Cristina Kirchner: "Es mi momento más doloroso, pero no el más difícil"

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha retomado las tareas de gobierno después de la muerte de su esposo y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner, el pasado miércoles. El lunes por la noche, la programación de todos los canales de la televisión fue interrumpida para difundir el mensaje grabado que la jefa de Estado quiso dar a los argentinos. Allí, con voz entrecortada, a veces cabizbaja, al borde del llanto, agradeció a los miles de manifestantes, sobre todo jóvenes, que asistieron al velatorio y el entierro de Kirchner, y afirmó que sentía la "responsabilidad de hacer honor a su memoria y a su Gobierno, que transformó al país".

"Es mi momento más doloroso, pero no el más difícil", declaró Fernández. "He tenido muchísimas dificultades en la vida política. Pero el dolor es otra cosa y este es el más fuerte porque he perdido a mi compañero de toda mi vida, de lucha y de ideales. Una parte de mi vida se fue con él. Quiero agradecer a todos los hombres y mujeres que se movilizaron para ver y despedir a Néstor Kirchner", añadió la presidenta en un mensaje inusualmente breve.

Más allá del mensaje televisivo, el Gobierno argentino difundió otras fotos de las actividades de Fernández en las que se mostraba entera, aunque siempre vestida de negro. El lunes recibió a parte de su Gabinete -entre ellos, al ministro de Economía, Amado Boudou, que ayer negó los rumores de que renunciaría tras el deceso de Kirchner, que manejaba de facto los hilos de la política económica-, diplomáticos y banqueros. Ayer, participó de una reunión sobre seguridad nuclear y por la tarde viajó a Córdoba, donde Renault presentó un nuevo coche fabricado en esa ciudad del centro de Argentina. Fue su primer acto público tras el fallecimiento del también presidente del Partido Justicialista y lo encabezó junto al gobernador de la provincia de Córdoba (el tercer distrito con más electores), Juan Schiaretti, un peronista disidente que, sin embargo, estuvo muy presente en el velatorio de Kirchner.

No por nada se tejen elucubraciones de que el peronismo, antes dividido a favor y en contra del ex jefe de Estado, ahora podría unirse. Ese deseo lo expresó el secretario general de la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT, peronista), Hugo Moyano. El jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, mientras tanto, declaró que "el Gobierno no tiene nada que cambiar" y ensalzó a la CGT como "columna vertebral" del partido gobernante.