Unidos recordó ayer, tras la muerte de Kim Jong-il, que "mantiene su compromiso con la estabilidad de la península de Corea y con la libertad y la seguridad de sus aliados", una alusión a que la Administración norteamericana responderá a cualquier intento de aprovechar el posible vacío de poder en Corea del Norte para agredir a Corea del Sur o Japón.
La muerte del Kim Jong-il abre una etapa de incertidumbre en el este de Asia, donde los vecinos de Corea del Norte vigilarán con atención cada señal que salga de Pyongyang para dilucidar qué actitud adopta hacia el mundo exterior y si el heredero designado, Kim Jong-un, puede consolidar el poder que depositó en él su padre antes de morir.
El Gobierno sirio firmó ayer, tras varias semanas de dudas y dilaciones, el plan de pacificación de la Liga Árabe. La propuesta incluye el acuartelamiento de las tropas desplegadas por el país en misiones represivas, el inicio de un diálogo sin exclusiones con la oposición y la entrada de observadores en Siria.