La salud de Chávez pone en vilo a Venezuela
El Gobierno suspende una importante cumbre regional por la enfermedad del presidente - El dirigente aparece en dos vídeos para mostrar su mejoría
El hermetismo sobre la salud de Hugo Chávez ha puesto a todos nerviosos en Venezuela y América Latina. En menos de 24 horas, el Gobierno de Caracas ha tenido que difundir dos vídeos para intentar demostrar que el presidente se encuentra bien. Pero la sospecha de que el mandatario, que se sometió a una cirugía de emergencia en La Habana el 10 de junio por un supuesto absceso pélvico, padece una enfermedad más grave de lo admitido oficialmente creció anoche después de que el Ejecutivo suspendiera una importante cumbre regional.
Chávez "se encuentra en medio de un proceso de recuperación y tratamiento médico sumamente estricto" y el Gobierno ha tomado la decisión de "postergar la realización de la III Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo", informó el Ministerio de Exteriores en un comunicado. La reunión, convocada inicialmente el 5 y 6 de julio en la turística isla de Margarita, queda aplazada al segundo semestre del año.
Chávez se somete a "un tratamiento médico estricto", según el Ejecutivo
La oposición exige transparencia sobre la situación del mandatario
La cancelación del encuentro ha disparado las sospechas de que la convalecencia del presidente será más larga de lo previsto y de que no parece sufrir una dolencia menor. Además, la cumbre coincidía con los actos de celebración del bicentenario de la independencia de Venezuela y todo parece indicar ahora que Chávez no estará en disposición de asistir a los fastos. En Caracas se sabe que el presidente jamás se perdería una fiesta bolivariana como la del bicentenario y, si no acude, reforzaría el diagnóstico extraoficial de que puede padecer una enfermedad grave, como un cáncer.
En la capital venezolana, sacudida estos días por varios conflictos sociales y laborales, se ha instalado una creciente sensación de desgobierno. La oposición ha pedido con insistencia informes sobre la salud del presidente y el chavismo ha bregado con la ausencia del líder hasta que no tuvo más remedio que mostrar unos vídeos que, a pesar de todo, no han disipado todas las dudas y rumores sobre la salud de Chávez.
Ayer, el Gobierno le puso voz al vídeo mudo de Hugo Chávez que el martes por la noche retransmitió la televisión estatal, como prueba de vida del presidente, que ya cumple más de tres semanas de convalecencia en La Habana. En la primera secuencia aparece Chávez paseando al aire libre junto a Fidel Castro, leyendo para él las noticias del Granma.
El siguiente plano es de ambos comandantes, sentados en un salón, con Chávez enumerando anécdotas de su vida de cadete. La pieza entera solo reúne recuerdos vagos. El presidente venezolano no le habla a su país, no le dice cuál es la enfermedad que lo retiene en Cuba ni informa cuándo tiene previsto volver a Caracas a retomar las riendas del poder.
"Hemos visto un testimonio para la historia, dos gigantes conversando", dijo el vicepresidente Elías Jaua. "[El vídeo] viene a reforzar el clima de estabilidad política que hemos vivido y eso es importante resaltarlo", insistió, tras comentar que ayer el presidente había trabajado y dado instrucciones a sus ministros por teléfono. Pero ninguna de las gestiones quedó grabada en vídeo alguno, solo las viejas historias del joven Chávez: cuando se "topó" con Bolívar y las "ideas revolucionarias" en la Academia Militar, de cuando escuchó por radio la noticia del golpe contra Allende...
"Que sirvan estas imágenes para traerle tranquilidad al pueblo de Venezuela sobre la salud del presidente Chávez", insistió el martes por la noche el ministro de Comunicación e Información, Andrés Izarra. Lo cierto es que los últimos vídeos son los testimonios más recientes de la convalecencia de Chávez desde que el 12 de junio, dos días después de la operación, él mismo hablara al país sobre su salud, a través de una llamada telefónica que fue retransmitida por la televisión oficial: dijo que le estaban sometiendo a estudios, a biopsias, a tratamientos, pero no reveló en qué hospital de La Habana estaba ni cuándo volvería. Desde entonces y hasta ayer, los venezolanos no habían vuelto a escuchar su voz.
Durante su convalecencia en Cuba, Chávez se ha negado a ceder el poder, tal y como lo estipula la Constitución venezolana en casos de ausencia temporal del presidente. La mayoría oficialista en el Parlamento le ha autorizado a gobernar a distancia desde La Habana. Pero en los hechos ha sido el vicepresidente Elías Jaua quien ha tomado las riendas de todo: un sociólogo, de 42 años, ex dirigente estudiantil de izquierdas, sin el carisma ni la ascendencia política necesaria para controlar las corrientes internas de un Gabinete civil y militar de 29 ministros.
En cada aparición pública, Jaua subraya la frase "estabilidad política" y la combina con la palabra "continuidad". Por eso, la más alta dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha ofrecido el lunes un mensaje al país para mostrar, aún entre caras largas, que hay "unidad" entre los revolucionarios. Y por si acaso, el hermano mayor del presidente, Adán Chávez, le ha pedido a sus copartidarios que no descarten la lucha armada para mantener el poder. El oficialismo, tanto como la oposición, se muestra perplejo ante la posibilidad de una Venezuela sin Chávez por tiempo indefinido.
El país, mientras tanto, sigue consumiéndose en los fuegos que Chávez dejó encendidos cuando el 5 de junio partió a una gira regional por Brasil, Ecuador y Cuba: continúa la crisis del suministro eléctrico, la inflación sigue siendo la más alta de América Latina y los profesores universitarios se mantienen en las calles, exigiendo el pago de salarios.
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