Lorca y Shakespeare suben de la mano al escenario
El montaje 'Comedia y sueño' es un cruce de caminos entre 'Comedia sin título' y 'Sueño de una noche de verano'
Cuando en agosto de 1936 los falangistas detuvieron a Federico García Lorca, el escritor estaba trabajando en varios dramas en los que planteaba distintos temas sociales. Uno de ellos era Comedia sin título. Lorca situó esta pieza inacabada en un teatro madrileño en el que los espectadores estaban a punto de asistir a la representación de Sueño de una noche de verano, una de las obras maestras de William Shakespeare. Bajo el nombre de Comedia y sueño se estrena esta noche en el Teatro Isidoro Máiquez de CajaGranada el montaje del director Juan Carlos Corazza, gracias a La Fundación Federico García Lorca y la Compañía Teatro del Estudio.
En Comedia y sueño, Corazza ha ido más lejos y ha descartado el uso de la pieza de Shakespeare como mera referencia, para trazar un auténtico entreverado de dos partes: el texto completo del único acto conservado de la pieza de Lorca y la obra del dramaturgo inglés.
Madrid, 1936. En las calles se gesta una revolución. Mientras tanto, en el interior de un teatro, el público espera a que comience la representación de la popular obra de Shakespeare. Cuando todo el mundo intuye el comienzo del espectáculo, en un giro inesperado el director de la compañía no da paso a la función, sino que provoca en los espectadores una valiente reflexión sobre la relación del teatro con la realidad, sobre los hilos que conectan poesía y vida.
"Su propuesta es reflexionar junto a los espectadores, actores y técnicos sobre el sentido ético y estético del teatro en la sociedad. Simultáneamente en las calles se gesta una revolución que irrumpirá en el escenario. La fuerza de la palabra, cargada de poesía, conocimiento y realidad, se verá amenazada por la barbarie", explica Juan Carlos Corazza, para quien "la guerra intentará infructuosamente destruir la vitalidad y el misterio de la creación en el teatro".
La dramaturgia incluye escenas y relatos de la comedia de Shakespeare, que han sido adaptados con libertad al texto de Lorca. "Es una comedia de sombrío argumento y de mundo mágico, que se encuentra con la tragedia a través de un lenguaje escénico abierto, libre y desnudo. Hay un código teatral que deja a la vista del público el juego entre realidad, ficción, actores y personajes y que invita al espectador a viajar con su imaginación, su pensamiento y su corazón", explica el director, que evoca esta frase de Lorca: "El mundo necesita más que nunca verdades que construyan". "El teatro de actores es una oportunidad para hacer un trabajo artesanal, una invitación a reconocernos, a participar comprendiendo o imaginando cómo ser un poco más felices en un mundo con tanto sufrimiento", concluye Corazza.
Esta noche, doce actores tratarán de acortar la distancia de siglos que hay entre las dos obras para rendir un homenaje a dos de los grandes genios del teatro. Entre ellos se encuentran Alicia Borrachero, Rafa Castejón, Alba Flores, Javier Godino, Ana Gracia, Manuel Morón, Tomás Novas, Violeta Pérez, Xenia Reguant, Raúl Sanz, Óscar Velado e Isabel García Lorca.
La Fundación García Lorca ha querido que su primera producción teatral -inicialmente prevista para el futuro Centro Federico García Lorca de Granada (que acumula diversos retrasos, por lo que aún no tiene fecha de apertura)- arrancara con este texto inacabado del escritor asesinado por las balas fascistas. Con él se propone derribar los "muros de la mentira". Lo hará con una compañía "que deja ver, con excepcional talento, las verdades consoladoras de un gran poeta", según Laura García Lorca, para quien "hay teatro dentro del teatro tanto en Comedia sin título como en Sueño de una noche de verano. Y hay amor, humor y guerra".
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