Armas para todos los públicos
La matanza de Columbine sigue viva en la memoria estadounidense
Imagine que mañana, cuando usted compre el periódico, en lugar de entregarle una película le ofrecen un arma de fuego.
¿Impensable, verdad? Pues en Bowling for Columbine, del director Michael Moore, verá cómo en un banco de Estados Unidos los directivos atraen clientes ofreciendo un rifle a cada persona por abrir una nueva cuenta.
Cada año, las armas de fuego se cobran en Estados Unidos la vida de más de 100.000 personas por asesinatos, suicidios, accidentes o intervenciones policiales. La Campaña Brady para prevenir la violencia con armas informa de que en 10 meses de 2010 han muerto más de 88.000 personas tiroteadas en EE UU. En el momento de escribir este artículo, pasados unos minutos del mediodía, el escalofriante contador pasaba de 143 a 144: ese era el número de personas que habían muerto en poco más de 12 horas como consecuencia de uno o varios disparos de arma de fuego.
Dos estudiantes asesinaron a 12 compañeros y a un profesor en 1999
Han pasado ya más de 10 años del suceso que conmovió a Estados Unidos. Desde entonces, el país ha vivido otra brutal matanza en un centro educativo (Virginia Tech en 2007). Pero siempre habrá un antes y un después de Columbine.
El 20 de abril de 1999, Eric Harris, de 18 años, y Dylan Klebold, de 17, dos adolescentes que estudiaban en el instituto de Columbine cercano a la localidad de Littleton (Colorado) descargaron su odio y sus cargadores contra los alumnos y los docentes de ese centro, acabando con la vida de 12 estudiantes y un profesor. Harris y Klebold se suicidaron menos de una hora después de comenzar el asalto. El dramático saldo fue de 15 muertos y 24 heridos.
El título de Bowling for Columbine es una licencia de Moore con la que intenta poner de manifiesto el ridículo de los medios de comunicación que achacaron la conducta de los asesinos al hecho de que escucharan música de Marilyn Mason. Por esa misma razón podría culparse a los bolos de la matanza, ya que los dos jóvenes practicaron ese juego poco antes de empezar el tiroteo. Moore intenta encontrar las razones de por qué EE UU tiene un alto índice de violencia con armas. No lo logra. Al menos, no con una respuesta concreta.
La película fue estrenada en 2002 y mereció el Oscar al mejor documental al año siguiente. En el filme se subraya cómo la vida de muchas personas cambió radicalmente tras aquel espanto. Es el caso de Anne Marie Hochhalter, que quedó parapléjica tras recibir varios impactos de bala. El primero le alcanzó la espina dorsal; el siguiente le atravesó el pulmón, el diafragma y el hígado. Hochhalter, de 28 años, sobrevivió tras cuatro largas horas en el quirófano y abandonó el hospital cerca de seis meses después del asalto. La vida, tal y como la conocía hasta aquel 20 fatídico de abril, desapareció por completo. Incapaz de superar una depresión que sufría desde hacía tiempo y que se agravó con la tragedia de su hija, la madre de Hochhalter entró una mañana en una armería de Columbine y tras pedir que le enseñaran un arma, la cargó y se voló la cabeza.
Quienes no murieron en la matanza sufren desde entonces las secuelas permanentes que les dejó Columbine. Las víctimas y sus familias encuentran tremendamente doloroso recordar aquellos hechos. Para Connie Michalik, no importa que hayan pasado 10 o 15 años. Columbine siempre estará presente en su vida y en la de su hijo, Richard Castaldo, quien recibió ocho disparos que le dejaron paralizado de pecho para abajo. Castaldo se encontraba disfrutando de su almuerzo con su amiga Rachel Scott cuando comenzó la locura desatada por Harris y Klebold.
Scott fue la primera persona en caer asesinada en Columbine. "Recuerdo Columbine todos y cada uno de los días de mi vida", explica Michalik. "No pasa uno solo sin que lo tenga presente". Noventa millones de estadounidenses (sobre una población de 310) poseen un total de casi 300 millones de armas, lo que convierte al país en la nación del mundo con mayor índice de armas en manos de civiles. El 40% de los hogares estadounidenses posee, al menos, un arma de fuego, lo que se traduce en que muchas familias protegen su sueño con un arma en la mesilla de noche. El derecho a poseer un arma lo garantiza el Tribunal Supremo y lo defiende la Asociación Nacional del Rifle (NRA). Una de las escenas más polémicas de la película de Moore es cuando este busca respuestas al fenómeno de las armas en EE UU y acude a quien entonces era la cabeza más visible del NRA, el actor Charlton Heston, ya fallecido. Incómodo ante la pregunta de por qué la NRA realizó mítines en ciudades como Littleton incluso después de la matanza, el actor opta por abandonar la entrevista y guardar silencio.
Columbine es una de los asesinatos escolares con más víctimas en la historia de Estados Unidos. El triste honor de ser la mayor lo tiene la escuela Bath de Michigan, donde en 1927 hubo 45 muertos y 58 heridos. En 1966, en la Universidad de Tejas fallecían 14 personas y 32 resultaban heridas. En 2007, en la Universidad Politécnica de Virginia hubo 33 muertos y decenas de heridos. La cuarta fue Columbine.
Mañana, por 2,95 euros, Bowling for Columbine con EL PAÍS.
Babelia
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