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El director de la Biblioteca Nacional argentina veta a Mario Vargas Llosa

Horacio González critica que el Nobel inaugure la Feria del Libro de Buenos Aires

Soledad Gallego-Díaz

Mario Vargas Llosa le resulta tan molesto a un grupo de intelectuales argentinos, próximos al kirchnerismo, que han llegado hasta el extremo de protestar porque se le invite a asistir a la inauguración de la 37ª edición de la Feria del Libro de Buenos Aires, que se abre el próximo 20 de abril. La protesta está encabezada nada menos que por el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, que considera "sumamente inoportuno" que el Premio Nobel de Literatura 2010 "ocupe ese lugar para inaugurar una feria que nunca dejó de ser un termómetro de la política". Es decir, que Vargas Llosa no compagina bien "con las corrientes de ideas que abriga la sociedad argentina".

"Lo que sucede con Vargas Llosa demuestra que si Jorge Luis Borges estuviera hoy vivo no podría tampoco inaugurar la Feria del Libro, porque Borges tenía la misma actitud crítica ante el peronismo y el populismo", explica el periodista y escritor Jorge Fernández, asombrado por el hecho de que un grupo de intelectuales pretenda "boicotear la inauguración de la Feria del Libro de Buenos Aires por el escritor de lengua española que ha obtenido este año el Premio Nobel". "Su presencia debería ser un orgullo y un honor para la feria", asegura.

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La duda es si esta iniciativa procede de una peculiar ocurrencia de ese grupo de intelectuales o si cuenta con el apoyo y la iniciativa de la Casa Rosada, que acaba de abrir prácticamente la campaña electoral para la reelección de Cristina Fernández en octubre próximo, y que intenta evitar cualquier escenario público en el que la presidenta pueda ser objeto de juicios adversos. Es poco probable que si Vargas Llosa es el orador principal, la presidenta recupere la tradición (algo tambaleante) de asistir a la apertura de la feria.

"En Argentina ya hubo críticas cuando se concedió el Premio Nobel a Vargas Llosa", recuerda la ensayista y profesora de literatura de la Universidad de Buenos Aires Beatriz Sarlo. La raíz de la diferencia, según ella, no es tanto su crítica del peronismo como su actitud anti-Chávez. "El discurso de Vargas Llosa no estará bajo control y es muy probable que tenga alguna dimensión sobre la realidad latinoamericana en su conjunto", explica Sarlo. La ensayista ironiza sobre la permanente dramatización de la vida política argentina: "No creo que en España el Rey dejara de ir a un acto porque fuera a hablar Javier Cercas, autor de un libro en el que el Monarca no queda muy bien".

Vargas Llosa ha sido siempre muy explícito en su crítica al peronismo y en sus duros reproches a los sucesivos Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. El Premio Nobel, de ideología liberal, ha alabado, sin embargo, en numerosas ocasiones el surgimiento de una izquierda democrática latinoamericana, cuyos máximos exponentes son, a su juicio, Brasil, Chile o Uruguay.

Horacio González (que ocupa el mismo cargo que en su día tuvo Borges) es un decidido partidario de la presidenta actual y cuenta con el apoyo de otros intelectuales próximos al kirchnerismo, como José Pablo Feinmann, Aurelio Narvaja y Vicente Battista, que apoyan su iniciativa. González mantuvo ayer que a Vargas Llosa le aqueja "un mesianismo autoritario". El director de la Biblioteca Nacional asegura que "aprecia" la literatura de Vargas Llosa, pero que también le identifica como "un hombre de agresividad creciente hacia los procesos populares".

La directora de la feria, la editora Gabriela Adamo, que ocupa el cargo desde hace pocos meses, no encontró ayer tiempo para hablar con EL PAÍS, pero Gustavo Canevaro, presidente de la Fundación El Libro, que auspicia la muestra, descartó retirar la invitación a Vargas Llosa. Sin embargo, se mostró partidario de "dialogar" con quienes han protestado. "Es entendible que fuera de Argentina esta polémica pueda parecer incoherente, pero es parte de la realidad de este país", explicó, "la familia se toma con lo bueno y con lo malo, ¿no? Pues esto es lo mismo. Uno es parte de lo que es".

Canevaro se negó a comentar la posibilidad de que quienes protestan por la presencia prominente del premio Nobel busquen también satisfacer algún apetito personal y se conformen con que se invite al mismo acto a algún representante de su propio grupo. "Nosotros escucharemos todas las posiciones y todas las voces, como es lógico. Hasta este momento no hemos evaluado ningún cambio, pero estamos abiertos a todas las opciones". Canevaro admitió que el acto inaugural había sido durante las ediciones pasadas "un privilegio de escritores argentinos", pero resaltó que la feria había pensado en Vargas Llosa como "representante de la patria más grande, que es la hispanohablante".

Entre los invitados españoles al acto inaugural de este año figuran los escritores Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina y Juan José Millás.

Una visitante de la última Feria del Libro de Buenos Aires, rodeada de volúmenes.
Una visitante de la última Feria del Libro de Buenos Aires, rodeada de volúmenes.NATACHA PISARENKO (AP)
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