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Las protestas siguen en Marruecos pese a la nueva Constitución

Los islamistas monopolizan las marchas en varias ciudades

Las protestas contra la Constitución se reanudaron ayer en todo Marruecos, sobre todo en Casablanca y Tánger, tan solo 48 horas después de que el 98,5% de los marroquíes votasen sí en las urnas a la nueva Constitución tal y cómo se lo había pedido el rey Mohamed VI en un discurso pronunciado 17 de junio.

A los eslóganes tradicionales -"No a una Constitución para esclavos" o "Abajo el absolutismo"- se añadieron otros sobre el resultado del referéndum del viernes pasado: "98% de votos sí y las urnas vacías", coreaban, por ejemplo, los cortejos en los que predominaban los islamistas.

Las manifestaciones habían sido convocadas por los jóvenes del Movimiento 20 de Febrero, pero en Rabat o Casablanca estos eran escasos, así como los afiliados de partidos de izquierdas y sindicalistas. El grueso del desfile eran militantes del gran movimiento islamista, ilegal pero tolerado, de Justicia y Espiritualidad.

Francia se erige en el principal valedor de la reforma del rey Mohamed VI

Se les reconoce a la legua por la separación, en el cortejo, de hombres y mujeres -estas últimas con la cabeza cubierta por el hiyab-, su manera disciplinada de caminar y de corear las consignas, así como la no utilización del francés en sus eslóganes y en las pancartas reivindicativas que exhiben siempre escritas en árabe. Los 8.000 manifestantes de Tánger rezaron la fatiha antes de disolverse.

El 73% de los marroquíes, según el Ministerio del Interior, participó en el referéndum, pero varios intelectuales de izquierda y los islamistas ponen en tela de juicio ese porcentaje. Aprobaron una Carta Magna que transfiere al jefe del Gobierno algunos de los poderes del monarca, pero aún así conserva buena parte de sus prerrogativas.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha sido, una vez más, el principal valedor de los intereses de Marruecos. Ha propuesto incorporarle a la llamada Asociación de Deauville, creada en mayo por la cumbre del G-8 para apoyar con 13.775 millones de euros en créditos a países "comprometidos con una transición democrática" como Túnez y Egipto, según reza un comunicado de El Eliseo. Marruecos es ya el país de la orilla sur del Mediterráneo más mimado por la UE. Es el único que goza, desde 2008, del llamado estatuto avanzado, que le convierte en un socio privilegiado.

Sarkozy anunció esa iniciativa tras llamar a Mohamed VI para felicitarle por su "éxito reseñable". El monarca también recibió una llamada del rey Juan Carlos al tiempo que los ministerios de Exteriores de España, Francia, Alemania y la Unión Europea publicaron comunicados alegrándose del paso dado por Marruecos. EE UU también lo hizo, pero con un texto más matizado que omitió resaltar la participación. En España, el PP se sumó, por boca de Jorge Moragas, secretario de relaciones internacionales, a la lluvia de felicitaciones. Es la primera vez que el PP se manifiesta públicamente sobre la evolución política de Marruecos desde que en febrero empezaron las protestas.

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