Rabat procesa a 200 jóvenes por disturbios en las manifestaciones

Las fuerzas del orden marroquíes actuaron con habilidad el pasado 20 de febrero, durante la primera gran jornada de protesta nacional, pero la justicia está siendo severa con todos aquellos que participaron en disturbios tras las manifestaciones de hace dos semanas que congregaron a 37.000 personas en 57 provincias, según el Ministerio del Interior; cerca de 200.000, según los organizadores.

La suma de los datos oficiales indica que 218 jóvenes, algunos menores de edad, han sido procesados en ocho localidades, pero otras fuentes vinculadas a las organizaciones de derechos humanos elevan la cifra a al menos 260 en una decena de ciudades. La mayoría están en prisión preventiva.

El grueso de los imputados (69) están en Tánger, aunque la mayoría de ellos (40) fueron detenidos a 74 kilómetros al sur, en Larache, donde un grupo asaltó la sede de la aduana. En la cercana Tetuán hay otros 19 y en Alhucemas, en el corazón del Rif, hay 38, pese a que la ciudad solo tiene 70.000 habitantes. En Marraquech los inculpados son 39.

Casi todos han sido acusados por la fiscalía de constitución de banda criminal, incendio voluntario de edificios públicos y de vehículos, sabotaje, reagrupamiento en la vía pública con armas, injurias a funcionarios, robo y, en algunos casos, consumo de drogas.

El ministro del Interior, Taieb Charkaoui, señaló el 21 de febrero que en la noche anterior 33 edificios públicos habían sido dañados, 24 sucursales bancarias, 50 tiendas y edificios particulares al tiempo que fueron quemados 66 vehículos. En el incendio de una sucursal bancaria en Alhucemas murieron cinco jóvenes y un sexto falleció en circunstancias extrañas en Sefrou, cerca de Fez.

Las primeras sentencias han sido promulgadas en Fez donde a cuatro "vándalos" les han caído hasta 10 años de cárcel. La prensa independiente marroquí sospecha que tras el espectacular escarmiento no tardarán en ser indultados por el rey Mohamed VI.

Desde las protestas de hace dos semanas se han producido en Marruecos numerosos actos reivindicativos poco concurridos. Los jóvenes del Movimiento 20 de Febrero convocaron, sin embargo, el sábado a través de Facebook y correos electrónicos, una segunda jornada nacional de manifestaciones para el 20 de marzo.

Hasta ahora el grupo de jóvenes contaba con el apoyo de las organizaciones de derechos humanos, de pequeños partidos de izquierdas y de algunas bases sindicales así como de las juventudes de Justicia y Espiritualidad, pero no del conjunto de ese gran movimiento islamista que apenas se movilizó el 20 de febrero.

Ahora se les ha sumado el respaldo de un partido clave de la coalición gubernamental, el socialista. El Consejo Nacional de esa formación se inclina incluso por pedir que los ministros socialistas abandonen el Ejecutivo, algo a lo que se resiste el Buró Político.

La principal reivindicación de las manifestaciones es una nueva Constitución que recorte los poderes del rey al que la actual Carga Magna convierte en un monarca casi absoluto, pero no atacan a la institución. Otras demandas están relacionadas con la independencia de la justicia, la lucha contra la corrupción y mejoras sociales.