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Reportaje:ESPECIAL NIÑOS | COCINA

Menú portátil

Ana Pantaleoni

La nueva hamburguesa infantil de McDonald's en Estados Unidos adelgazará de los 90 gramos actuales a 45 e irá acompañada por la mitad de patatas fritas. Es, por ahora, la última cruzada contra la obesidad infantil.

Las cifras no son buenas: a los niños les sobran kilos. Solo en España, el 26% padece sobrepeso, y el 19%, obesidad. Por este motivo, ya sea en casa, en el colegio o de excursión, hay que velar por la comida de los menores. La tartera, por cierto, también debe cumplir la premisa.

¿Qué tiene que contener este recipiente que permite transportar los alimentos? "El menú de una fiambrera, al igual que el resto de comidas, debe intentar ser lo más equilibrado posible, es decir, que contenga la mayoría de los grupos de alimentos con el fin de aportar todos los nutrientes necesarios. Deberá hacer hueco para alimentos farináceos, verduras y hortalizas, frutas, lácteos, alimentos proteicos, grasas y agua como bebida", explica Natàlia Egea Castillo, dietista-nutricionista de la sección de gastroenterología, hepatología y nutrición infantil del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

Estructurar un menú lo más variado posible no es tarea fácil para los padres. En la fiambrera, las verduras y el pescado también han de estar presentes. "Una causa importante del rechazo de alimentos como el pescado es que los padres no lo toman con regularidad. Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de dos raciones de verdura al día, es habitual pensar en el típico plato de verdura hervida con patata, la ensalada verde o el tradicional y repetitivo puré de calabacín. Evidentemente, si todos los días se recomienda al menos dos raciones de verduras y se preparan siempre de la misma forma, lo normal es que se produzca un rechazo frente a estos alimentos. Para la aceptación de determinados ingredientes en la dieta habitual de los más pequeños será necesario "cocinar, recurrir a la imaginación y crear platos apetecibles", explica Egea.

Cada edad y cada persona tiene su propia tartera ideal. Ahora bien, en la mayor parte de ellas debe estar incluida una ensalada, en cualquiera de sus múltiples variantes. Imaginación al poder.

NICO

Ocho años. Lleva un bocata de pan de molde con tomate, lacón, huevo, queso y ensalada, además de una fruta y agua. Usa un portasándwich de Tatay.

CRISTINA

Once años. En su fiambrera conviven una ensalada de mozarela y tomates cherry, un salmón con berenjena asada y una picada. Lo acompaña con una nectarina. ¿Por qué mozarela? A los niños que no les gusta el queso suelen hacer una excepción con ella. Cristina usa una fiambrera Picnic con cubiertos incorporados de Contento.

Ensalada de tomate, berenjena, salmón y mozarela

Ingredientes: lechuga, rúcula, 5 tomates cherry, mozarela, salmón y berenjenas.

Preparación. Mezclar la lechuga y la rúcula con los tomates cherry cortados por la mitad y el queso en láminas. Untar en aceite la berenjena y meter en el horno a una temperatura de 220 grados unos 20 minutos. Dejar enfriar, pelar y reservar la pulpa. Preparar al vapor un trozo de salmón con poca grasa. Para la picada, que dará vida al plato: tres cucharadas de aceite de oliva, un puñadito de perejil, un diente de ajo, una rodaja de pan y unas hebras de azafrán. Poner a calentar el aceite con los ajos hasta que estén dorados, dorar también la rodaja de pan, añadir el perejil, el azafrán y triturar.

CAROLINA

Catorce años. Carolina come muy cerca de la pista de tenis. El menú del día que se fotografió consistía en una ensalada de arroz y tataki de ternera con pimientos verdes y patatas paja. Lo distribuye en tres tarteras que transporta en una bolsa de conservación. Su postre consiste en un yogur griego con cereales, frutos rojos y naranja confitada.

Su bolsa de alimentos es el modelo Tescoma Freshbox.

Ensalada de arroz

Ingredientes: 250 gramos de arroz hervido y escurrido, una lata de atún, cinco cucharadas de salsa de tomate frito, cuatro cucharadas de maíz, 80 gramos de aceitunas rellenas de anchoas cortadas por la mitad.

Preparación. Mezclar todo y enfriar en la nevera.

'Tataki' de ternera

Ingredientes: 600 gramos de entrecot de ternera cortado en tiras, cuatro patatas viejas peladas y cortadas muy finas, pimientos verdes.

Preparación. Marcar las tiras de entrecot en una sartén antiadherente hasta que estén doradas por las cuatro caras, marinar durante 24 horas con 150 gramos de salsa de soja, 100 gramos de vinagre de Módena, un diente de ajo, 40 gramos de jengibre y seis gotas de tabasco. Freír las patatas y los pimientos verdes. Servir.

PEPE

Cinco años. Su pequeña tartera es equilibrada. Pepe es el más pequeño, hoy comerá fuera porque va de excursión con el cole y sus padres quieren que se alimente bien. Así que le han puesto una ensalada de patata con queso fresco y unas croquetas de merluza. El postre será una tarta de zanahoria con mermelada.

La tartera que lleva es una pequeña caja lunchbox de la marca Rosti Mepal adquirida en Limo.

Ensalada de patata y croquetas

Ingredientes: una patata, mayonesa, queso fresco. Para las croquetas: medio litro de leche, 120 gramos de mantequilla, 120 gramos de harina, medio kilo de carne de merluza hervida y escurrida.

Preparación. Hervir una patata, pelar, cortar en dados, mezclar con mayonesa (preferiblemente de bote, para que se conserve mejor) y añadir daditos de queso fresco.

Calentar la mantequilla hasta que se funda, añadir la harina y la leche (caliente). Cuando la masa ya es homogénea, añadir la sal, la pimienta, la nuez moscada y la merluza, que se desmiga a la vez que se cuece durante un mínimo de 20 minutos. Dejar enfriar durante un día y dar forma a cada croqueta. Pasar por harina, huevo y pan. Reservar en el congelador. Freír en aceite caliente y acabar de calentar en el horno a 180 grados.

Pastel de zanahoria

Ingredientes: 8 huevos, 600 gramos de harina, 600 gramos de mantequilla, 200 gramos de aceite de girasol, 730 gramos de zanahoria rallada, 240 gramos de nueces, dos sobres de levadura, 20 gramos de sal, 28 gramos de canela y 2 gramos de nuez moscada.

Preparación. Batir los huevos y el azúcar hasta que se monten (quedarán como una espuma homogénea). Añadir el aceite de girasol, la harina tamizada, las nueces, la sal, la canela, la nuez moscada y los dos sobres de levadura. En un molde untado con mantequilla y harina o en papel de horno, cocer a 175 grados unos 35 minutos.

Agradecimientos: Limo y The Kitchen Company.

Nico, de ocho años, lleva un sándwich.
Nico, de ocho años, lleva un sándwich.VICENS GIMÉNEZ
Cristina, de 11 años, lleva una ensalada y salmón.
Cristina, de 11 años, lleva una ensalada y salmón.VICENS GIMÉNEZ

Mundo tartera

Recipientes de diseño, con muñecos, con la última peli de Disney... Marcas como Tatay, en plástico, y Lekué, en silicona, hacen una fuerte inversión en el diseño para transportar el bocata. Otras como Valira triunfan con la bolsa Nomad, que conserva los alimentos. Hay también tarteras de todas clases, comos los contenedores herméticos de la marca coreana Lock & Lock. Lo cierto es que la crisis ha disparado el uso de la fiambrera. "El tema de transportar la comida está en auge. Por un lado, es una cuestión económica, pero también está el aspecto de la salud. Si yo me hago la comida y la transporto, controlo exactamente lo que como y eso es una ventaja", explica Luki Huber, diseñador de producto que trabaja para Lekué y que durante cinco años colaboró en el equipo creativo de elBulli diseñando aparatos de cocina y objetos para llevar los alimentos a la mesa. Reconoce que el de la tartera es un mercado difícil, "en el que se pueden hacer propuestas nuevas" pero que tiene que competir con el 'tupper' en todas sus variantes, con un precio mucho más competitivo.

Secretos del almacenaje

La comida debe ser apta para viajar. O lo que es lo mismo: transportable y maleable. El mejor invento para guardar un bocadillo es el papel de plata. Alimentos que se pueden comer en frío: supremas de merluza rebozadas, carne empanada, unas salchichas. Las tarteras de diario no se deben confundir con la comida de excursión. Mejor evitar los huevos -aunque sean de casa- y las carnes crudas, porque corren el riesgo de estropearse.

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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