El oscuro libro de las 'madres desconocidas'
El doctor Vela declaró en 1981 que su clínica llevaba un registro de mujeres que abandonaban a sus hijos al nacer
El director de la clínica San Ramón, de Madrid, declaró a la policía en 1981 que este centro tenía un libro en el que se hacía constar el nombre de las parturientas que deseaban "perder" a sus hijos. Los bebés eran inscritos a continuación en el Registro Civil como hijos de "madre desconocida" antes de ser dados en adopción. La clínica San Ramón resultó ser una auténtica fábrica de bebés de la que salieron cientos de niños que hoy buscan a sus madres biológicas.
La Brigada Judicial de Madrid detuvo en noviembre de 1981 a cinco mujeres y un hombre por su presunta implicación en un delito de "tráfico de recién nacidos". En esa red había prostitutas, intermediarias, la dueña de una guardería y el compañero sentimental de una de estas mujeres. Y mucho dinero por medio.
La policía no detuvo nunca al ginecólogo, pero le denunció al juez
El médico dice hoy que es "mentira" que existiera ese fichero en su centro
Las investigaciones dejaron al descubierto que los bebés procedían de la clínica San Ramón, situada en paseo de La Habana de Madrid, donde las gestantes "obtenían toda clase de facilidades para ocultar su identidad" a la hora de desprenderse de sus bebés.
El director de esa clínica que presuntamente sirvió de base para innumerables adopciones de recién nacidos era el doctor Eduardo Vela Vela, que asistía en el parto a las mujeres y, además certificaba que los bebés eran hijos de "madre desconocida". Empleados de ese hospital calcularon ante la policía que el 70% de las inscripciones que hacían en el Registro Civil eran de este tipo.
Nunca se supo muy bien si ese doctor fue detenido o no. No lo aclaraba la nota de prensa difundida en su día por la Jefatura Superior de Policía, dirigida entonces por el comisario Gabriel García Gallego. Ni siquiera citaba el nombre del doctor Vela.
Ahora, cuando han transcurrido casi 30 años, EL PAÍS ha podido saber que este médico fue interrogado, aunque entonces no fue puesto a disposición del juez que llevaba el caso.
Los policías le preguntaron cómo era posible que en la clínica dieran a luz tantas "madres desconocidas", como se hacía constar en las inscripciones. El doctor respondió que a esas madres, que deseaban "perder" a sus hijos, se les informaba de los trámites para inscribir a los niños sin que figurase la identidad de ellas. No obstante, Vela aseguró que el centro sanitario disponía de un libro en el que se hacía constar la identidad de la madre, las circunstancias del parto, el nombre de los padres adoptantes, así como qué personas avalaban a estos, según documentos a los que ha tenido acceso este periódico. En ese registro, además, se anotaban los apellidos con los que había sido inscrito en el Registro Civil cada niño presuntamente abandonado.
Los policías hicieron notar al tocólogo la contradicción que suponía que él mismo -o alguien de su equipo- certificase ante el Registro Civil que un niño era de "madre desconocida" si había un libro en el que se anotaba su identidad. Y le pidieron a Vela que les entregase ese registro, a lo que él se negó escudándose en "motivaciones deontológicas".
Ante la negativa, los policías pusieron los hechos en conocimiento de la autoridad judicial. El entonces director general de la Policía, el comisario José Luis Fernández Dopico, fue puntualmente informado de tales pesquisas. ¿Qué hizo el juez a continuación?
Este periódico requirió el pasado viernes la versión de Vela. En una breve conversación telefónica, se limitó a negar que en la clínica San Ramón existiera ese registro con los nombres de las parturientas y las identidades de los adoptantes. "Eso es mentira", proclamó antes de colgar el auricular de forma abrupta.
David Rodríguez, uno de aquellos niños supuestamente abandonados en San Ramón y dados en adopción, se queja: "Es una pena que entonces no se investigara a fondo. El fiscal debería citar al doctor Vela para que aclare si existía ese libro y si aún lo conserva. Nos ayudaría mucho para aclarar nuestro caso".
"Archivos destruidos"
El doctor Eduardo Vela Vela, hoy ya septuagenario, se ha negado siempre a hablar con profundidad sobre el caso San Ramón y la presunta implicación de este centro en el supuesto robo, apropiación de bebés o adopciones irregulares.
"Prefiero no hablar. Se pueden poner en entredicho la moralidad y la legalidad de esas adopciones. Yo ya soy muy mayor y quiero vivir en paz lo que me quede. No es moral que yo hable de estas cosas. Si hay un ser superior, que sea Él quien diga lo que tenga que decir", declaró a EL PAÍS en noviembre de 2008.
¿Sería posible que esos hombres y mujeres adoptados en su día encuentren a sus madres?, se le preguntó entonces. Y el médico respondió: "Va a ser muy difícil. Toda la documentación se destruyó por orden del Juzgado Tutelar de Menores. ¿Pero, por qué revolver ahora este asunto?".
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