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Javier Arenas, saluda desde un balcón de la sede del PP de Andalucía / ALEJANDRO RUESGA
Andalucía se acostó el domingo siendo de izquierdas y ha amanecido de derechas. La marea azul, que ya se veía venir tras las elecciones municipales de hace seis meses, inundó todos los rincones de la comunidad, salvo el de Sevilla, que queda como faro de la única isla roja.
Si la cara es el reflejo del alma, las almas de los socialistas andaluces estaban ayer abatidas, agotadas, decepcionadas, pero con un halo de esperanza. Se vio algún guiño, alguna media sonrisa, aunque parecían más espontáneas las miradas caídas, los gestos serios y las palmadas en la espalda.
Y el feudo cayó. Esa frase resumía anoche los comentarios de victoria que se repetían en la sede central del PP andaluz. Solo faltó un suspiro para ampliar su victoria hasta los 10 puntos, lo que hubiera significado la ansiada predicción: la mayoría absoluta para el PP en las próximas elecciones autonómicas.
Los socialistas andaluces ya saben dónde poner la lupa para encontrar su aldea gala. Sevilla es la única provincia de Andalucía en la que el PSOE ha ganado a los populares en diputados y votos. Con el 97,28% escrutado, los socialistas lograron seis diputados, cinco el PP y uno IU.
El PP de Cádiz se olía la victoria histórica, así que cambió el escenario de la celebración. Dejó de usar su sede provincial, un vetusto edificio del casco antiguo, y el vecino hotel Francia París para desplegarse por el amplio Palacio de Congresos.
Sin paliativos. Uno de cada dos malagueños vota PP. Cuesta ya encontrar adjetivos para calificar el nuevo triunfo electoral de los populares en la provincia de Málaga, donde seis meses después de haber acaparado un poder casi absoluto en las elecciones municipales, ayer batió una nueva marca en los comicios generales.
Un centenar de indignados ocuparon ayer a primera hora de la tarde la plaza del Carmen de la capital granadina. Lo hicieron después de que la policía se retirara de dicho espacio que, desde el sábado por la noche, estuvo cerrado por un fuerte dispositivo.
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