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ELECCIONES 2011

Andalucía amanece de derechas

Arenas consigue por primera vez en su historia ganar unas generales - El PP logra 33 escaños; el PSOE, 25; e IU, 2 - El 67% del voto nuevo de Rajoy es andaluz

Lourdes Lucio

Andalucía se acostó el domingo siendo de izquierdas y ha amanecido de derechas. La marea azul, que ya se veía venir tras las elecciones municipales de hace seis meses, inundó todos los rincones de la comunidad, salvo el de Sevilla, que queda como faro de la única isla roja.

Por primera vez desde las primeras elecciones democráticas de 1977, el PSOE perdió en Andalucía. Se ha producido casi una inversión de resultados en número de escaños, aunque no en votos. El principal feudo socialista pasa a serlo del Partido Popular, cuya contribución a la victoria de Mariano Rajoy ha sido crucial, tanto en número de escaños como en votos. Casi el 67% del incremento electoral logrado por Mariano Rajoy lo ha conseguido en Andalucía, igual que ocurrió en las elecciones municipales.

Ha triunfado el mensaje de Arenas de que es imposible un cambio a peor
Sevilla es la única provincia que resiste el avance de los populares
Los socialistas perdieron casi 800.000 sufragios respecto a 2008
La diferencia de 9,1 puntos no garantiza al PP gobernar en Andalucía
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De los 60 diputados que se eligen en Andalucía -uno menos que en 2008-, el PP sacó 33 (ocho más) mientras que el PSOE enviará a 25 diputados (11 menos que hace cuatro años). Los socialistas perdieron apoyos por su izquierda, también por la derecha pero sobre todo por la abstención. Con el 95% escrutado, se dejaron en la cuneta casi 806.000 votos, mientras que el PP incrementó su cuenta electoral en 184.843 respecto a la que sacó en 2008. Izquierda Unida, que desde los comicios de 2000 no lograba representación andaluza en la Cámara Baja, logró dos actas por Sevilla y Málaga y sumó casi cien mil votos más. La participación fue superior al 70%, aunque bajó en dos puntos con respecto a los anteriores comicios.

El mensaje de que un cambio político "a peor era imposible", que de manera machacona ha repetido el líder del PP, Javier Arenas, se impuso al del presidente de la Junta y secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, de que el cambio era sinónimo de "marcha atrás". Todos los esfuerzos de los socialistas por hacer ver a su hasta ayer fiel electorado de que el PP debilitará los servicios de protección social no han podido con las potentes ganas de cambio en Andalucía, una comunidad gobernada por los socialistas desde hace 30 años, y castigada con dureza por un paro que afecta a 1,2 millones de personas.

A la vista de los resultados de anoche, José Antonio Griñán atinó cuando decidió separar su suerte electoral de la de Alfredo Pérez Rubalcaba y ahora esperará a que suene la flauta cuando convoque las elecciones autonómicas previstas para el mes de marzo. Celebrar las elecciones andaluzas ahora, a la par que las generales, era una muerte segura, según el pronóstico de los socialistas. El PSOE andaluz se va a volcar en las autonómicas mucho más de lo que lo ha hecho en esta campaña que empezó tarde y muy desmotivado.

A partir de hoy acaba una campaña, pero empieza otra y la diferencia obtenida por el PP en porcentaje de votos (45,6%) sitúa a esta organización al borde de la mayoría absoluta. El PP ha ampliado en algo más de dos puntos su ventaja de las elecciones municipales de hace seis meses, una distancia que confía en incrementar. Con vistas a las autonómicas hay partido por disputar, según estiman los socialistas. El PSOE confía en que los previsibles recortes que deberá acometer Mariano Rajoy casi de inmediato hagan mella en las expectativas de Javier Arenas, en su cuarto intento por ser presidente de la Junta de Andalucía.

El líder popular logra su segunda victoria consecutiva tras la de las elecciones municipales del 22 de mayo. La brecha que abrió el PP de 7,2 puntos hace seis meses se amplía, pero menos de lo que vaticinaban las encuestas y esperaba el PP.

El mal resultado cosechado por el PSOE va a abrir de inmediato un fuerte debate interno que la ejecutiva regional de Griñán intentará controlar apelando al cierre de filas por la cercanía de las elecciones andaluzas. Aunque es muy probable que entre hoy y mañana se alcen las primeras voces críticas reclamando un giro de rumbo radical. La ejecutiva andaluza tiene previsto hoy celebrar una reunión para analizar los datos. Griñán ha convocado también a un almuerzo en Sevilla a los ocho secretarios generales provinciales. Todos -salvo el de Sevilla- respirarán por la misma herida y ninguno podrá esgrimir el haber superado en sus circunscripciones al PP. Este partido consolidó su victoria en Almería y superó por primera vez al PSOE en Huelva, Jaén, Córdoba, Cádiz, Granada y Málaga. Lo nunca visto.

La dirección socialista da por descontado que el congreso federal en el que se elegirá al sustituto de José Luis Rodríguez Zapatero se celebrará entre finales de enero y primeros de febrero, es decir, antes de las elecciones andaluzas, como deseaba Griñán.

En sus declaraciones a los medios de comunicación, que no tuvieron posibilidad de hacer preguntas, los líderes del PSOE y del PP aludieron a la próxima batalla electoral que se avecina. Griñán dejó claro que los españoles habían preferido al PP para el "gobierno de España" y anunció que todo el PSOE se volcará en las autonómicas. Arenas reclamó "lealtad institucional" a la Junta.

Javier Arenas, en el centro, saluda desde un balcón de la sede del PP de Andalucía, junto a otros dirigentes populares.
Javier Arenas, en el centro, saluda desde un balcón de la sede del PP de Andalucía, junto a otros dirigentes populares.ALEJANDRO RUESGA

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