La UE ofrece toda la ayuda que haga falta

Cuando los socios de la UE y las instituciones comunitarias estaban todavía paralizados por la realpolitik y el principio de no injerencia, el primer ministro danés dijo en la mañana de ayer que Mubarak ya era historia y que lo que había era "un régimen acabado". Una vez hecho el anuncio oficial en El Cairo del fin de la era Mubarak, fue el presidente del Parlamento Europeo, el polaco Jerzy Buzek, el primero en ofrecer desde Bruselas el apoyo de la Unión a los egipcios. Le secundaron el presidente del Consejo Europeo, el de la Comisión y la responsable de la política exterior. "Celebramos la decisión del presidente Mubarak. Al dimitir ha escuchado las voces de los egipcios", señalaron en un comunicado Herman Van Rompuy, José Manuel Durão Barroso y Catherine Ashton. "La UE está dispuesta a ayudar en todo lo que pueda".

Suiza anunció enseguida que congelaba "con efecto inmediato" las cuentas de Mubarak y sus allegados, según explicó el portavoz de Exteriores, Lars Knuchel. La medida, que se mantendrá durante tres años, se ampliará a los allegados al expresidente, a fin de evitar el saqueo de fondos públicos, añadió. Tampoco podrán vender propiedades inmobiliarias.

Tuvo que ser Angela Merkel la líder europea que diera dimensión humana y emoción al momento histórico. "El de hoy es un día de gran alegría", declaró la canciller alemana en Berlín. Como conocedora por experiencia personal de lo que supone la caída de muros que parecían indestructibles, y rememorando los sucesos de 1989 en Berlín, Merkel dio a lo sucedido en El Cairo su auténtica dimensión: "Estamos asistiendo a un momento histórico. Comparto la alegría del pueblo egipcio, la de millones de personas en las calles de Egipto".

En una rápida comparecencia ante la prensa de Bruselas, un corresponsal árabe abundó ante Ashton en el inevitable paralelismo entre la caída del Muro y la recuperación de su calidad de ciudadanos de los nacidos en algunos países árabes y le pidió que enviara un mensaje a la juventud que vive en el arco sur del Mediterráneo. "No me gusta hacer comparaciones porque las situaciones son diferentes de país a país", respondió la Alta Representante, arrojando por la borda una vez más la ocasión de estar a la altura de las circunstancias. Valoró ella la dignidad y la calma de los jóvenes que han tomado las calles árabes y expresó un deseo: "Queremos que tengan un futuro, que obtengan lo que están pidiendo".

La conversión del Ejército egipcio en el árbitro de la situación no parece inquietar a Ashton, en vista de su "particular relación con el pueblo". A las Fuerzas Armadas, añadió, "se les ha dado la oportunidad de sacar el país adelante y confiamos en que lo harán". Junto a su oferta de ayudar a Egipto, Ashton repitió no menos de cuatro veces la idea "del conocimiento y la experiencia" que tiene la UE en sostener procesos democráticos y cómo pondrá tales activos al servicio de la transición egipcia.

[La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, dijo que la renuncia de Mubarak facilitará una transición más rápida y abogó por que se abra "un proceso inclusivo con todos los actores", realizado de forma "rápida, ordenada y pacífica", informa Efe].